— Una pregunta, Mike — miro la botella con detalle.
— Habla…
— ¿La tienes? — pregunto curioso, suspira.
— La tenemos, jefe — sonrío feliz por un momento.
— Haz hecho un buen trabajo, espero que no le hayas hecho algún rasguño — cuelgo bebiendo de la botella, miro el techo de mi despacho mientras el sol sale haciendo que los rayos de luz choquen junto a mi rostro.
Cierro los ojos por un momento y puedo verla caminar hacia mí, estamos en mi despacho, puedo sentir su olor y sus caricias hasta su respiración chocar contra mis labios, sin evitarlo la beso sintiendo un dulce sabor a pesar de que odie los dulces, su sabor me encanta. La tomo de las caderas y sin darme cuenta esta en ropa interior frente a mí.
— Aslan… — susurra en mi oído — Aslan… — vuelve a llamarme — ¡As
Aún mis ojos se encontraban cerrados, me sentía mareada y sentía que estaba en constante movimiento. Nuevamente las ganas de llorar se apoderaron de mí, cuando por fin abrí mis ojos no podía ver nada, tenía puesta una gran tela en mi cabeza de color negra. Aunque fuera fina solo podía ver siluetas a mi alrededor, intenté mover mis manos, pero estás se encontraban amarradas detrás de mí al igual que mis pies. En mi boca también se encontraba una tela que me impedía grita por ayuda, aunque sabía que de todas maneras no serviría de nada porque nadie me escucharía.— Kalkmış gibi görünüyor, Mike. — ⟨Parece que se ha levantado, Mike.⟩ Escucho como un hombre estaba hablando en otro idioma al que yo ni podía entender, me quedo callada y sin moverme pensando que si sabían que estaba despierta me harían alg
— Sé que sola no está — me mira sin comprender mi frase.— ¿Cómo sabes que mi hija no está sola? — suspiro mirando la ventana — Respóndeme, Aslan — lo miro — Aleja… — asiento confirmando — Esa idiota — patea el asiento de copiloto maldiciendo en otros idiomas.— Ella no está interesada en Alex pero eso no quiere decir que no la dejara sin protección — suspira, la camioneta se detiene en un territorio abandonado con unos cuantos arboles a los alrededores, no era primera vez que Alex estaba aquí. Reviso mi teléfono y salgo del carro, la llamo y me responde al momento — Sé que escapaste de la mansión, pequeña chihuahua, tu padre está en el auto, piensa bien en lo que harás — cuelgo y a los minutos ella se nos acerca, miro como esta vestida y niego.— Fui muy si
Estar allí encerrada sin poder encontrar ninguna salida hacían que mis energías bajarán, durante todo ese tiempo me habían dado una sola comida, pero tenía tanto miedo pedir algo a los hombres que estaban afuera que solo me quedaba entre las sabanas pensando en si mi amiga Mary ya sabía sobre mi secuestro.¿Cómo estará ella?…¿Estará bien?…Nuevamente las lágrimas salen de mis ojos, me sentía una completa inútil sin poder hacer nada. Mis ojos me ardían a más no poder pidiéndome que dejará de llorar y los dejara descansar, pero tenía tanto miedo dentro de mí que solo podía llorar. Observó las puntas de mis dedos en los cuales mis antiguas uñas largas estaban rotas y con sangre seca alrededor, no me había detenido en intentar abrir la puerta por dónde entro Alex. No me impo
Camino a mi despacho y me siento en la silla, miro el lugar pensando en qué hacer para verla sin que termine asustada, la puerta se abre mostrando a Lou, lo miro esperando que diga algo y suspiro.— Joven amo, el señor Acosta será recogido el sábado por la noche — avisa refiriéndose al español, asiento y miro la ventana, ya pronto iba a ser la hora del almuerzo — ¿Comerá aquí o en el comedor? — pregunta leyéndome la mente.— En el comedor… dile a doña Marta que la mujer también comerá en el comedor — asiente yéndose, me levanto y salgo para subir a mi habitación y bañarme por completo, una vez bañado y cambiado de ropa bajo al comedor donde veo a Alex a un lado de la pelirroja cuyo nombre aun no sé, ella me mira entrar poniéndose nerviosa al instante.La ignoro sentándome fren
Alex se había quedado conmigo en todo día y de verdad agradecía de corazón lo atenta que era, me había ayudado con las heridas que me hice en los dedos y también me había buscado ropa y así me pude cambiar a algo más cómodo. Aunque viendo bien la ropa, sentía que la había comprado. La puerta de mi habitación se abre y veo que es Marta quien me sonríe para luego ver a Alex.— Aslan onunla yemek istiyor, yemeği hemen servis edeceğim, lütfen ona katılın. — (Aslan quiere almorzar con ella, serviré la comida de inmediato, acompañarla por favor.) — Veo como Alex asiente con la cabeza y Marta sale de la habitación.— Agatha, iremos a almorzar en el comedor. Ven conmigo... — La morena me toma de la mano para guiarme hacia fuera de la habitación, pero yo no me muevo.&mda
— ¿Español? — pregunto a la nada. Suspiro mirando el diccionario en mi cama, me cambio con ropa cómoda y me siento en la cama mirando el diccionario de turco a español y español a turco, doble uso.La puerta es tocada.— Pasa... — digo mirando con curiosidad el contenido, Mike me mira y luego al pequeño libro en mis manos.— Conseguí el martillo... y unos lentes protectores por si lo necesitas — se detiene — ¿Qué lees? — tiro el libro tras de mí, cruzándome de brazos.— Nada... qué bueno que lo conseguiste... — me levanto de la cama y tomo el martillo, camino por el pasillo hasta la habitación, miro por un momento a Agatha mientras Mike me sigue con curiosidad, entro y lo primero que golpeo con el martillo es la cama.El grito de Mike se escucha en toda la ha
No podía creer que pasar la tarde con Aslan enseñándole mi idioma sería tan divertido y agradable, se esforzaba en hablarlo que me daba cierta ternura en como se molestaba cuando decía una mala palabra o no entendía lo que decía. Algunas veces cuando me acercaba hacía él para explicarle alguna palabra que decía el diccionario sentía como se colocaba tenso o olía un poco mi cabello, intentaba disimular la vergüenza ya que no entendía por qué que lo hacía, en la habitación donde estaba tenía baño y un clóset el cual se iba llenando poco a poco.¿En qué momento no nos dimos cuenta que las horas habían pasado volando?… ¿Era malo sentirme agradable a su lado?… La puerta se abrió y desviamos nuestras miradas a Marta quien tenía una mirada sorprendida al ver a Aslan conmigo en un sofá, ella miraba a Aslan y luego al carrito, miro a Aslan al no entender porque se fue.— ¿Por qué se fue?... — Aunque estábamos aprendiendo el idioma pensé que pudo ha
Mirarla decidir nerviosamente no era mi intención, cuando estoy por bajar mi mano sabiendo que no sabe acercaría me toma la mano.Miro sus pies y se quita las zapatillas para después entrar a la bañera con mojando su vestido floreado el cual se va pegando a su cuerpo, me acerco tocando su piel pálida, cabello y oliendo su olor, delicado y divino, me acerco poco a poco y besos sus labios sintiendo un dulce sabor a fruta, me alejo un poco y la pelirroja se acerca a seguir el roce de labios hasta sentirla encima de mí besándome con deseo haciendo que me impresione un poco.Pensaba que me odiaba aunque sea un poco pero ahí estaba metida conmigo en la bañera besándonos con ganas de más.Quiero tocarla y hacerla mía en este instante pero no quiero ser rudo con ella. Acaricio sus muslos bajo el agua hasta tomar sus anchas caderas y sentarla para sentirla contra mi paquete queriendo su calor, puedo escuchar sus suspiros cuando beso su