POV Gabriela
Después de un intenso día, me tocaba la reunión con mi jefe y su odioso hijo, no es que tuviera nada en contra de él, solo no me gustaba que dejara a su padre de lado, por estar viviendo la vida loca, lejos de ellos cuando más lo necesitaban.
La empresa había estado pasando por cambios importantes, el Señor Franco y su esposa querían retirarse unos meses de vacaciones, algo que había sido imposible, dado que el príncipe Italiano no daba señales de vida. En más de una ocasión tuve que hacerme cargo de todo en la empresa, incluso, acompañe a la familia Salvatore a los hospitales para verificar la salud de mi jefecito hermoso.
Amaba a mis padres, no podía pensar que un hijo dejara a los suyos de lado, como si fueran basura, solo por vivir la vida loca, la verdad no sabe de lo que se está perdiendo lejos de ellos, solo espero que no llore cuando uno de los dos le falte.
Minutos antes Daniela había tratado de hacerme pasar un mal rato, pero ese bombón hermoso salvo mi trasero como un puesto príncipe rescatando a su princesa. En algún momento le daría las gracias por ello, ahora era momento de estar con mi segundo padre.
Su esposa me había mandado un mensaje para que le diera mi opinión sobre el vestido que portaría el día de la cena, me esperaba en la oficina de su esposo para una video llamada, no tuve más remedio que dejar mis pendientes y conectarlos. Por mucho que me molestara, ellos eran parte de mí, me adoptaron desde mi llegada en la empresa, mucho de lo que se, se los debo a ellos y cuando la señora Alessia Betancur pide algo se debe de cumplir lo más pronto posible o date por muerto.
—Padre, estoy aquí —mencione mientras tocaba la puerta y pasaba sin esperar respuesta de que podía entrar. Esto era mero formalismo, sabía que podía entrar sin anunciarme las veces que yo quisiera en su oficina.
La sonrisa en la cara del señor Salvatore, me reconfortaba al tener a mi padre lejos, me hacía sentir como en casa y muy querida.
—Pasa Gaby, por favor cierra la puerta con seguro, mi esposa me ha estado marcando para que nos conectemos en video llamada. Quiere que le demos nuestra opinión sobre el vestido que lucirá en la gala de la empresa, ya le dije que con lo que se ponga se verá hermosa, pero no cree en todo lo que le digo, ya sabes cómo son las mujeres cuando se trata de fiestas.
— ¡Padre!, yo tampoco confiaría en tus gustos. A veces como que pierdes el hilo de la hermosa que es madre.
— ¡Figlia mia!, eres mala con tú pobre padre. Lastimas mi corazón ¡Ay de mí!.. ¡Ay!.
—Deja el drama, que todavía no me aprendes bien. Mejor le marcamos antes de que nos regañe a los dos, hoy no estoy de humor para sermones, suficiente he tenido con tu secretaria y sus cosas.
El cariño que sentía por estas personas no intervenía por el amor que les tenía a mis padres. Los cuatro se conocían, cuando estaban juntos me sentía la persona más querida y bendecida del universo; ojala me duren mucho tiempo.
La llamada se conectó tan pronto como le marcamos, tal parece que llevaba esperando por nosotros. Ni las buenas tardes nos dio, antes de empezar el regaño como era su costumbre.
—Llevo horas esperando por ustedes, necesito saber si seguiste mis indicaciones de la mañana —grito la señora Alessia.
—Lo siento cariño, pero Gaby ha estado ocupada todo el día, con los cambios que hemos presentado, no he tenido tiempo ni de desayunar, por eso sigo tan flaco como un esqueleto —dijo rápidamente el señor Franco.
— ¡Oh! Mi hermosa Gaby, como siempre tan trabajadora, ojala mi hijo aprenda de ti todo lo bueno y no las mañas de su padre. Espero que no te aparecieras por su oficina en todo el día como te indique.
— ¡Cariño! Matas mi corazón, esta niña siempre termina haciéndote caso a ti, no sabes lo fúrico que se encuentra nuestro hijo por eso.
—Lo siento, la verdad no se puede ocultar. Pero bueno, no estamos aquí para eso, quiero mostrarles los vestidos que me trajeron hoy, son tan hermosos que no se por cual decidirme —sonrió satisfecha por la fechoría que hicimos hoy a su pequeño príncipe con patas.
—Ya quiero verlos madre, aunque estoy segura que todos se te verán hermosos y serás las más linda de la fiesta.
—Ya no te juntes con Franco, se te están pegando todas las malas mañas hija mía.
En pocos minutos nos había mostrado más de cinco vestidos, que la hacían lucir fabulosa, a pesar de su edad, tenía un cuerpo espectacular, complementado con una hermosa sonrisa que nos hizo olvidar el estrés y que estábamos en medio de la oficina, solo ella era capaz de hacernos olvidar el trabajo con sus ocurrencias, cada día la amaba más.
Estábamos tan metidos en nuestro mundo, que no prestamos atención a la puerta, hasta que un ruido ensordecedor nos dejó paralizados a los tres. Nuestras miradas que estaban en la pantalla que teníamos enfrente, fueron a parar a la entrada, mostrando a un tipo con ganas de matarnos.
La primera en reaccionar fue la señora Alessia, mostrando una cara de total desagrado para el visitante, que hasta a mí me dio miedo.
— ¿Se puede saber que modales son esos jovencito? ¿No te han enseñado que debes tocar la puerta antes de entrar a un lugar? Tal parece que tus padres no han hecho un buen trabajo contigo —dijo la señora Alessia, muy seria.
— ¿Qué está sucediendo aquí? ¿Cómo puedes permitir que este par te engañen?
— ¿Engañar? ¿Se puede saber de qué estás hablando? Seguramente no has desayunado nada, y estas alucinando como de costumbre Sebastián.
—Acabo de escuchar a esta mujer decirle a mi padre que la quedaba hermoso, y a mi padre decirle que era la mejor. ¿Acaso eso no es engañar? —resoplo el bombón Italiano que había interrumpido nuestra video llamada, hace unos momentos.
«Hay sí, bombón Italiano, pero bien que te acomodo un susto marca diablos»
« ¡Cierto! Tienes razón»
«Yo siempre la tengo querida»
Mi estrés había llegado a su límite, podía permitir todo, menos que me tacharan como una cualquiera. Este bastardo se merecía una buena paliza, insultarme de esa manera no estaba permitido, mucho menos insultar a los señores Salvatore, quienes eran personas muy atentas conmigo.
Sin esperar más me levante de donde estaba, camine a lado de ese hombre, al cual propine un golpe en el abdomen, seguido de varios golpes en donde cayeran «creo que no les había dicho que practicaba karate y box en mis ratos libres» Aunque mi técnica era buena, el bombón supo defenderse muy bien, para que ninguno de ellos tocara su cara.
—Por el amor a Dios ¡Paren, paren! —grito la señora Betancur desde la pantalla.
Mientras que el señor Franco se encontraba quitado de la pena en su silla, muerto de risa, disfrutando del pequeño show que se estaba llevando a cabo en su oficina. Los golpes y los gritos, hicieron que algunos chismosos acudieran a ver qué pasaba.
Nadie podía meterse, era la oficina del Presidente. Así que solo se detenían a mirar desde la puerta o lo que quedaba de ella, y llamar al personal de seguridad.
— ¡Por Dios Franco!, para esa masacre, no te quedes de brazos cruzados, se van a matar los muchachos.
— ¿Pararla? No, que aprenda lo que es el respeto cariño. Hace mucho que nadie pone a tú hijo en su lugar, déjame disfrutar de este momento único en mi vida antes de que me muera.
—Sebastián, Gaby. Chicos, cálmense. Todo es un mal entendido —argumento la señora Alessia de nuevo.
POV GabrielaLa verdad estaba más entretenida en golpear al papanatas que tenía enfrente, que los murmullos de las personas que nos rodeaban. Hasta que llegaron los de seguridad de la empresa a separarnos.Unos segundos bastaron para darme cuenta, que había perdido los estribos al extremo, algo en mí se revoloteo al ver la mirada de las personas sobre mi aspecto. Las cosas ya estaban hechas y no me echaría para atrás. No señor, yo no era así.—Bueno señores, la función se terminó por el momento, regresen todos a sus lugares a terminar sus pendientes. Ustedes… hablen a alguien que repare por completo esta puerta hoy mismo, ahora pueden marcharse —dijo el señor Franco serio.En cuanto nos quedamos solos, el bombón Italiano, se levantó más que molesto, haciendo pregunta tras pregunta. Todas más confusas que las otras, solo me quedaba escuchar las estupideces que decía para tratar de comprender de que iba el asunto, antes de acomodarle una nueva paliza.Mi mirada y mis oídos iban de uno a
“No le digas a la gente en donde duele, porque será su lugar favorito para golpearte”POV SebastiánMi mundo se derrumbó cuando escuche a mi madre y a Gaby gritarme que llamara una ambulancia, tras la reprimenda de mi padre, me había jurado marchare para siempre de su empresa, regresar a mi vida lejos de ellos. Ver a mi padre tirado en el suelo, me hizo darme cuenta que la vida es tan corta que los puedo perder en segundos y todo por mi estupidez.Ver a Gabriela hacerse cargo de la situación me lleno de emoción, por lo menos contaban con la ayuda de alguien cuando estaba lejos. ¿A qué precio? no lo sabía, pero se ocupaba de ellos. Llame al servicio de ambulancia para trasladar a mi padre al hospital, mientras observaba la rapidez de la pequeña bruja en manejar la situación, ahora entendía porque mis padres le tienen tanto cariño. Todo parecía sacado de una película, los servicios médicos llegaron pronto, levantando a mi padre del suelo para transportarlo, mientras mi madre ya se enco
“Hay tres maneras de hacer las cosas: Bien, mal y como las hago Yo”POV GabrielaMi corazón estaba hecho pedazos, el señor Franco ha tenido una recaída severa, todo por no poder controlar mi hermoso carácter de mierda, le había prometido que trabajaría en ello, pero las personas no cooperan para que eso suceda. Ahora se encuentra en el hospital luchando por su vida y yo me encontraba muy triste por romper mí palabra.Verlo ahí de nuevo, me ha hecho darme cuenta que la vida es tan corta, no puedo estar reaccionando como una gárgola, cada vez que alguien me provoque. Justo ahora necesito un abrazo de mis padres, solo ellos y la señora Alessia, saben calmarme en momentos como estos.Anoche me marche del hospital de mala gana, no quería dejarlo solo en esa cama de hospital, pero era consiente que Sebastián tenía razón. El trabajo no se hace solo y estamos por entregar un proyecto muy importante que hemos venido trabajando. Tan pronto llegue al departamento me puse al corriente de lo que e
POV Gabriela Pensar tan temprano me alteraba los nervios, más cuando las cosas no iban como yo deseaba, es por eso que me gusta planear mi día de arriba abajo todos los benditos días de cada semana. Pero este bendito gringo rascuache vino a molestarme, también que la estaba yo pasando en mi trabajo, y pensar que me encontraba a punto de pedir vacaciones para irme unos días con mis padres. Juro por la virgencita de Guadalupe que nada más por esto, voy a sacarle más orgasmos de lo que ha tenido en su jodida y recochina vida, hasta que quede completamente seco y no pueda moverse por lo menos siete semanas de la cama, para que sienta lo que es sufrir de verdad. Con el señor Franco en el hospital en este momento, me siento la mujer más inútil del mundo, no porque no consiguiera solucionar los problemas que se vienen encima, sino que no tenía la cabeza bien puesta después de verlo caer lentamente en mis brazos y todo gracias al estúpido de su hijo. — ¿Puedo saber dónde anda la mujer más
POV GabrielaGabriela: Buenos días señora Alessia, quise pasar antes de venir a la oficina, pero tuve que continuar mi camino para hacerme cargo de unos pendientes. En cuanto termine estaré con usted en el hospital nuevamente.Señora Alessia: Gracias hija, gracias por todo lo que sigues haciendo por nosotros. No sabes la falta que me has hecho todo este tiempo, sin ti a mi lado nada es igual y no tengo cabeza para pensar que será de mí sin Franco.Gabriela: Solo será cuestión de un par de horas, y estaré nuevamente con ustedes, por favor no deje de notificarme lo que pase con el señor Franco; sabe que le tengo un gran aprecio a ambos.Señora Alessia: Te estaré esperando, no dejes que la empresa ocupe mucho de tu tiempo, en este momento lo primordial es la salud de mi esposo. Puedes dejar que el vicepresidente se haga cargo, no tomes toda la responsabilidad bajo tus hombros pequeña.Gabriela: No tiene por qué preocuparse, créame que tengo todo bajo control, aunque hablando de eso, quie
POV Gabriela A partir de ahora me he ganado un enemigo del cual desconozco su procedencia, sin embargo, no le tengo miedo. Los cuchicheos siguieron por unos segundos más en lo que retomaba la calma y hacía pequeñas respiraciones para controlarme de manera externa, porque la interna estaba peor que lava de volcán. —Si me lo permites me puedo hacer cargo, esa simple pregunta te ha puesto de mal humor Gaby, no necesitamos una mala publicidad para la empresa en estos momentos —mencionó Samuel alejándome un poco de los micrófonos. —No te preocupes tío, te aseguro que tengo todo controlado, mejor presta atención de lo que viene a continuación, porque llegará el momento en que necesitaré de tu intervención como vicepresidente de la empresa. Lo vi a sentir lentamente y no muy convencido de mis palabras, tomé una de las carpetas que Eli me había pasado minutos antes, para que le diera un pequeño vistazo en lo que daba las noticias. —Regresando al punto principal de esta rueda de prensa, m
POV Gabriela —Se puede saber ¿qué es lo que estás haciendo, Gabriela? ahora sí te volviste loca de remate, si Franco se entera de esto, te aseguro que cortará mi cabeza por haberte dejado decir semejante mentira delante de todas estas personas. —Tranquilo tío Samuel, todo lo tengo fríamente calculado. No tienes nada de qué preocuparte «por el momento», solo dame tu apoyo. —Mi apoyo lo tienes, pero no me pidas que me quede tranquilo con semejante locura, ¿Acaso tú sabías algo Eli? —No señor, le juro que estoy tan sorprendida como usted de lo que acaba de decir Gaby. —Pueden guardar silencio, que los demás pueden escucharlos. Ahora déjenme terminar con todo esto de una buena vez. — ¿Todavía hay más? —no entiendo por qué esta interrogante hizo sacar la peor versión de mí, sin duda alguna mi lado más oscuro y perverso ha salido a la luz. —Si me permiten, me gustaría continuar con la última noticia que tengo que darles, que en gran parte responderá alguna de sus dudas caballeros. E
Nací para tener los hilos en la mano, no para terminar enredados con ellosPOV SebastiánMi madre no ha dejado de llorar desde que llegamos al hospital, es como si la vida se le fuera al ver a mi padre en estas condiciones, y no la culpo, es todo lo que ella tiene. La única que le dio un poco de consuelo fue esa chica loca, aunque me acueste reconocerlo, solo ella logró que mi madre entrara un poco en razón y cesara un poco.Intenté que se fuera a descansar a la casa, pero lo único que hizo fue ignorarme, es como si cada una de mis palabras le importara un comino. Ya nada me extrañaba a estas alturas del partido, me he convertido un cero a la izquierda para mis padres.Fui a la cafetería a comprarle un café, por lo menos aceptó a cenar algo y dejar que me hiciera cargo de la situación el resto de la noche, a regañadientes pero aceptó.—Lo siento mucho mamá, no fue mi intención que mi padre tuviera esa recaída, te prometo que voy a enmendar todos mis errores.—Tú nunca piensas nada, si