El teléfono de escritorio del CEO Jhonson comenzó a timbrar y él lo contestó de inmediato. — Señor Jhonson, ha llegado el detective Patrick. — Decía la secretaria de Nathaniel del otro lado de la línea telefónica. — Déjalo pasar. — Aceptó ese hombre de cabello oscuro. — ¿De que se trata? — Preguntó Xavier aún en su asiento, bastante curioso, una vez que su mejor amigo finalizara la llamada. — Uno de mis detectives contratados. — Oh, ¿Roberto o Patrick? — Patrick, debe tener nueva información de la policía. — Nunca nos defrauda. — Sonrió Xavier. — Gracias a él, te enteraste que la policía destruyó las pocas pruebas que marcaban a una de las dos organizaciones como los culpables del caso de tu esposa y su familia. Esos hijos de perra corruptos. En ese momento, la puerta se abrió y la secretaria que escoltó hasta el interior a el detective de cabello rubio ondulado, cerró la puerta, dejando a los tres hombres a solas. — Hola Patrick. — Le saludo amigable Xavier al detective exte
Una vez que Nathaniel y Kristy estaban solos en la sala para invitados especiales. — ¿Quieres algo de tomar? — Preguntó la hermosa mujer rubia. Nathaniel negó con su cabeza. — Prefiero escuchar lo que tú tienes que decir. — Primeramente, agradezco las flores, los claveles son unas de mis favoritas… ¿Lo has investigado? — Tu padre me envió una lista de todo lo que te gustaba y lo que no. — Confesó él siendo sincero. Después de todo Nathaniel ya no tenía motivo alguno para ocultarle esos detalles a esa joven rusa. Ella ya sabía que él buscaba utilizar a los Nekrásov, que sus intenciones eran únicamente esas y no tenía interés romántico ni pensaba desarrollar alguno por Kristy. La mujer de hermosos ojos dorados suspiró y colocó el glamuroso ramo de flores a un costado en el sofá largo donde ella estaba sentada. Por otra parte, Nathaniel Jhonson estaba sentado en un sofá individual que se ubicaba a unos tres metros de distancia a dónde se encontraba la joven rusa. — Voy a acepta
••••••••••Tres días más tarde. 10: 00 am. Kristy salía de su mansión junto a su asistente Tatianna. — ¿Le pedirá una cita esta noche al señor Jhonson? — ¡Claro! Por eso tengo que vestirme lo más atractiva posible~ — Pensé que se había rendido, estos últimos días ha pasado concentrada en sus estudios, aunque siempre me daba la impresión de que usted estaba deprimida. Kristy se dirigía hacia el automóvil oscuro que les esperaba esa mañana nublada. El refrescante viento de los inicios de otoño mecía su cabellera ondulada y sus hermosos ojos de un dorado miel veían al chófer que les esperaba. — Llévanos al centro. — Pidió Tatianna subiendo primero al vehículo. Kristy se quedó viendo a distancia, que otro automóvil recién llegaba a las afueras de la mansión. Uno que ella conocía perfectamente bien. "¿Vladi
••••••••••7: 50 pm. En la mansión de Don Gregori. Kristy se dirigía afuera, para subir a la limusinaque la esperaba y encontrarse con Nathaniel. — ¿Qué tal me veo? ¿Crees que necesito retocar un poco más mi maquillaje? — Preguntó lahermosa mujer rusa a Tatianna, ambas estando frente a la puerta principal. — Creo que luces bastante atractiva~ el señor Jhonson no podrá resistirse a tus encantos~ — Le guiñó un ojo Tatianna, acercando su boca aloído de Kristy y susurrando. — No vayas aacostarte con él. Aún es muy pronto, es solo unacita, ¿Entendido? Kristy se alejó de su asistente y mejor amiga, sonriendo nerviosa se le quedó viendo fijamente. — ¡Oh, no! Jaja claro que no haré nada así… — Dichas esas palabras con nerviosismo se dirigió a la limusina. "Aunque como mujer precavida, llevo la caja de preservativos en mi bolso de mano" Pensó Kristy. Justo cuando el lujoso vehículo se había puesto en movimiento, Vladimir que había estado trabajando en la oficina con Don Gregori esatar
— Lo arruiné todo… Esta bien lo admito. — Decía Kristy haciendo un puchero dentro de la limusina. Nathaniel suspiró viéndola de reojo al estar sentado al lado de ella en el costado izquierdo. — ¿Por qué querías que fuera sorpresa? Sabes que las cosas son mejores cuando se hablan, aún más si no conoces bien a la persona. — Es solo que no es justo. — Comentó ella cabizbaja, mientras su propia mano jugaba con un mechón rubio de su ondulado cabello. — Tú tienes una lista de las cosas que a mí me gustan o no, yo no tengo nada así respecto a ti. — Ni la tendrás. Si quieres saber algo, tienes boca para preguntar. — Pero… Nada me asegura que me vas a decir la verdad… Puede que mientas, puede que no, tu mismo has dicho que no tienes interés en mí y tampoco piensas tenerlo, es como si quisiera entrar a tu corazón y la puerta está cerrada, pero no hay manijas, no hay nada para abrirla… Nathaniel llevó su mano a su barbilla en un gesto pensativo. — Tienes una manera de hablar que me gusta.
••••••••••— Jajaja~ ¡Te he ganado! — Exclamaba Kristy alegre saliendo del estadio de hockey junto a Nathaniel. — Soy bastante buena~ siempre gano mis apuestas~ — Solo tuviste suerte, además. No soy una persona que vaya con las apuestas, no es lo mío. — Decía Nathaniel excusándose. — ¿No? No te creo~ — Reía la hermosa mujer rubia que iba tomada de la mano con ese CEO billonario. — ¡Más de una vez debiste ir a un casino, carreras de autos o algo así con tus amigos! — Mmm~ no… Nunca. — Confesó el alto hombre de ojos azules posando su mirada en esa rusa. — Mi vida siempre giró entorno a los estudios y negocios familiares, viajé mucho al extranjero, pero pocas veces tenía tiempo para mí. Kristy dejó de sonreír. Ella se dio cuenta que ese hombre había sido criado casi como una maquina de hacer dinero para su familia, apesar de que sus padres hablaban de lo mucho que lo amaban y se preocupaban por él y su felicidad. — Así que cuando conociste a Jasmine Cooper, ella fue como una ventan
Yulian Miranova veía fijamente a ese poderoso empresario, en la mirada de ese mafioso no había ni un poco de duda o temor. Aun sabiendo que Nathaniel Jhonson era un hombre de muchos recursos que podría usar a los Nekrásov para deshacerse de la organización de ellos. Sin embargo, ese hombre ruso de cabello castaño rizado, ya había tomado su decisión. — Tome asiento señor Jhonson. Me parece que no necesitamos presentarnos. Nosotros sabemos perfectamente bien quien es usted y claro. Usted sabe de nosotros. — Aclaró Yulian. Nathaniel hizo tal como el irrespetuoso mafioso que estaba tras su escritorio pidió. "No hay manera que salga con vida de aquí si ellos se proponen a matarme" "Todo habrá sido en vano" "El hombre en el sillón largo, ese Yury Miranova, no oculta su chaleco interno portando armas"Pensó Nathaniel siendo cuidadoso. Una vez ese CEO se sentó en la silla, Yulian comenzó a hablarle: — Tome. — Le dio Yulian una carpeta, que al Nathaniel abrirla, vió horribles fotogra
"¿Por qué me sigue pareciendo que ella se está sobre esforzando en todo esto?"Pensó ese hombre de cabello oscuro, que vestíaropas cómodas para senderos montañosos. — ¿Quieres que te ayude con ese bolso? — Preguntó Nathaniel a Kristy. — No. Claro que no, yo puedo sola~ — Respondió ella animada. — Mmm, si tú lo dices. — Decía él comenzando a acelerar sus pasos a propósito y ella también apresuró los propios. — Me sorprende que Don Gregori te haya permitido salir conmigo en medio de la nada… — Comentó ese hombre casualmente. La hermosa mujer rubia, sacó su mapa turístico de la zona montañosa y comenzó a revisar bien. — Mi papá me ama muchísimo. — Sonrió ella. — Aquí sale un río cercano, ¿Quieres ir? — No, podría estar contaminado o ser peligroso. — Jaja~ no lo creo. Vamos, ¿Si? Además, ¿Cuando has salido a caminar por la montaña? Apuesto a que nunca. El refrescante aire, el sonido de los animalitos~ — Decía la mujer rusacontenta. — En Rusia me gustaba salir en verano de casería~