Pietro comienza a trazar un camino de besos cálidos y húmedos, mandando mil sensaciones por todo el cuerpo de Cara. La pobre siente que se quema y con justa razón, si está debajo de aquel hombre que está ardiendo, y es por ella.Cuando Pietro llega a uno de sus senos, Cara se retuerce y de arquea, ofreciendo mejor aquella parte de su anatomía, sintiendo cómo aquel hombre, todo un experto, le está dando un placer que jamás conoció. Por unos segundos recupera un poquito de su cordura y lo mira, encontrándose con sus ojos y sintiéndose vulnerable ante aquella atención.—Eres tan hermosa… eres una diosa ¡y no te das cuenta!—Si me sigues diciendo esas cosas, me lo voy a creer… ¡ah!Pietro deja una mordida suave en si piel y sigue bajando. Al llegar a su ombligo traza círculos a su alrededor y Cara emite un gemido involuntario, Pietro sigue su camino hacia ese lugar inexplorado eliminando la molesta braga del camino rompiéndola sin pudor ni remordimientos. Cara lo mira con la boca abierta
Ver salir a Pietro con una toalla en la cintura y con aquellas gotas cayendo desde su cabello hacen que Cara apriete las piernas por instinto. Él sonríe, con la toalla pequeña que lleva se seca el cabello y camina hacia la cama, Cara se sienta al borde quedando frente a él sin que la vea.—¿Tienes hambre?—Mucha… —la voz de Cara lo hacen detenerse y cuando la mira, se da cuenta de que lo está viendo raro.—¿Qué estás pensando? Tienes esa expresión de niña revoltosa… —las palabras se que cortan cuando los finos dedos de Cara se van a la toalla de la cintura y se deshace de ella. Su miembro está dormido, pero no se ve nada pequeño y por supuesto, se comienza a desperezar en cuanto ella se acerca más—. Cara…Pero no sigue, porque ella lo toma y pasa su lengua sin ningún pudor. Sí, creó un monstruo y todavía no lo sabe.Pietro lleva sus manos al cabello húmedo de la mujer, ella se deja caer en el suelo de rodillas y esa posición, más que volverla una esclava del momento, la hace la dueña.
Decir que ese almuerzo fue normal, sería mentir. Pero al menos Cara se quedó tranquila cuando su amiga sin reparos le dijo a Pietro.—Eres el mejor hombre que pudo encontrar.—Ella me encontró a mí y doy gracias por eso —obvio la mirada de amor hizo suspirar a Amanda y Cara sólo sintió que todo en su vida al fin estaba tomando forma y agarrándose en su sitio.Luego de aquel encuentro tan fogoso de los dos, ambos hacen el esfuerzo de verse a diario, pero siempre en el hotel o en casa de Pietro, porque los periodistas andan tras la pista de la actriz, no sólo para preguntar por Baker, sino para corroborar lo que se había filtrado: su relación con Pietro.Pietro va por ella al hotel, ingresa al estacionamiento subterráneo para evitar a la prensa que espera fuera y sube por ella al cuarto. Llama a la puerta, ella le abre de inmediato, pero en lugar de saludarlo como siempre, sólo deja un beso en sus labios y continúa en su llamada, una que la mantiene con el ceño fruncido y bastante moles
Para Pietro ver a Cara con su familia, entre todos aquellos seres surreales, locos e irreverentes cuando se reúnen, es la visión más tranquilizadora y linda. Las mujeres no dudaron en acogerlo rápidamente, especialmente luego de saber que le dio un carterazo a Alonzo por lo que le dijo a Vittoria y al ver cómo le hizo un gesto muy impropio para alguien como ella a Gian Franco cuando su esposa le dijo que le había sido infiel.Sí, ella es la mujer perfecta en todos los sentidos y lo mejor de todo es que su familia la acepta.La parte graciosa fue cuando estaban en el postre y ella les dijo que se había sorprendido de que no le pidieran un autógrafo o fotografías.—Ah, es que eso es sencillo —respondió Lionardo—. Mi padre nos mandó a comportarnos y a no pedirte autógrafos ni nada de eso, porque venías en calidad de familia, no de artista invitada.—Pueden ser muy odiosos —le dice Octavio como justificación y ella sólo río de la situación.Luego de eso, Pietro, Cara y sus hijos se fueron
Pietro está buscando la mejor manera de terminar lo antes posible con el trabajo que se le acumuló esos días, además de firmar los documentos pendientes, pero en eso precisamente no se puede equivocar, hasta que a las dos de la tarde manda a su nuevo secretario (porque se aburrió de las mujeres frescas) que le prepare su portafolio con todo lo que tiene que firmar y así largarse de una vez a cuidar esta vez de su hijo.—Es que ni siquiera he podido llamarlos… —se pasa las manos por la cabeza y toma su teléfono mientras espera a que todo esté listo. Se preocupa al ver que tiene tantas llamadas de Cara, pero todo le estalla cuando se las regresa y su teléfono suena apagado.La desesperación le gana, en cuanto su secretario cierra el bendito portafolios sale de allí corriendo al ascensor y ni siquiera le responde a Joshua cuando le pregunta qué le pasa.Tampoco se queda a oír a la secretaria que le grita que tiene un mensaje, porque no quiere perder más tiempo. Sale en su auto con direcc
Las características de una persona muchas veces no se consiguen ver sólo con su presencia, muchas veces debes ir más allá, conocerla profundamente e incluso así no llegar a conocerlas.Eso es lo que Cara siente ahora conociendo la historia Pietro de los labios de su hijo mayor, quien tiene mayor conciencia de lo ocurrido con su padre y lo que ahora mismo debe estar viviendo. No puede evitar llorar a mares, porque lo que él ha pasado es con certeza una de las historias más desgarradoras y ella no se puede quedar sin hacer nada.—Probablemente tu padre me odiará… pero yo no me puedo callar —le dice al muchacho y él asiente—. Me dijiste que hiciera con esto lo que mejor sé hacer… y te juro que eso es lo que haré, aunque me cueste mi relación con el hombre de mi vida, pero desde mañana nadie volverá a decir jamás ni una sola palabra negativa en su contra.—Mi padre te ama, cuando hablé con él estaba muy afligido…—Te juro que me arrepiento de no haber tomado el vuelo nocturno, pero estoy
Pietro toma el mando de la televisión y la apaga, Piero se enfrenta a su padre, intenta quitarle el mando y encenderla de nuevo, pero el hombre lanza el mando lejos, haciéndolo añicos.—¡Pero ¿qué te pasa, papá?!—¡¿Cómo me preguntas eso?! ¡¿Acaso no ves que va a destruirme como lo hizo tu madre, como seguro lo haría Giorgia?!—¡¡No sabes lo que va a decir!! ¡¿Qué pasa si era para contar lo que realmente pasó?!—¡¿Y qué pasa si es para corroborar todo lo que han inventado?! ¡¡No puedo!! —se deja caer en el sofá con las lágrimas corriendo por sus mejillas y la cabeza enterrada entre sus manos—. No puedo, Piero, ella es la mujer de mi vida y si me hunde… yo ya no tengo para qué vivir.—Papá, no puedes pensar así, tienes hijos que cuidar…—¿Acaso no es así como te sientes tú con tu novia? ¿Cómo te sentirías si Ivanna dijera que tú la has maltratado?—Me querría morir… pero la diferencia entre tú y yo es que tienes cinco razones para vivir y todas tienen tus mismos ojos.Pietro mira a su
Cara lo ve con aquella sonrisa que tanto ama y se queda esperando a que Pietro se componga de la sorpresa.—Sí… te buscaba a ti… —y todo ese miedo de ella a que Pietro se molestara con ella por contar la verdad, se desvanece en el instante en que él la abraza, la besa con una necesidad mayor a que si no se hubiesen visto en más de un mes y la levanta para pegarla a la pared.«¡Dios, no sabes cuánto te extrañé! —susurra con su frente pegada a la de ella mientras los dos lloran por la emoción del reencuentro—. Te amo, mujer… ¡Te amo!—Y yo te amo a ti… lamento tanto haberme ido de esa manera, pero tenía que firmar un contrato para una película que en verdad quiero hacer, sobre todo porque la haré pensando en ti.—¡Eso no importa ahora! Te juro que de haber sabido lo que esa bruja te hizo, ayer la habría detenido cuando fue a la casa a molestarme.—¡Eso tampoco importa! Sólo tú y yo… los dos, mi amor… te amo, ¡te amo!Pietro la aprieta más y le levanta el vestido con el que va, recorre e