Se vistió con un camisón de seda y encaje, su piel estaba perfumada y su ansiedad adornaba su rostro. Era la noche de bodas y sabía lo que eso significaba, pero estaba nerviosa, nunca esperó tener intimidad con alguien en esa condición. Cuando William entró a la habitación, la vio de pies a cabeza
Era temprano y ya se sentía asqueada de la situación. Buscó la habitación de William y en cuanto la encontró, tocó un par de veces hasta que escuchó la invitación para entrar. —Espero que el desayuno ya esté listo… —dijo William con arrogancia mientras bajaba de la cama a su silla de ruedas—. ¿Algu
Emma agachó la mirada y sus ojos se llenaron de lágrimas. El problema no era servir, el problema era soportar las humillaciones. Rose tenía razón, en su casa Emma había estado rodeada de comodidades y amor. Ella ayudaba a Lorena por iniciativa propia, acompañaba a Román a la oficina con gusto o se d
—Tengo entendido que estás cursando una carrera universitaria —dijo William sin voltear hacia Emma. —Sí, estoy estudiando contaduría… —¿Tú? Me sorprende, te ves demasiado infantil e inmadura para una carrera tan seria… —Quiero apoyar a mi padre en su empresa y pertenecer al departamento de finanz
Salió empoderada y fuerte, caminando con cadencia y orgullo, llamando la atención de todos. Durante el camino hacia el trabajo se ganó la admiración y los elogios silenciosos de la gente a su alrededor. —¿Qué hora es? —preguntó William desde el interior de su Bentley. —Son las dos, señor —res
—Ese inválido solo trata de compensar que no le sirven las piernas. Lo que dicen de que es un gran amante, de seguro debe de ser inventado —agregó el otro hombre entre risas mientras le veía el trasero a Emma. —¿Qué dices, bonita? Prometo que seré gentil contigo… —¿Qué crees que te diga tu mujer?
—Sí, señor. Emma tecleaba sin parar, la espalda le dolía y las piernas se le habían acalambrado, pero no quería detenerse. Deseaba acabar antes de la salida. Justo a la hora de la comida, William salió de la oficina y la vio abstraída en su trabajo, tan concentrada que no sintió su mirada. —Sal
Corrió hacia él como si fuera una persona herida y tomó el relleno intentando meterlo. La angustia la devoraba, no había visto a su hermana desde la boda y le partía el corazón que lo único que la hacía sentir cerca, estaba destrozado. De pronto sus dedos se encontraron con un cabello enredado entre