Capítulo 74 —Con ese hombre nunca se sabeNarrador:Maya sintió que su estómago se encogía, pero no tenía tiempo para procesar la confirmación. Se aferró a la única pregunta que podía darle la respuesta que tanto necesitaba.—¿Sabes si Carlos tuvo más hijos aparte de Liam y Tomás?Ana la miró con una mezcla de sorpresa y cautela. Su rostro mostró una ligera tensión, como si no esperara esa pregunta.—¿Por qué quieres saber eso?Maya tragó saliva, sintiendo el peso de la incertidumbre clavándose en su pecho.—Porque necesito saber si hay alguien más. Si… si Carlos tuvo otro hijo fuera del matrimonio.Ana frunció el ceño y dejó escapar un suspiro, como si intentara recordar algo con precisión.—Carlos nunca fue un hombre fiel —murmuró—, pero hasta donde yo sé, fuera de su matrimonio solo tuvo un hijo… Tomás.El mundo pareció detenerse por un segundo.Maya sintió que la presión en su pecho se disipaba de golpe, pero al mismo tiempo, la llenaba una rabia sorda. Apenas podía respirar. Su m
Capítulo 75 —Era realNarrador:Maya apenas podía hablar del dolor, su respiración era errática, y un sudor frío le perlaba la frente. Ana bajó tras ella y la ayudó a acomodarse en la camilla.—Resiste, Maya —susurró Ana, apretando su mano mientras los enfermeros la llevaban adentro.El pasillo del hospital se convirtió en un torbellino de voces, luces y movimiento. Una doctora se acercó de inmediato y comenzó a hacer preguntas, pero Maya apenas podía enfocarse en lo que le decían.—Voy a revisarte, ¿de cuanto estás?—30 semanas —alcanzó a muermurar—Por lo que veo… —la doctora frunció el ceño tras observar los monitores— no queda otra opción, debes dar a luz ahora.El corazón de Maya se detuvo por un segundo.—No… aún es muy pronto —murmuró con un hilo de voz, pero su cuerpo parecía no escucharla.La doctora la miró con seriedad.—Lo sé, pero no podemos detener el trabajo de parto. Vamos a hacer todo lo posible, pero es importante que sepas que tanto tú como el bebé están en riesgo.
Capítulo 76 —Pequeño pero perfectoNarrador:Liam tomó su mano con suavidad, entrelazando sus dedos con los de ella como si temiera que en cualquier momento Maya pudiera desaparecer. Su piel estaba fría, pero su tacto era cálido, firme. Sin soltarla, levantó su otra mano y acarició su frente con ternura, apartando un mechón de su cabello pegado por el sudor. Maya sintió un nudo en la garganta cuando él se inclinó y depositó un beso suave sobre sus labios. Fue un beso dulce, sin urgencia, sin rabia, sin reproches. Solo Liam, amándola en silencio con un gesto que la desarmó por completo. Ella parpadeó, intentando ordenar sus pensamientos, tratando de decirle algo, de explicarle por qué lo había dejado, por qué no podía estar aquí, por qué... pero él lo impidió.—Shhh… —susurró, apoyando su frente contra la de ella —No ahora, mi amor. —Maya frunció el ceño con confusión, pero Liam le dedicó una sonrisa suave, aunque sus ojos estaban cargados de emociones que ella no podía descifrar. —Hab
Capítulo 77 —Carlos, ya no era una opciónNarrador:La puerta se abrió con suavidad y la doctora entró con su carpeta en mano. Su mirada era serena, pero evaluadora, y se acercó directamente a la cama de Maya.—¿Cómo te sientes? —preguntó en voz baja, sin perder el profesionalismo pero con un toque de calidez.Maya parpadeó, sintiendo su garganta seca.—Cansada… pero quiero ver a mi bebé.Liam apretó su mano con suavidad y la doctora sonrió con comprensión.—Te haré un chequeo rápido, si todo está bien, te llevarán en silla de ruedas a verlo.Maya asintió de inmediato, su corazón latiendo con fuerza ante la posibilidad de conocer a su hijo.La doctora revisó su temperatura, su presión, verificó la cicatriz de la cesárea y finalmente, tras tomar algunas notas, levantó la vista y sonrió.—Estás estable. Puedo autorizar que lo veas un rato, pero debes ir con calma.Maya asintió, sin poder evitar que las lágrimas volvieran a acumularse en sus ojos.Liam ya estaba de pie antes de que la do
Capítulo 78 —Nunca másNarrador:Liam se quedó en silencio, su pecho subía y bajaba con fuerza, como si estuviera tratando de contener una tormenta dentro de sí. Caminó hasta la ventana y apoyó una mano en el marco, sin mirarla, como si necesitara aire, espacio, algo que le permitiera procesar lo que acababa de escuchar.Maya sintió el estómago revuelto, su corazón golpeándole el pecho con cada segundo de silencio.—Di algo… —susurró, incapaz de soportar la espera.Liam cerró los ojos con fuerza antes de girarse hacia ella.—¿Cómo pudiste creerle? —su voz no era un grito, pero su tono llevaba la fuerza de una herida abierta—. ¿Cómo pudiste aceptar algo así sin cuestionarlo?Maya sintió un escalofrío recorrerle el cuerpo.—¿Qué más podía hacer, Liam? ¡Era mamá! Me lo dijo con tanta seguridad… con tanto convencimiento…Liam negó con la cabeza, su mandíbula apretada.—No importa cómo lo haya dicho. No importa cuán real sonara . Tú y yo merecíamos la verdad antes de que tú…Se interrumpió
Capítulo 79 —Esta familia crece demasiadoNarrador:Liam miró a Tomás con el ceño fruncido, todavía procesando todo lo que le habían contado. Luego de que Maya le confesara la razón de su partida, tanto ella como Tomás le explicaron con detalles toda la historia: cómo Elena le había dicho a Maya que Carlos era su padre, cómo Tomás descubrió que también era hijo ilegítimo de Carlos, y cómo finalmente habían decidido que la única forma de saber la verdad era exhumando el cuerpo y cotejando los ADN.Liam había escuchado todo en silencio, su expresión oscilando entre incredulidad, enojo y una pizca de agotamiento mental.Tomás lo miró con una leve sonrisa divertida.—Hablé con mi abogado —dijo finalmente—. Ya inicié los trámites para pedir la exhumación del cadáver de Carlos.Liam dejó escapar una risa nerviosa y se pasó una mano por la cara, tratando de asimilarlo todo.—Vaya, me distraigo un minuto y esta familia crece demasiado —murmuró con ironía—. De la nada, ahora tengo un hijo y do
Capítulo 80 —Bienvenidos a casaNarrador:Maya estaba de vuelta en su habitación, aún cansada, pero con el corazón latiendo con una emoción distinta. Liam no se había movido de su lado, sentado en la butaca junto a la cama, con la mirada fija en la puerta, como si esperara que alguien entrara con noticias sobre su hijo.El silencio entre ellos era cómodo, pero cargado de expectación. Entonces, la puerta se abrió y una enfermera entró con una sonrisa amable.—El bebé está estable —informó, y Maya sintió cómo el aire volvía a entrar en sus pulmones—. Ha respondido bien y, si todo sigue así, en unos días podrán sostenerlo por primera vez.Maya dejó escapar un sollozo de alivio y Liam tomó su mano, apretándola con fuerza.—¿Han decidido el nombre? —preguntó la enfermera con amabilidad—. Queremos asegurarnos de que su identificación esté completa.Maya sintió que su pecho se oprimía. Miró a Liam, y él simplemente le sostuvo la mirada, esperando que ella lo dijera.Maya tragó saliva y con u
Capítulo 81 —No piensesNarrador:Los días pasaron en una rutina nueva, agotadora pero hermosa. Maya aún no terminaba de acostumbrarse a la idea de que Theo ya estaba en casa, de que por fin podía sostenerlo sin barreras, sin miedos, sin incubadoras de por medio.Pero lo que más la sorprendió no fue la maternidad en sí, sino la transformación de Liam.Siempre lo había visto como un hombre fuerte, dominante, un huracán de emociones contenidas… pero nunca imaginó que la paternidad lo haría ver así.Porque Liam no era solo un buen padre, era un padre amoroso, protector y completamente entregado.Maya lo observaba en silencio cada vez que tomaba a Theo en brazos con una ternura que contrastaba con su tamaño y fuerza. Lo mecía con una paciencia infinita, murmurándole cosas en voz baja, acariciándole la espalda cada vez que se dormía sobre su pecho.En las noches, cuando el bebé lloraba, Liam era el primero en levantarse. Sin importar lo cansado que estuviera, siempre la adelantaba, le susu