Cassandra comenzó a preparar la cena casual que había planeado en la hacienda. Se puso un vestido cómodo y un delantal, y salió a inspeccionar la cocina y la despensa para asegurarse de que tenían todos los ingredientes necesarios.

Una vez tenía todo a la mano comenzó a dar órdenes a las empleadas domésticas para que comenzaran a preparar la cena. Les explicó qué platos iban a hacer y cómo debían hacerlos. Les mostró los ingredientes y las recetas y les enseñó cómo cortar y preparar los alimentos adecuadamente.

Mientras prepararaban la comida, Cassandra se puso manos a la obra en la decoración. Sacó manteles y servilletas de colores brillantes y los colocó en la mesa, junto con algunos adornos florales y velas. Cassandra quería que la cena tuviera un ambiente cálido y acogedor, pero también elegante.

Después volvió Cassandra a la cocina y comenzó a ayudar en la cocina en lo que pudiera. Se aseguró de que todo estuviera en su lugar y de que la comida estuviera lista a tiempo.

Mientras