Los días pasaron rápidamente y antes de que supieran, el gran día del Festival de las Uvas había llegado. La Hacienda Villa del Sol amaneció con un cielo despejado y una brisa fresca en el aire.

Los organizadores Patrick, Eleanor y Cassandra estaban emocionados por lo que se avecinaba, después de meses de planificación y preparativos, el momento había llegado. Juntos con su equipo, se aseguraron de que todo estuviera funcionando sin problemas.

El código de la vestimenta era blanca, el lugar estaba adornado y lleno de tonos brillantes y colores vibrante que reflejaban la alegría del evento.

Las paredes estaban adornadas con telas de colores que ondeaban al viento y una gran cantidad de flores frescas habían sido dispuestas en cada rincón.

En la entrada principal, un arco de hojas de uva estaba adornado con luces cálidas y banderas que flotaban al viento.

Desde su posición en el balcón Vilma Miller miraba todo con desdén y repudio, observaba con disgusto la multitud que comenzaba a r