Cassandra entra en la habitación de Eleanor, encontrándola sentada en la cama, con la mirada perdida en la pared.- ¿Estás bien? - pregunta Cassandra con preocupación.- No sé. - responde Eleanor. - Siento que todo se está desmoronando a mi alrededor.- Lo sé, pero debes seguir, no te puedes derrumbar.- Suena sencillo. - suspira la señorita Grant.- No lo es, lo sé. Pero debes aferrarte a la esperanza de que todo mejorará. Tal vez ahora no lo veas claro, pero las cosas pueden cambiar en cualquier momento. - le dice Cassandra tratando de darle ánimo. - Sé que estás así por Patrick.- Le pedí que se alejara de mí.- No creo que sea lo más pertinente. - contesta Cassandra.- ¿Cómo puedes decir eso después de todo lo que ha sucedido, mamá? Cassandra se queda en silencio por un momento, reflexionando sobre las palabras de su hija.- Cariño, alguien ha tratado de hacerte daño y en esa casa es mejor tener a alguien de confianza, estamos rodeados de muchas personas que no te quieren ver bie
El médico entra luego de ver salir a los policías para evaluar el estado de su paciente. - Buenos días, señorita Grant. - Buenos días, doctor. - contesta sin muchos ánimos. - ¿Podría decirme cuando puedo salir de aquí?- Justo venía a darle el alta, afortunadamente usted corrió con la suerte de salir ilesa del incendio, por lo que sólo tendría que guardar reposo en casa para recuperarse del humo inhalado. También le recetaré algunos medicamentos para que pueda dormir mejor y controlar cualquier posible infección respiratoria.- Muchas gracias, doctor. - dijo Eleanor aliviada.- No se preocupe, es parte de mi trabajo.En ese momento, Cassandra Grant entró enterándose de la buena noticia.- Eleanor, hija, me alegro mucho de verte mejor - dijo Cassandra acercándose a la cama de su hija.- Gracias, mamá. - respondió Eleanor con una sonrisa.- Doctor, ¿qué cuidados especiales necesita mi hija en casa? - preguntó Cassandra.- Principalmente debe descansar y evitar hacer esfuerzos físicos
Cassandra entró en la habitación de su hija y notó inmediatamente la tensión que se encontraba en el aire.- ¿Está todo bien, Eleanor? -preguntó Cassandra con preocupación.- Por supuesto que no. - contesta, ella tratando de calmarse. - Acabo de tener una discusión con esa mujer y por fin tuvo la valentía de decirme lo que ya sabía con certeza. Te juro, madre que no descansaré hasta desenmascararla ante todo el mundo. Cassandra se sentó en la cama de su hija y la abrazó con cariño.- Entiendo que estés molesta, pero no dejes que el enojo te ciegue. Debes ser cuidadosa con lo que dices y haces, especialmente cuando se trata de una persona tan astuta como Erika. No queremos que ella tenga la oportunidad de volverte en contra.Eleanor respiró profundamente, tratando de controlar sus emociones.- No tengo dudas de que esa mujer también tuvo que ver con el incendio. Si fue capaz de lanzarse por unas escaleras exponiendo la vida de su hijo, no dudaría ni un segundo en hacer algo aún más te
Martin examina cuidadosamente las cámaras que Eleanor le entrega, pero después de un rato de revisarlas detenidamente, sacude la cabeza con tristeza.- Lo siento, señorita Grant, pero no veo ninguna pista obvia que nos pueda llevar a alguien en particular. Estas cámaras parecen haber sido diseñadas para ser extremadamente discretas y difíciles de detectar.- Eleanor siente una sensación de impotencia que le recorre todo el cuerpo.- Entonces, ¿qué podemos hacer ahora? ¿Hay alguna forma de rastrear su origen o de encontrar al culpable?Martin suspira y se frota la barbilla mientras piensa.- Lo único que podemos hacer es esperar a que encienda nuevamente las cámaras para tratar de rastrear mediante la ip su dirección, pero no podemos hacer más de allí.- Entiendo. Gracias, señor Huerta. Aprecio su ayuda en este asunto, quiero que sepa que si logra descubrir a la persona detrás de todo esto, será muy bien recompensado.- No se preocupe por eso, señorita Grant. Lo que importa ahora es en
La velada entre Patrick y Erika resaltaba el silencio tormentoso en aquel restaurante que ella había buscado para ir a cenar.- ¿Te encuentras bien?- Sí, disculpa. Estaba pensando en unos asuntos del trabajo. - mintió él.Erika no era ilusa, sabía que esos asuntos como él trataba de llamarles, no tenían otro nombre que Eleanor Grant. Así que decidió usar la única carta que le funcionaba para mantener la atención de Patrick.- Estaba pensando en que sería bueno revelar el sexo de nuestro pequeño en el baby shower e invitar a toda la alta sociedad o no sé qué opines de que lo descubramos cuando nazca para crear más sensación y que todos hablen de nosotros.- Creo que sería mejor enfocarnos en brindarle una verdadera llegada al bebé y no pensar en el qué dirán.- Tú siempre tan práctico. - ríe ella. - Pero no, querido. No podemos dejar de lado a todas nuestras amistades en todo esto, ya sabes que desde que se enteraron han estado al pendiente de nosotros.- Lo dejo a tu criterio. - se l
Eleanor levanta la vista de su trabajo cuando Patrick entra en su oficina con ojeras bajo sus ojos y un aspecto de haber pasado una mala noche. - No sé cuántas veces tendré que decirle a mi secretaria que deje de hacer pasar a cualquier persona sin mi autorización.- ¿Cualquier persona?- Por favor, Patrick. - contesta la señorita Grant volviendo a darse la vuelta, pero él la gira.- ¿Me explicarás ahora sí el porqué tanto misterio con el señor Huerta?- Suéltame. - dice Eleanor mientras intenta soltarse del agarre de Patrick.- ¿Acaso no la escuchaste, Patrick? - contesta Erick con las mano en los bolsillos desde la puerta.Patrick suelta a Eleanor y se gira hacia Erick con una expresión fría.- No pensé que te habías rebajado a tanto, hermano. - sigue Erick. - Pero con la señorita Grant no harás tu voluntad a tu merced.- Esto no es tu asunto. - Es mucho más de lo que piensas. - ríe él. - Ya es suficiente. - dice Eleanor entrometiéndose entre los dos.La situación cada vez se sen
Patrick estaba sentado en la barra del bar, consumido por la rabia y la tristeza. Bebía su whisky doble mientras su mente estaba sumida en sus pensamientos. Apenas notaba el ambiente del bar, la música de fondo o las conversaciones de los demás clientes. Solo quería olvidar todo lo que había pasado.De repente, una voz conocida lo sacó de su ensimismamiento.- No creí encontrarte nuevamente por aquí. - contesta Arthur Arthur se sentó a su lado y pidió una cerveza.- ¿No deberías estar en la empresa? - pregunta Patrick. - Al igual que tú, pero decidí darme una escapada para tomar algo fresco, estos días han sido pesadísimos, pero al parecer tú ya te has bebido toda la despensa. - responde Arthur con una sonrisa sarcástica.Patrick se queda en silencio por un momento.- Sí, supongo que he bebido más de lo que debería. - admite Patrick con una voz ronca.- Escucha, Patrick. Sé que tú y yo hemos tenido ciertos altercados, pero al fin y al cabo terminaremos siendo familia. ¿Por qué no ha
Patrick se despertó en la mañana después de una larga noche. Abrió los ojos lentamente, sintiendo el peso de la resaca que lo atormentaba. Parpadeó varias veces, tratando de acostumbrarse a la luz del sol que se filtraba a través de la ventana. Se levantó de la cama con dificultad y se dirigió al baño. Se miró en el espejo y se dio cuenta de que su cabello estaba revuelto y sus ojos estaban hinchados. Se lavó la cara y se cepilló los dientes, tratando de sentirse un poco más despierto.Observó su rostro luego de lanzarse agua fría, analizando lo que debía hacer ahora en su vida. Terminó de vestirse como de costumbre para ir al trabajo y bajó las escaleras hasta la habitación en la que se encontraba Erika.Tomó unos segundos antes de entrar, pero luego tomó el pomo con seguridad.- Buenos días. - dijo él al entrar.- Buenos días. - contestó ella con pocas ganas. - ¿Cómo te sientes? - preguntó él con las manos en los bolsillos.- Físicamente, bien. Ahora, del alma creo que ya es otra