Nicole dio vueltas al líquido en su copa. Sus dedos eran largos, delgados e impecables como una bella obra de arte.

No había pasado nada entre ellos aquella noche. Incluso si algo sucedió, ésta era su respuesta.

Eric quería que la gente malinterpretara su relación, así que ella lo afrontaría a su manera.

Él estaba haciendo un gran espectáculo de ello, incluso antes de que lograra ganar su corazón. Eso mostraba lo mucho que Eric estaba encaprichado con Nicole.

Desde el punto de vista de una persona desconocida, Nicole era la más de mente abierta entre ellos.

Por lo tanto, la ventaja de Eric se consideraba inútil.

Las personas de alrededor escucharon pero tenían la intención de hacerle caso omiso.

Era demasiada información para soportar.

¿Quién se atrevería a reírse de Eric Ferguson?

Gerard se atragantó por un momento. ‘Me equivoqué… ¡No debí pedirle a Nicole que me ayudara! ¡Estos dos son como el fuego y el hielo!’.

La comida terminó siendo insípida. Afortunadamente, no fue de