Ava JanssenNew YorkAry le dio unos tragos a una de sus bebidas y yo hice lo mismo con mi primera cerveza, para después seguir hablando.–Ary, es que hay algo que debes de saber y que no sé si vaya a ser del agrado de tu familia y de ti – Suspiré – Yo no soy soltera propiamente dicho, estoy divorciada. Por eso tengo tanto miedo a lo que siento por Eryx, porque vengo de tener un fracaso en mi vida. No me gustaría pasar por orto–Ava, no tengo mucha experiencia en eso yo no me he casado nunca con nadie pero no tienes nada de qué avergonzarte. Sí fracasaste es porque es persona te falló y no era digna de ti.– ¿Cómo es que asumes que mi matrimonio se rompió por esa persona?–Por lo que me dijiste la noche que me consolaste de lo de Tobías, que a ti te han engañado. Ese tipo o sea tu ex marido era una cucaracha, Ava, y ya no tenemos que hablar de él, yo no sé lo que viviste con él y no me interesa saber nada de esa persona que te maltrató y te engañó. No vale la pena, pero sí te puedo ha
Eryx DeCostelloNew YorkEstaba en mi departamento llegando a descansar de un día muy ajetreado pero feliz, porque Ava y yo más y más nos íbamos acercando y eso me tenía de un humor inmejorable y de un estado de ánimo aún mejor. Me acosté en la cama a pensar en ella, cuando sonó mi celular y de inmediato lo saqué para responderlo con la ilusión de que fuera ella y aunque no lo era, la sorpresa era muy grata para mí, al ver quién me estaba llamando.–Hola abuela, ¿Cómo estás?, ¿A qué le debo el honor de la llamada de una de las mujeres de mi vida? – La saludé alegremente. Yo amaba a esta mujer, era la razón de que sea lo que soy, me impulsó desde pequeño.–Hola Eryx, ¿Cómo está mi nieto más cercano a los 50 años de edad? – Respondió como siempre con su sentido del humor – Espero que dispuesto a venir a saludarme ésta noche.–Abuela, tú saliste peor que mi abuelo – No podía parar de reírme – El al menos me dijo que si ya cumpliré 40, pero tú has dicho 10 años más.–Ya sabes cómo me gus
Eryx DeCostelloNew York–Una mujer sin vanidad, no es nada Eryx y adelante no te quedes viendo las galletas que quisieras comerlas todas – Me incitó a comerlas – Y tú también Carlo, tanto peleaste porque las hiciera y se les quedan viendo nada más.Nos pusimos a comer las galletas mi abuelo y yo, después nos llevaron unos vasos con leche y así estuvimos un rato en silencio en lo que desaparecían las galletas del plato una por una hasta que no quedó ninguna de ellas y fue entonces que supe realmente, para lo que me había invitado la abuela.–Gracias abuela, estuvieron deliciosas como siempre. Cuando vuelvas a hacer, espero que me des una porción para llevar y comer en el camino.–Claro Eryx y también te daré otra porción para que le lleves a tu novia – Respondió mi abuela – Eso me tiene más sentida contigo que nada, ¿Cuándo me ibas a decir que ya eras novio de una mujer morena y hermosa?–Abuela, mi vida privada es mi vida privada. No quiero ser grosero pero Ava aún no es mi novia, au
Eryx DeCostelloNew YorkAl día siguiente de ir a merendar con mis abuelos, llegué a la oficina, justo a tiempo y vi a mi hermosa Ava, como siempre ella ya había llegado. Me acerqué a ella y le di un beso tierno de buenos días. Me gustaban sus besos, la podía pasar besando sin importarme el tiempo.–Buenos días Ava, ¿Cómo está la mujer más hermosa del mundo? –La saludé – A juzgar por lo que veo, se te ve muy bien.Sus atuendos me volvían loco, eran sobrios y a la vez elegantes, le quedaban a la perfección y las combinaciones que usaba le favorecían, era como si los tonos de las prendas se pusieran de acuerdo para resaltar su belleza.–Hola Don Eryx, buenos días – Eso ya me mataba de risa lo de Don Eryx, siempre que estábamos en la oficina – Estoy muy bien gracias y veo que usted también lo está.Me miró con una picardía que me encantaba, Ava era sensual y deseable, no tenía necesidad de venir vestida para ganarse la aprobación del género masculino, porque todo lo que se ponía le queda
Eryx DeCostelloNew YorkTobías, venía a cambiar todos mis planes, aunque Ary no representaba ningún problema porque podíamos arreglar lo de la estancia en un buen hotel.–Eryx, cálmate debe de haber una solución. No te desesperes, veo que te dura poco el efecto Ava y estás volviendo a ser el mismo desesperado de siempre.–No, no estoy desesperado Tobías ¿Qué es eso que no puedes cancelar en Londres para ver a tu mejor amigo y a tu novia, los días que iremos?–Un maestro que nos da una clase, de las que vine a tomar acá. Nos llevará a Surrey de campamento. Lo siento Eryx, no podemos hacer nada y si no voy perderé mis buenas calificaciones, es obligatorio.–Que oportuno eres, Tobías Becker. Gracias, por dejarme con un problema que resolver.–No te llamaría si no supiera que no puedes resolverlo. Tú todo lo puedes amigo y te prometo, que luego los compensaré a ti y a mi Ary.–Más te vale, porque ¿Estás consiente del drama que ella va a armar? Está muy entusiasmada con verte.–Lo sé y ya
Ava Janssen New YorkEse día saliendo de la oficina, pasé por Ary a su área para irnos a comprar los vestidos que usaríamos en la boda de Janice. Ella aún no se desocupaba del todo, por lo que la esperé un par de minutos, hasta que salió lista y dispuesta para irnos de compras. Uno de los placeres de nosotras las mujeres.–Hola Ava, disculpa por haberte hecho esperar, es que tenía un asunto del que me tenía que ocupar, pero ya estoy lista – Ary me sonrió – Ya nos podemos ir.–Hola Ary, no te preocupes, yo estuve mientras buscando lugares para comprar los vestidos.Debíamos ir ya con algo en mente y las imágenes que habia visto del lugar eran las adecuadas para este evento. Los vestidos largos eran los que se usaban en las bodas londinenses.–Excelente, ahora estoy un poco bloqueada pero ya se me ocurrirá algo de dónde los podemos comprar, pero escucho tus opciones que es muy posible que sean mejores que las mías.Le enseño el celular donde se ve el lugar para ir a comprar. Se encuent
Ava Janssen New YorkMe gustaba el vestido, pero no para algo tan formal.–Lo será tu hazme caso y ve a probártelo, por favor Ava.–Está bien, pero conste que no puedo llevar eso a la ceremonia Ary DeCostello.–Lo sé, pero no es para la ceremonia Ava Janssen.Entré con el vestido al probador y cuando salí con él puesto, Ary le dio el visto bueno y después que salí ya vestida con mi ropa y que tomé el vestido rojo para pagarlo, el que me llevaría a la boda de Janice. Ary tomó el vestido azul de ella y el negro que me acababa de probar y los pagó. Salimos de la tienda y una vez que estábamos fuera, me aclaró la situación.–Ava, este vestido negro lo compré para ti. Yo te lo regalo no para la ceremonia, para una ocasión especial que tengas con Eryx.–Ary muchas gracias, pero yo no te lo puedo aceptar. Es mucho dinero y déjame pagártelo, no me gusta que nadie me regale cosas, sé que soy rara pero me gusta hacerme de mis cosas por mí misma.–Lo siento Ava, pero si no me lo recibes estaré
Eryx DeCostelloNew YorkEstoy fundido, pero no me quejo. Nuestros encuentros cada vez eran más intensos, es que no podíamos salir de la oficina porque pensábamos de una vez donde podernos ver para saciar nuestro deseo. Por mi parte era así, pensaba todo el tiempo en su tersa piel y en lo que me hacia sentir cada vez que la tocaba o que ella me tocaba a mí. Una vez llegué a pensar que nunca más volvería a sentir tanto por alguna otra persona y heme aquí, contemplando a esta mujer que estoy seguro que nunca podré olvidar.Me recuesto en la cama y la contemplo. Ava, estaba acostada de lado con la sabana cubriendo su hermoso cuerpo, y yo de frente a ella, habia cerrado los ojos por un instante y me quedé dormido al igual que ella. Me habia despertado el toque de la puerta y reacciono al escuchar la voz anunciando que habían traído la cena que pidieron, busqué la ropa y me puse el pantalón y la camisa, no habia tiempo de buscar algo más, así que descalzo me acerqué para abrir la puerta.A