Ava Janssen New YorkMe gustaba el vestido, pero no para algo tan formal.–Lo será tu hazme caso y ve a probártelo, por favor Ava.–Está bien, pero conste que no puedo llevar eso a la ceremonia Ary DeCostello.–Lo sé, pero no es para la ceremonia Ava Janssen.Entré con el vestido al probador y cuando salí con él puesto, Ary le dio el visto bueno y después que salí ya vestida con mi ropa y que tomé el vestido rojo para pagarlo, el que me llevaría a la boda de Janice. Ary tomó el vestido azul de ella y el negro que me acababa de probar y los pagó. Salimos de la tienda y una vez que estábamos fuera, me aclaró la situación.–Ava, este vestido negro lo compré para ti. Yo te lo regalo no para la ceremonia, para una ocasión especial que tengas con Eryx.–Ary muchas gracias, pero yo no te lo puedo aceptar. Es mucho dinero y déjame pagártelo, no me gusta que nadie me regale cosas, sé que soy rara pero me gusta hacerme de mis cosas por mí misma.–Lo siento Ava, pero si no me lo recibes estaré
Eryx DeCostelloNew YorkEstoy fundido, pero no me quejo. Nuestros encuentros cada vez eran más intensos, es que no podíamos salir de la oficina porque pensábamos de una vez donde podernos ver para saciar nuestro deseo. Por mi parte era así, pensaba todo el tiempo en su tersa piel y en lo que me hacia sentir cada vez que la tocaba o que ella me tocaba a mí. Una vez llegué a pensar que nunca más volvería a sentir tanto por alguna otra persona y heme aquí, contemplando a esta mujer que estoy seguro que nunca podré olvidar.Me recuesto en la cama y la contemplo. Ava, estaba acostada de lado con la sabana cubriendo su hermoso cuerpo, y yo de frente a ella, habia cerrado los ojos por un instante y me quedé dormido al igual que ella. Me habia despertado el toque de la puerta y reacciono al escuchar la voz anunciando que habían traído la cena que pidieron, busqué la ropa y me puse el pantalón y la camisa, no habia tiempo de buscar algo más, así que descalzo me acerqué para abrir la puerta.A
Eryx DeCostelloNew YorkAgrego un poco del líquido en mi mano, hago espuma y empiezo a pasar mis manos por sus costados, por sus muslos y sus costillas, voy subiendo a hasta sus senos y me detengo un poco en esa parte que me gusta mucho. Los aprisiono con mis dedos y le gusta mi toque.– ¿Y el masaje?–Eso puede esperar, amor.–Estoy de acuerdo contigo, creo que eso será para otra ocasión.Me levanto de la tina y la ayudo a salir, las toallas están listas en el taburete y tomo una de ellas, la seco un poco y la recuesto en el mueble de las toallas y ella se voltea y se pone de rodillas. Es una sorpresa para mí. No me lo esperaba.Me mira desde esa posición, toma mi miembro en sus manos y su lengua viaja desde la base hasta la punta palpitante, su lengua es caliente y se ve sexy al hacer eso. Cierro los ojos, pero quiero ver lo que me hace, no quiero dejar de mirarla. Hace una serie de movimientos con su boca cuando lo tiene por completo dentro de ella. Lento, suave, rápido, duro, bes
Ava Janssen LondresNo hay plazo que no se cumpla y aquí estábamos Ary, Eryx y yo llegando a mi casa en Londres, el mismo día que se casaba Janice. Por poco y no llegábamos y el solo pensarlo me hacía sentir fatal pues ella no me lo hubiera perdonado jamás. Luego me puse a pensar del ofrecimiento de Eryx de viajar en un avión privado.Lo bueno es que a pesar de los retrasos en el aeropuerto y todo lo que ocurrió en este largo viaje aquí estábamos ya. Los inconvenientes se habían solucionado a nuestro favor. Así que habíamos llegado justo a tiempo.La camioneta que había alquilado Eryx, nos estaba esperando afuera. Nos acomodamos Ary, yo y el chofer puso todas las maletas en la parte de atrás, bajo la supervisión de Eryx. Todo estuvo bien ordenado. Le dije la dirección y nos fuimos rumbo a la casa de mis padres, que volvía a ser de nuevo la mía.Entramos a mi casa y de inmediato sentí una manifestación de amor de mi perro Whisky que me besó con mucha alegría, estaba tan emocionado de
Ava Janssen Londres–Mucho gusto señorita – Mis padres le dijeron a Ary.–Pero pasen a la mesa, que tenemos el tiempo encima para comer y arreglarnos para la boda. – Nos dijo mamá.–Claro, pasemos – Respondí.Todos nos sentamos a la mesa, incluyendo a Philip quién bajó después y noté ahí mismo en la mesa que él y Ary no paraban de mirarse, incluso ella se puso nerviosa cuando sus manos se unieron para tomar un salero. Algo que no pasó desapercibido por mi padre a quién sorprendí en varias ocasiones guiñándole el ojo a Philip en señal de aprobación. Estos dos no cambiaban.No platicamos mucho durante la comida, por lo que había dicho mi madre, teníamos el tiempo encima para irnos a la boda de Janice. Terminando de comer, todos subimos a alistarnos a la velocidad del rayo para la boda y cuando ya estábamos vestidos y arreglados, nos pusimos de camino a la iglesia.–Ava te ves espectacular – Me decía Eryx en el camino – Vas a opacar a la pobre de la novia.Eryx tenía un tino para decir
Ava Janssen Londres–Ava, hija no nos has contado nada de lo que has hecho desde que te fuiste ¿Cómo está todo en New York? – Preguntó mi madre emocionada – A juzgar por cómo te veo, todo está espectacular.–Sí mamá me ha ido muy bien – Dije feliz – Eryx tiene mucho que ver con mi felicidad.Lo tome de la mano, nuestros dedos se entrelazaron y me gustaba como me hacía sentir, me gustaba su contacto. Algo que me pasaba cada vez que nos tocábamos.–Qué bueno hija – Sonrió mi padre – Brindo por usted señor DeCostello, por hacer feliz al tesoro más grande que tengo como padre a mi pequeña Ava.–Brindemos por Ava, señor Janssen – Dijo Eryx y levantó su copa – Usted y la señora Janssen además de ser un matrimonio ejemplar, han criado a la mejor persona que la vida me ha presentado, a mi hermosa morena, mi Ava y aquí delante de ustedes le prometo a ella hacerla siempre muy feliz.Lo dicho por Eryx hizo que se me salieran un poco las lágrimas y mis padres, mis demás amigos y los padres de Ja
Ava Janssen LondresMi amiga me llevaba corriendo, no me podía sostener y temía que de un momento a otro me rompiera un tobillo por ir tan de prisa. Así que me resistí a que me llevara casi a rastras.–Janice, ¿Qué pasa mujer? – Le pregunté – No puedo correr con estos tacones tan altísimos, no soy tú.Lo que eran ella y Ary, parecían que hubieran nacido con zapatillas incluidas, podían hasta saltar obstáculos con ellos puestos, el cual no era mi caso por la falta de costumbre. Y porque no se me hacía nada sano andar en sancos. –Ava, entonces quítatelos que tienes que ver lo que yo he visto. Estoy emocionada, por nuestro cachorro. – Dijo emocionada.– ¿Philip? – Así le decíamos a mi hermano de cariño – Ahora ¿Qué ha hecho? Por Dios Janice, no lo vi sentado en la mesa. No me digas que se ha metido en un lio.–Ahorita que yo lo vi todavía no había hecho nada, quizás ya a ti te toque ahorita que los veamos que estén en más acción. Me remontaron a mi adolescencia, cuando me iba a besar
Eryx DeCostelloLondresMi morena, me estaba reprendiendo delante de sus padres y yo me contuve de ir a detener a Ary y a su hermano. Pero no sé qué era lo que les pasaba, apenas se acababan de conocer. Me estaba poniendo en vergüenza delante de los padres de Ava. Ary a veces no media la dimensión de sus actos.– ¿Ava, podemos ir a bailar? – Dije a mi morena de fuego.Por lo menos que Ary se diera cuenta de que yo estaba cerca para que no siguiera con sus escenas, era imperdonable lo que está haciendo, porque me imaginaba lo que habia sufrido ella cuando supuso que entre Tobías y la amiga de él, habia pasado algo. Cosa que solo pasó en su imaginación, pero aquí era real y tangible, tanto que la sorpresa no se quitaba de mi mente.–Eryx en un momento vamos. – Me regaló una de sus hermosas sonrisas.La miré para ver si eran unas de sus artimañas para que no me moviera del lugar y no fuera a hacer algo indebido. No quería que usara trucos para que me calmara, pues claramente me daba cuen