Ava DeCostello New YorkYa estaba conociendo bien a la familia DeCostello, que ahora también era mi familia, nos estábamos acercando a dónde estaban todos cuando mi suegra, se acercó a nosotros con una cara de espanto.–Ava, que bueno que te encuentro nuera querida – Me dijo Gaia – Es que, necesito que llames al esposo de tu amiga. Le ha dado un dolor muy fuerte en el vientre y está tumbada en una silla de alberca, al parecer ya va a dar a luz y tu madre, le ayudará a tener a su hijo.– ¿Qué? No, pero si le faltan unas cuantas semanas – Dije sorprendida – Vamos con ella, tengo que ver como está.Philip y Eryx se miraron a los ojos y yo los miré a los dos, pensando que ellos, habían invocado esto, pero, por otro lado. Era verdad, Janice venía en un avanzado estado de embarazo y era muy posible que esto pasara, pero de eso a que mamá, le fuera a ayudar a tener al bebé, me parecía algo muy descabellado, no sé pensé que, sería mejor llamar a la ambulancia.Pasamos la multitud y mi madre,
Eryx DeCostelloNew YorkMi madre llegó a sentarse con todos los caballeros, como si hubiera visto a un fantasma, algo que nos causó a todos cierto grado de risa. Mi madre, nunca se asustaba por lo general, pero ahora, estaba más asustada, que cuando Ary, había estado grave y eso era decir mucho. Mi padre, por supuesto, se levantó de dónde estaba sentado y abrazó a mi madre.–Gaia, pero ¿Qué pasó, mujer? – Le preguntó papá – Has tardado algo allá, además ya había llegado tu amiga Lauren, no me digas que pasó algo malo, con la amiga de Ava.–Amor, es que había demasiada sangre y esa pobre mujer estaba en un grito de dolor y angustia – Mi pobre madre, estaba en un shock – Recordé cuando nació Eryx, que no llegué al hospital y que Antonella, lo trajo al mundo. Yo sentí que moría con todo y mi hijo y esta pobre mujer, tan lejos de su país y sin el marido aquí presente.– ¿Qué? – Pregunté extrañado – Sí que fueron unos tacaños, los dos. Con tanto dinero y por no pagar un hospital, mi pobre
Eryx DeCostelloNew YorkLa hospitalidad de mis padres era excelente, nunca dejaban ir a alguna persona si se encontraba en algún mal estado, por lo que no hubieran permitido de ninguna manera que Janice, se quisiera mover de su casa.–Por nada mi querida nuera – La abrazó papá – Pero, ya no aguanto la curiosidad, por favor, ve a preguntar, si ya podemos ir a ver a ese niño.–Claro que sí, voy ahora mismo a preguntar – Dijo Ava – Vamos Leslie, ya que has visto todo y hasta dado tu reportaje de los hechos, acompáñame.–Claro, Ava.Mi mujer maravilla y Leslie, se alejaron para ir a preguntar, si podíamos ver a Janice. Todos estábamos ansiosos de conocer a su hijo y, además, yo moría de ganas de ver, cuando se le diera el trajecito de Yankee y la cara que iba a poner Janice. Por eso, no era bueno decir que uno no haría una cosa, pues termina pasando.Ella no quería que su hijo naciera aquí y su hijo parece ser, que hasta para llevarle a Janice la contraria, se empeñó en hacerlo, pero era
Ava DeCostello New YorkSabía que Eryx, me estaba ocultando algo y que por ello había enviado a Ary con el pretexto, que mi suegra la buscaba, pero no era el lugar, ni el momento adecuado, para abordar a mi esposo y menos habiendo tanta gente alrededor. Mi amiga Janice, necesitaba descansar, después de todo lo que había pasado, debía sentirse agotada, después de dar a luz.–Eryx, vamos a despedirnos de Janice y vayamos a nuestra casa – Le propuse a mi esposo – Janice, tiene que descansar, después de todo lo ocurrido en el día de hoy.–Sí, mi hermosa morena. Vamos a despedirnos.Mi esposo y yo, nos acercamos a mi mejor amiga y nos despedimos de ella, que sonreía demasiado contenta por lo que acababa de vivir y además, ya le había enviado la foto a Caleb, de su bebé vestido de Yankee, causando un revuelo en el padre.–Te dejaremos descansar amiga – Le dije a Janice – Tienes que dormir, porque a partir de aquí, tu hijo no te lo permitirá, ¿No se te ofrece algo?No me había gustado dejar
Ava DeCostello New York–Ese es justamente el problema Ava – Dijo Eryx – Que, me da un poco de miedo, esa situación. Cuando Philip y tú, fueron a buscarme a Ary y a mí, yo ya las había encontrado a ellas, tocando un tema delicado, relacionado con eso de los hijos. Me debato en hablarlo contigo o no, pues no me corresponde a mí, el hacerlo. Eso le concierne, tanto a Ary como a ti, por ser hermana de Philip.Lo que decía Eryx, era completamente comprensible. El pobre de mi marido, se encontraba entre la espada y la pared y yo, definitivamente, no podía presionarlo a que me dijera nada. Admiraba eso en él, que no quisiera tener secretos conmigo, pero entendía que, en esta ocasión, se trataba de Ary, de su hermana y que no era para él, tan fácil el invadir sus cuestiones.–Gracias, por decirme, mi amor – Me puse de pie y nos abrazamos – Mira, no te preocupes Eryx, mañana yo pasaré por Ary, para ir a desayunar. Claro, si no te importa que llegue un poco tarde a la empresa.–No tienes por
Eryx DeCostello New YorkCuando Ava y Ary, se despidieron de mí, me quedé pensando en todos los problemas en los que se encontraba ahora mi pobre hermana, pero era algo que tenía que hablarlo también con Philip, veía que a él también le encantaban los niños, pero no por eso, no iban a poder encontrar otra alternativa.–Hola cuñado, veo que ya nuestras mujeres ya se fueron, esperaba poder despedirme de Ary, pero veo que llevaban prisa.Pues, creo que la que más había tenido prisa había sido Ary, como si hubiera estado huyendo de algo, era lógico por lo que seguramente le iba a contar a su cuñada, por lo menos iba a salir directamente de su boca, mi Ava, sabría encontrar una solución a todo esto que representaba este dilema. –Ava, me ha pedido un pequeño permiso, como si yo le fuera a decir algo si se tomaba todo el día, si quisiera, ella es también presidenta de la empresa y puede ausentarse el tiempo que quiera.Mi esposa era todo un caso, pero era su costumbre, ella tenía que pedi
Eryx DeCostello New YorkMi hermana estaba muy bien protegida, no podía negar que cuando estaba con Tobías, también lo estaba, pero ya no podía mover nada, sabiendo que mi amigo estaba muy feliz con la mujer que le había tocado, si así lo había querido el destino, yo no soy nadie para querer organizar las cosas a mi gusto.–Podemos ir ahora mismo a la empresa, Philip, empecemos de una vez el día de hoy, claro, si no tienes otra cosa pendiente, para ir agilizando lo de tu contratación.Si él, ya había decidido trabajar al lado de mi hermana, era lo más lógico, pero ella era la que tenía la última palabra, pero viéndolo desde un punto de vista más práctico, sería lo mejor, así como estábamos Ava y yo, nos complementábamos en todo, entre ellos también se podía establecer ese vínculo.–Podemos ir en este momento, Eryx, pero no le digamos nada a Ary, que sea una sorpresa para ella, encontrarme en su oficina ya siendo su asistente.Pero la cosa no sería de inmediato, creo que le iba a pasa
Ava DeCostello New YorkAry y yo, estuvimos platicando un poco, ella no se animaba aún del todo, a contarme lo que quería decirme. Yo decidí, pedir unos pasteles del carrito de postres que llevaban al restaurante para ofrecer a los clientes, además que mi hija tenía hambre de algo dulce y esperaba que, con eso, mientras comíamos el postre, Ary, pudiera decirme lo que estaba pasando con ella.–Ary ¿Gustas un postre? – Le pregunté – Se ven deliciosos y tu sobrina, tiene ganas de un pastel de limón.–Sí Ava, a mi se me antoja un pastel marmoleado – Respondió – Se ven muy bien.A mí, se me iban los ojos, el ver los postres que nos estaban ofreciendo, con gusto pediría un poco de cada uno, pero no se podía, así que me conformaría con solo uno.– ¿Gustan algo del carrito de postres? – Preguntó la chica del carrito – Tenemos pastel de fresa, de durazno, marmoleado, de limón, pay de piña y de manzana.–Quisiera un pastel de limón, por favor.–Yo quisiera un pastel marmoleado, por favor – Dij