Eryx DeCostelloLondres–Vino, te buscó y al saber que no estabas me buscó a mí. Me invitó a almorzar y me dijo entre otras cosas que necesitaba verte, tanto que me insistía que le dijera dónde estabas pero no te preocupes no le dije nada, le dije que ya pronto regresarías a New York y ella me dijo que entonces esperará hasta que regreses para hablar contigo pues le urge decirte que por fin se ha divorciado y que ya es libre para ti.Wow, esta mujer tenía las agallas para decir semejantes atrocidades, en ningún momento me gustaría volver con ella, ni siquiera eso habia pasado por mi cabeza desde que supe de su engaño. Ni se imaginaba las cosas que habían pasado y las que estaban a punto de pasar, creo que llegaba justo para decirle que le agradecía que hubiera estado casada.–No puedo creerlo, han pasado años y ahora cree que todo es así de fácil como volver y decir que ya se divorció para que yo vuelva a aceptarla.Ni en sus sueños más locos podía yo aceptarla, la pude perdonar, de e
Eryx DeCostelloLondresSalí del baño y no estaban estas dos mujeres, si serán malas pensé. Me asomé por la ventana de la recámara de Ava y me di cuenta que si se pensaban ir sin mí, me vieron desde abajo y me decían adiós con la mano. No me quedó más remedio que salir como estaba con el pelo mojado y despeinado para alcanzarlas, no se libraran de mí tan fácilmente.–Hola Eryx, veo que sí nos alcanzaste al fin de cuentas – Me dijo Ava – Que buen look traes.–Que graciosa eres Ava Janssen – Le dije riéndome de todo – Pero vas a ver, si me ibas a dejar.–Claro que te iba a dejar, no me gusta la gente lenta amorcito – Respondió con sinceridad.Eso lo entendía perfectamente, cuando una persona era más que puntual, esperaba que todos los demás lo fueran, solo que no me habia demorado nada, habia empleado el tiempo justo para bañarme y vestirme, ni tiempo me habia dado de perfumarme ni de peinarme. Siempre tenía el tiempo medido según veía.–Lo siento señor DeCostello –Dijo su padre – Ava,
Ava JanssenLondresEn la última noche en Londres nos divertimos mucho cenando con mi familia y me dio mucho gusto ver y darme cuenta que mi Eryx, fue amado por toda mi familia, desde un comienzo y hasta por mi hermoso Whisky quién lo amo, a pesar de ser un perrito que no quiere a toda la gente. Eso solo podía significar una cosa, que Whisky consideraba a Eryx el indicado para mí pues a Bruno nunca lo quiso y cada que íbamos a casa.No lo dejaba tranquilo y se empeñaba en morderlo, algo a lo que yo no le di importancia entonces pero se la estaba dando sin dudar ahora, Whisky desde entonces seguramente quiso protegerme y eso pasa muchas veces con los perritos que quieren proteger a sus dueños de malas personas, ahora lo sabía y después de una dura lección de la vida lo aprendí.Al día siguiente por la mañana muy temprano, toda mi familia nos fueron a llevar al aeropuerto a Eryx, a Ary y a mí. Mis papás y Philip estaban un poco tristes y en el fondo yo también lo estaba, era lo único ma
Ava JanssenLondresNo tenía ningún reclamo que hacerles, porque de seguro le dijeron toda la verdad, Bruno no solo me habia herido a mí, toda mi familia se habia unido en mi dolor.–Ary, que bárbara eres. Eryx está dormido y tu haciendo que me muera de risa – Respondí sin dejar de reírme – Mejor tu dime, ¿Qué tanto dijeron de Bruno allá en la finca?–La pregunta sería ¿Qué no dijeron? Todos dijeron que es una porquería, Ava y me enseñaron unas fotos que tenían tus tíos de tu boda. Parecías una diosa, una princesa, pero ese tipo, es bastante desagradable a la vista ¿Qué le viste? Me preocupa sinceramente que tengas algún problema con tus ojos – Manifestó Ary – Se ve a leguas que es mala persona y agradezco que ya no estés con él.–Créeme que yo lo agradezco más, Ary y no tengo como defenderlo de nada de lo que dijera mi familia – Reconocí con ella – Mi papá y Philip aquí entre nos, nunca lo quisieron mucho del todo, siempre decían que había algo en él que no los dejaba que lo aceptara
Ava JanssenLondresNunca habia sentido ese imán que tenía con Eryx, solo bastaba que estuviéramos en la misma habitación para que me sintiera completa, como si él fuera mi otra mitad, cosa que nunca me habia sucedido con Bruno, con Eryx ha sido tan natural, solo que en un comienzo no lo quería aceptar. Y como habia dicho Ary, la vida y el destino nos habían juntado y eso no se lo podía negar.–Eso lo sé Ava, por eso desde que te conocí, cuando pensabas que yo era la esposa del anciano de mi hermano, supe que la que lo llegaría a ser, llegado el momento serías tú.–Ary, eres terrible ¿Cómo te pones a decirme lo del anciano de tu hermano? Eryx aún es joven – Dije muriendo de risa nuevamente – Además yo tampoco soy una quinceañera.–No lo serás pero si pareces una, Ava, las mujeres nos podemos conservar y ocultar la edad pero los hombres no y eso es una pena para ellos.Claro nosotras siempre teníamos trucos para vernos siempre mejor que los hombres, aunque ya algunos estaban haciendo u
Eryx DeCostelloNew YorkAl aterrizar en New York, unas horas después, ya el chofer de la empresa estaba ahí por nosotros y de inmediato nos ayudó con el equipaje que traíamos y después nos subimos los tres a la limusina. Fuimos a llevar a Ary a casa de Dante para que descansara un poco y yo, me fui con mi hermosa Ava a hacer lo mismo a su hotel. Sí nos quedaríamos esta noche en su suite.Al entrar a su suite en el hotel, los besos, los abrazos y las caricias no se hicieron esperar, pero ese día era más lo cansado que estábamos que otra cosa que nos acostamos a descansar y después de dormir un rato, aunque yo ya habia aprovechado en el avión de dormir un rato ella no lo había hecho. El timbre de mi celular me despertó y respondí sin ver de quién se trataba. No quería que Ava se despertara.–Hola Eryx, bienvenido de vuelta a New York – Esa voz era inconfundible, era mi abuelo – Estoy muy enojado contigo, nunca vinieron a cenar tu chica y tú y no solo eso, no viniste a despedirte de nos
Eryx DeCostelloNew YorkYa éramos dos, igual nos complementábamos en todo, podríamos comprar unas fresas o un pastel para celebrar también.–Está bien, compraremos un pastel entonces – Dije convencido – Y ahora, dame un beso para que me motives a que vaya a cambiarme para irnos a correr en el rayo del sol. – Puse como pretexto.Ava me dio un beso tierno y a ese le siguieron muchos más y después salimos juntos de su suite, ella se adelantó al parque y yo casi sin ganas me fui a cambiar, no se me antojaba correr con el calor que estaba haciendo, pero tenía y quería complacer a mi Ava en todo y más por lo que estábamos por vivir juntos esa noche especial en la que mi familia sabría que estábamos juntos. Que pienso que la noticia ya se regó por lo que me dijo el abuelo.Entré a la empresa, saludé a los empleados que en ese momento se encontraban en la recepción, subí a mi departamento y me cambié y después salí a encontrarme con mi hermosa Ava, nos fuimos a hacer nuestra rutina de correr
Eryx DeCostelloNew York–El que tengo que comprar por llegar de ultimo al hotel – Le recordé – Pues vamos que me muero de hambre.Todo el esfuerzo que habia hecho, despertó un tremendo apetito, a pesar de que no habíamos recorrido los kilómetros habituales, mi hambre estaba a mil. Podíamos pasar a comer algo rápido a algún restaurante por aquí cerca.–Pensaba en que comamos una hamburguesa o algo rápido – Me propuso – Para no estar muy llenos y poder llegar a cenar bien a casa de tus abuelos.–Me parece excelente. – Yo podía comer normal, pero tenía razón.Salimos tomados de la mano del hotel y nos subimos a la limusina de la empresa que ya nos esperaba, fuimos a un restaurante de comida rápida para comer unas hamburguesas y después nos fuimos con rumbo a una pastelería exclusiva dónde compraba siempre los postres para llevar a ocasiones especiales.–Aquí puedes escoger los que quieras – Le enseñé la variedad.–Pero yo estaba pensando en uno solo ¿no seremos muchos o sí?–Sí, solo un