Ava JanssenLondresNunca habia sentido ese imán que tenía con Eryx, solo bastaba que estuviéramos en la misma habitación para que me sintiera completa, como si él fuera mi otra mitad, cosa que nunca me habia sucedido con Bruno, con Eryx ha sido tan natural, solo que en un comienzo no lo quería aceptar. Y como habia dicho Ary, la vida y el destino nos habían juntado y eso no se lo podía negar.–Eso lo sé Ava, por eso desde que te conocí, cuando pensabas que yo era la esposa del anciano de mi hermano, supe que la que lo llegaría a ser, llegado el momento serías tú.–Ary, eres terrible ¿Cómo te pones a decirme lo del anciano de tu hermano? Eryx aún es joven – Dije muriendo de risa nuevamente – Además yo tampoco soy una quinceañera.–No lo serás pero si pareces una, Ava, las mujeres nos podemos conservar y ocultar la edad pero los hombres no y eso es una pena para ellos.Claro nosotras siempre teníamos trucos para vernos siempre mejor que los hombres, aunque ya algunos estaban haciendo u
Eryx DeCostelloNew YorkAl aterrizar en New York, unas horas después, ya el chofer de la empresa estaba ahí por nosotros y de inmediato nos ayudó con el equipaje que traíamos y después nos subimos los tres a la limusina. Fuimos a llevar a Ary a casa de Dante para que descansara un poco y yo, me fui con mi hermosa Ava a hacer lo mismo a su hotel. Sí nos quedaríamos esta noche en su suite.Al entrar a su suite en el hotel, los besos, los abrazos y las caricias no se hicieron esperar, pero ese día era más lo cansado que estábamos que otra cosa que nos acostamos a descansar y después de dormir un rato, aunque yo ya habia aprovechado en el avión de dormir un rato ella no lo había hecho. El timbre de mi celular me despertó y respondí sin ver de quién se trataba. No quería que Ava se despertara.–Hola Eryx, bienvenido de vuelta a New York – Esa voz era inconfundible, era mi abuelo – Estoy muy enojado contigo, nunca vinieron a cenar tu chica y tú y no solo eso, no viniste a despedirte de nos
Eryx DeCostelloNew YorkYa éramos dos, igual nos complementábamos en todo, podríamos comprar unas fresas o un pastel para celebrar también.–Está bien, compraremos un pastel entonces – Dije convencido – Y ahora, dame un beso para que me motives a que vaya a cambiarme para irnos a correr en el rayo del sol. – Puse como pretexto.Ava me dio un beso tierno y a ese le siguieron muchos más y después salimos juntos de su suite, ella se adelantó al parque y yo casi sin ganas me fui a cambiar, no se me antojaba correr con el calor que estaba haciendo, pero tenía y quería complacer a mi Ava en todo y más por lo que estábamos por vivir juntos esa noche especial en la que mi familia sabría que estábamos juntos. Que pienso que la noticia ya se regó por lo que me dijo el abuelo.Entré a la empresa, saludé a los empleados que en ese momento se encontraban en la recepción, subí a mi departamento y me cambié y después salí a encontrarme con mi hermosa Ava, nos fuimos a hacer nuestra rutina de correr
Eryx DeCostelloNew York–El que tengo que comprar por llegar de ultimo al hotel – Le recordé – Pues vamos que me muero de hambre.Todo el esfuerzo que habia hecho, despertó un tremendo apetito, a pesar de que no habíamos recorrido los kilómetros habituales, mi hambre estaba a mil. Podíamos pasar a comer algo rápido a algún restaurante por aquí cerca.–Pensaba en que comamos una hamburguesa o algo rápido – Me propuso – Para no estar muy llenos y poder llegar a cenar bien a casa de tus abuelos.–Me parece excelente. – Yo podía comer normal, pero tenía razón.Salimos tomados de la mano del hotel y nos subimos a la limusina de la empresa que ya nos esperaba, fuimos a un restaurante de comida rápida para comer unas hamburguesas y después nos fuimos con rumbo a una pastelería exclusiva dónde compraba siempre los postres para llevar a ocasiones especiales.–Aquí puedes escoger los que quieras – Le enseñé la variedad.–Pero yo estaba pensando en uno solo ¿no seremos muchos o sí?–Sí, solo un
Eryx DeCostelloNew YorkEstuvimos compartiendo muy buenos momentos esa noche, cenamos, reímos y nos divertimos y después de la cena llegó la hora del postre y todos quedaron encantados con él. Ava, se quedó sentada un rato platicando con la abuela y yo salí por un momento a hablar con Dante del tema que me preocupaba al volver a Nueva York, de Michelle Ross.–Eryx, aunque estoy feliz por ti y por Ava, debo decirte que me preocupa mucho la situación con esa mujer, con Michelle, no sé lo que esté tramando pero no es nada bueno y seguramente mañana irá a buscarte a la empresa ¿Ya sabes que es lo que vas a hacer con ella?Por supuesto no me iba a quedar de brazos cruzados hasta que se apareciera. No dejaría que pretendiera acercarse a mí, pondría mi barrera más alta que ella.–Claro que sí lo sé Dante, la mandaré lejos y le dejaré claras las cosas. Yo no pienso dejar que nada ni nadie y menos esa mujer, me arruine el mejor momento de mi vida ahora que he encontrado a la mujer perfecta pa
Eryx DeCostelloNew YorkEsa noche después de cenar con mis abuelos y con mis demás familiares, yo me subí con Ava a la limusina que nos llevaría de vuelta a su hotel. Al llegar, ella me tomó de la mano y me atrajo para darme un acalorado beso, me tomó de sorpresa porque nunca me había besado de esa forma, con urgencia y desenfreno.Sus besos me encantaban y me volvían loco, pero esa noche sentí en ese beso que nos dimos al llegar a su hotel, algo diferente, sentí un poco de miedo de su parte, porque parecía que no me quería soltar o terminar el beso.–Gracias por esta maravillosa noche, Ava y por aceptar ir a cenar con mi familia, para que al fin te conocieran – Le agradecí – Ha significado mucho para mí.La aceptación de nuestras familias también influenciaban en la toma de decisiones, aunque ya fuéramos adultos, siempre esperábamos que nuestros familiares aceptaran a tu pareja, era como una especie de bendición, así lo veía yo.–Por nada Eryx, ha sido una bonita noche, pero estoy d
Eryx DeCostelloNew YorkSería solo cuestión de poner a Michelle en su lugar, que respetara que ya su tiempo había pasado y que por nada en este mundo regresaría con ella.–Claro que sí, mi amor, también te amo. Nos vemos mañana en la empresa – Me dijo ella de manera casual – Bueno en caso de que no puedas ir a correr.–Está bien Ava, nos vemos mañana, te amo.Ella me acompañó a la puerta de su habitación dónde nos despedimos de un apasionado y muy intenso beso. Lástima que lo otro no podía esperar, porque con gusto me quedaría.–Te amo Eryx, hasta mañana mi dios griego – Me sonrió con esa sonrisa que me encantaba.–Hasta mañana mi hermosa morena, mi mujer maravilla – Respondí yo.Me fui caminando por el pasillo del hotel y tomé el ascensor, dejando atrás a mi Ava y lleno de coraje por tener que hacerlo. Me regresé en la limusina, que me estaba esperando, aunque la distancia no era muy larga el vehículo debía permanecer a la empresa y subí al departamento tenía mucho que pensar y lo q
Eryx DeCostelloNew YorkDespués de enviarle el mensaje a Ava, me metí a bañar lo más rápido que pude, me arreglé y después al salir me preparé un café bien cargado para después bajar a la empresa a enfrentar el día, era la palabra y la forma correcta de decirlo. Pues lo que se me venía encima no era para nada de mi agrado, pero era lo que debía hacer.Bajé a la empresa y recibí el mensaje de Ary que ya se estaba ocupando de estar con Ava y al menos eso me hizo sonreír, que mi hermanita nunca me decepcionaba. Ahora yo era el que tenía que hacer lo demás, haría la parte sucia, por así decirlo.Entré a mi oficina y a los pocos minutos llegó Dante, quién no pensaba dejarme sólo para cuando llegara esa mujer, pues temía por mi reacción igual que yo mismo la temía, no quería volver a verla ni hoy ni nunca. No quería que por ningún motivo su presencia me generara algún descontrol y dijera e hiciera más de lo necesario.–Dante, ¿A qué hora te dijo esa mujer que vendría? – Le pregunté irritad