—No… No te acerques, no quiero que te acerques…Estaba tan aterrada, incluso callo en los grandes escalones del lugar, pero Ares había sido más rápido, él la había tomado de la muñecaY la había casi arrastrado hasta la oficina, aquella que al abrirla vio no más que un lugar desconocidoNada ahí se le hacía familia, incluso podría decirse que lo considero repugnante, pero ahora no era el momentoTenía cosas más importantes de las cuales debía preocuparse, más cuando su madre lloraba como una niña berrinchudaY él parecía ignorarla, más cuando con fuerza sentó a su madre en el enorme sillón y rogó a los dioses que no le permitiera actuara como un desquiciadoCuando después de todo, aquella mujer vil y terrible que actuaba ahora como la víctima era su madre, aquella que una vez amo como a nada en el mundoPero en aquel instante, no la veía más que como un ser con el que no deseaba volver a atarse en lo que le quedara por la eternidad—¿Qué me vas a hacer? Soy tu madre, tu madre…—¿Mi ma
Su sollozo se escuchó más fuerte, tomo la no de su hijo, mientras Ares la observaba, no decía nada, no emitía un solo sonidoSolo la observaba con los ojos fijos en ella, incluso no había notado quién había entrado al lugar, no había notado como aquellos pequeños piesCaminaban hacia la mujer, como aquella la observaba fijamente y como sin más posicionaba su pequeña mano sobre la mano de su abuela y su padreMientras la mujer al notar el pequeño tacto levanto sus ojos hacia la pequeña niña y la observo llena de sorpresaSus ojos se habían llenado de lágrimas y un gesto lleno de tristeza, sorpresa e incluso se podría decir de anhelo cruzo por sus ojos—Mi papá no te odia, estoy segura de ello, ¿cierto papá? ¿Cierto que no la odias?La mujer con lágrimas en los ojos la observo, sus ojos, sus facciones, ella había conocido a un niño tal cual hacía muchos añosEra su propio hijo, la diferencia, era que aquella era delicada, sus labios, aquellos labios no eran su hijo, pero sus ojos, los m
Las escaleras hacia la habitación de Harmonía estaban en completo silencio, el capitán estaba completamente seguro de que así seríaPor lo menos eso espetaba, estaba un poco ansioso, no lo negaría, más cuando aquel gran escándalo acaba de sucederÉl quería que su hija no viviera a ningún tipo de experiencia que lograra causar daño en ella, que vivirá tranquila, que viviese en pazJustamente como le había indicado Venus, que su hija y ella habían vivido, por lo menos hasta que él había llegado a su vidaAres se sentía inseguro, lleno de vergüenza, no sabía por qué de alguna forma había arruinado quizás la infancia de harmoníaLe había indicado a Venus que se encargaría, que no debía prepararse, pero la verdad era que estaba aterradoLleno de tanto miedo, que en cada paso parecía tener diferentes discursos, tal vez disculpándose sería una buena forma¿Qué le diría? Disculpa que mi ex esposa, viniese a molestarte, pero no te preocupes desde ahora todo estará bienNo, claro que no, Ares s
La cárcel de mujeres era un lugar terrible, ¿Cómo alguien siquiera podría estar bien en un lugar como ese?Ciertamente, ella no lo comprendía, más la mujer frente a ella, aquella que se veía tranquila mientras ella, parecía estar apacibleSin un ápice de problemas en estar allí, parecía estar completamente tranquila, cuanto la odiaba, cuanto detestaba verla tan tranquilaCuanto detestaba el hecho de que no le había hablado, de que la trataba como si no fuese más que una desconocida, mientras ella estaba a punto de enloquecerNara se levantó, se posicionó justamente frente a su cama y luego de unos minutos, frustrada, al notar que seguía ignorándola sin másHablo casi en un grito, uno que logro sacra a la mujer de sus pensamientos—¿Me seguirás ignorando Gaia? No puedo créelo, no lo voy a permitir, ¿te quedo claro?Gaia de Alexius, levanto la mirada, sus ojos azulados conectaron con los de Nara, mientras aquella parecía tan frustrada y enojadaQue ciertamente ella se pregunta ¿Qué habí
El hombre frente a ella, estaba completamente sentado en un modo relajado, era un demente ¿Cómo podía estar en un lugar como esté tan tranquilo?Él se supone que estaría en París, se supone que estaría muy, muy lejos, ¿Por qué estaba aquí? Ciertamente ella no lo sabíaPero aquello era bueno, muy, muy bueno, pues seguramente tenía un plan, seguramente, él la sacaría¿Por qué estaba allí si no era eso? Al parecer eso de si caes, caes sola, era solo una tontería, el sí la amaba lo suficiente para poder ayudarla a salir¿Ahora con que idea podría llegar? ¿Ahora, como la sacaría, ciertamente estaba deseosa de lo que podría pasar cuando Dante la ayudara?—Viniste, viniste por mí…Los ojos de Nara estaban ansiosos, deseosos de escuchar, aunque fuese una sola palabra, en lo que noto el gesto lleno de sorpresaMientras ella había recordado recién su rostro golpeado y que seguramente en este instante debía estar aún más hinchado—Yo…—¿Quién te golpeo? O más bien espero que la otra persona esté
Nara observó el lugar, estaba perdida, más que perdida, observo como en medio del camino venía Gaia, esta seguramente estaba en la lavanderíaSeguramente su castigo había sido ayudar a en aquel lugar, ella no conocía mucho aquella maldita cárcelPero si sabía dónde quedaban algunas cosas, sobre todo el lugar de castigo, uno que estaba más que segura, que no quedaba por allíPero ¿A dónde la llevarían? ¿Dónde querría Dante enviarla? No era nada bueno, lo sabía, siempre era igual, siempre sería de aquella maneraObservo a Gaia y pareció rogarle con la mirada, pareció solo suplicarle por ayuda, pero Gaia, solo la observo con un gesto lleno de molestia y camino hacia un costado del pasilloEstaba más que dispuesta a ignorarla, no había que ser un genio para notarlo, no tenía que ser tan lista para saber que sería su fin—Lo lamento, de verdad lo lamento, no debí hacerte enojar, no debí ser una mala persona contigo…Gaia la observo como si aquello que acaba de decir no fuera más que una to
Dante se había quedado en silencio, él solo observaba, hacía le vacío, parecía ser que aún esperaba a la persona que visitabaQue al parecer tenía a alguien con quien tener una conversación en aquel lugar, pero la verdad era que la visita ya había acabadoNo había nada más que le llamara la atención, no había nada más que quisiera observar, solo estaba allí en completo silencioPor lo menos lo fue hasta que la guardia de seguridad, aquella que se había llevado consigo a Nara, camino hacia él y le mostró una pequeña expresión lastimeraSin duda alguna no una buena noticia a cualquiera que le interesara la seguridad de NaraEra una pena que, a él, ya no le importaba mucho aquella, pues justamente deseaba con todo su ser, que no fuesen buenas noticiasPor lo menos no para ella—Señor Marras, tengo malas noticiasUna pequeña sonrisa surgió de sus labios, observo a la mujer con un brillo malicioso en sus ojos e hizo una señal para que esta continuase—La señorita Nicolau de camino a su cel
Harmonía observaba desde la ventana principal del castillo Alexius, el ingreso y la salida de los autos Notaba a los hombres grandes de un lado a otro, algunos militares, otros no lo eran, todos parecían estar muy interesado en custodiarla En poder verificar que la niña estuviese bien, su padre había salido del lugar como alma que llevaba el diablo Mientras ella notó en sus ojos llenos de lágrimas y su expresión tenebrosa, que había sucedido algo malo, esperaba que llegara su madre Que le indicara que todo estaba bien, que no había de que preocuparse, que su tío Dorian, solo se reiría con su padre como siempre lo hacía Esperaba algo, aunque fuese, incluso el regreso de su padre, estaba tan nerviosa, tan ansiosa, ella sabía que pasaba algo Lo sabía, pues lo podía notar en la expresión de cada uno, en como la miraban, la niña hizo un pequeño gesto melancólico Mientras observaba aún por la ventana con expresión perdida —Mi pequeña niña, deberías comer algo ¿Qué te pareé un poco d