Después de la audiencia donde detuvieron a Beatriz, el juicio continuó sin la presencia de Mikhail y de Jelena. La ginecóloga que tomó el control del su embarazo le aconsejó que dejara de asistir a las audiencias debido a que ese día presentó contracciones y aún faltaban dos meses para que su embarazo llegara a término. La doctora emitió un informe al tribunal donde pedía fuera excusada de asistir al proceso judicial porque este la estaba afectando negativamente, no solo a ella sino también a su bebé nonato. Uno de los abogados de Mikhail en su representación pidió que se le eximiera de estar presente en el juicio por razones de salud. Jelena pidió acudir solamente el día que se diera la declaración de culpabilidad y la correspondiente sentencia a Benjamín. No tenía ninguna duda que eso sería lo que ocurriría, necesitaba ver su nombre limpio para que, en el futuro, su hija supiera que había que luchar contra las injusticias y que su madre era una mujer digna.Jelena sabía que había he
El juicio de Beatriz no comenzaría hasta después de Año Nuevo, el tribunal tomaba un descanso por las fiestas. A Jelena no le importó la espera, sabía que a la antigua asistente de su marido le llegaría su hora y por el momento se conformaba con saber que pasaría esas fechas sola en una fría prisión. En cambio, ella la pasaría con su familia porque ese año sus hermanas decidieron que las celebraciones de Navidad y Año Nuevo las harían en casa de Jelena para que ella no saliera de casa.―No te preocupes, cariño, nosotras organizaremos y traeremos toda la comida, bebida y los adornos, tú solo limítate a descansar y a vernos trabajar desde el sofá ―le había dicho Ivanna el día anterior después de que terminó el juicio de Benjamín. ―Queremos celebrar contigo esta fecha, es el primer año que tienes tu propia casa y queremos que sea inolvidable, hasta este momento habíamos celebrado Navidad en mi casa y Año Nuevo en casa de Katerina, pero este año será tu año.―Gracias, Ivanna, me hace much
En enero comenzó el juicio contra Beatriz Cifuentes, la fiscalía la acusó de complicidad en abuso sexual con sumisión química y difundir fotos íntimas sin autorización. Jelena no fue llamada a declarar por la fiscalía, se usarían como evidencia parte de las pesquisas y declaraciones obtenidas en el juicio de Benjamín O ‘Brian. En cambio, Mikhail si fue llamado a declarar, aunque Jelena quiso acompañar a su esposo, su doctora le aconsejó no hacerlo y entre ambos tomaron la decisión de que era preferible para su salud y por el bienestar de Hanan que no asistiera.Mikhail pensó que fue la mejor decisión que pudieron tomar porque Beatriz quiso inculparlo a él, declaró que eran amantes y que como él no encontraba una excusa, ante su familia, para dejar a Jelena, ideó el plan de su infidelidad para deshacerse de su molesta esposa. La fiscalía echó por tierra cada una de las acusaciones que hizo Beatriz porque desde un inicio Mikhail le dio acceso a la policía a su teléfono, a su ordenador,
Una semana después de su parto, Jelena estaba instalada en su casa con su bebé. En los primeros días Katerina e Ivanna pasaban mucho tiempo con ella ayudándola y enseñándola como cuidar a su bebé. Jelena tenía muchas dudas y tenía miedo de equivocarse. Hanah lloraba constantemente influida por el estrés de su madre. El proceso de amamantar a su bebé se le hizo difícil y doloroso. Estaba cansada por las malas noches y se caía del sueño todo el tiempo y aunque sus hermanas le decían que tomara una siesta cuando Hanah lo hicieran Jelena se encontraba en tal estado nervioso que no lograba conciliar el sueño. En su mente había idealizado la maternidad, se suponía que tenía todo para ser feliz, pero en la realidad se sentía muy triste. Todo el tiempo tenía miedo, si estaba cerca de las escaleras se veía lanzando a Hanah desde el segundo piso y eso le daba pavor. Se aferraba a su bebé para mantenerla a salvo. En su fuero interno sabía que nunca le haría daño a su hija, pero no sabía porque e
El verano en Grecia pasó volando para Jelena, nunca en su vida había sido tan feliz. Cuando llegó a la casa que recordaba de su luna de miel solo iban cuatro personas: Mikhail, Karlen, Hanah y ella misma. A medida que transcurrían los días fueron recibiendo a la familia por grupos, Ivanna y Gael con Sarah y Billy; Katerina y Alexander con Garald, Ignati y Darya, sus hijos menores; Alexa sin Nikolai y con Damien; Gema y Konstantin. Las vacaciones fueron muy entretenidas con la casa llena de familia, pero al acercarse el fin del verano sabía que era hora de regresar a la normalidad. Karlen se marcharía a la universidad y Mikhail debía volver al trabajo. Aunque su esposo voló a Londres casi todas las semanas, su estancia en la capital inglesa se limitaba a dos o tres días como máximo en cada ocasión, a excepción de las últimas dos semanas que se quedó con ellas todo el tiempo. Jelena reflexionó sobre que hacer con su vida a partir de ese momento, aunque amaba ser madre, pero su espíritu
Jelena se quedó parada mirando a su esposo aturdida, sin saber que sentir o que responder, tenía mucho tiempo diciéndose que odiaba a su padre por lo que le había hecho. Por haberla sacado de su casa y separado de Karlen, por haberla obligado a casarse con Mikhail, por tantas palabras de desprecio, pero dentro de sí no podía olvidarse del padre de su niñez. Iván Smirnov era un mal padre, más en sus primeros años de vida ella le amo, él era bueno con ella y le dio una infancia feliz, fue al crecer cuando la distanció de sí y la vio como moneda de cambio, solo pensaba en sus intereses comerciales, no en la felicidad de sus hijos. Sin embargo, era su padre y debía ayudarlo de alguna manera.―Tenemos que hacer algo, Mikhail, no podemos quedarnos de brazos cruzados.―Dimitri se está ocupando de presionar a la policía, nosotros desde aquí es poco lo que podemos hacer.―¡Pues iremos a Rusia! ―dijo ella sin pensar.―¡No! Yo iré a Rusia si es lo que quieres, pero tú no irás―No me des órdenes,
―¿Cómo pudiste involucrarte con la Bratva, Natasha? Peor aún ¿Cómo pudiste involucrar mis negocios?―Pero, papá, es lo que siempre has querido hacer y nunca has tenido el valor. Estuviste a punto de entregarles a Jelena para que sirviera a tus intereses e inclusive entregar a tu precioso hijo varón como ofrenda. Solo di el paso de acercarme a ellos y hacer el primer negocio en tu nombre, ya tienes las puertas abiertas solo debes consolidar esa alianza y para eso estoy yo. Mikhail Ivankov me desea, quiere casarse conmigo. ¿Acaso no sabes la oportunidad de oro que he abierto para ti?―¡Nunca entregaría a uno de mis hijos a la mafia! Todo ha sido bravuconerías mías, una manera de presionar a Jelena y a los Kuznetsov para lograr una alianza de ninguna manera quiero asociarme con la Bratva y ahora tú… eres una tonta, creía que tenías iniciativa para los negocios, pero solo la tienes para hacer estupideces. Mikhail Ivankov ha asesinado a dos esposas, si te quieres casar con él es tu probl
―¡No es cierto! ¿Cómo puedes acusarme así, papá? ―exclamó Natasha con los ojos llenos de lágrimas, más por el temor de que madre creyese la acusación de Iván que por la acusación en sí. Estaba tan furioso con él que de hecho, había hasta pensado en burlarse un poco de su padrastro antes de que Mikhail lo matara, pero estando su madre presente debía mantener la mentira todo el tiempo. ―Se los advertí ―dijo el secuestrador antes de golpear a Natasha en la cabeza con la pistola y que esta perdiera el conocimiento. Anika gritó al ver como ese hombre dejaba inconsciente a su hija. ―¡Cállate! ―gritó el matón. Iván haló a Anika a. sus brazos y le tapó la boca a su esposa para evitar que siguiera gritando. ―Ella estará bien ―dijo Iván ―Un grito más y le vuelo la cabeza, no me haga enojar, señora. La voz del hombre era baja y amenazadora se asemejaba más a un gruñido. Iván miró a su alrededor y vio que se habían desviado al campo. Unos veinte minutos después llegaron a una vieja granja.