Seda se prepara para retornar a Los Ángeles, Mustafá entra en la habitación que ella ocupa, le dice antes de irse al hospital:—¿Ya te vas?—Sí, tengo clases no me que quiero ausentar.—Claro necesitas ver al profesor.—Es suficiente Mustafá, solo has venido a indisponerme con tus absurdas insinuaciones.—Presiento que te entiendes con él, y no me vengas con el cuento que es tu amigo. Entre un hombre y una mujer, jamás existiría ninguna amistad.—Vaya que eres un ser muy cambiante, ¿dónde quedo el Mustafá con la mente abierta?—No busques de persuadirme Seda.—Sal de la habitación Mustafá, me voy dentro de un rato.—Busca de irte por tus propios medios, nosotros todavía no nos vamos.—Ya lo hice tengo mi ticket de avión, tomaré un vuelo comercial. No te creas tan importante, ah y para tu información, comenzaré a trabajar para tener mi propia academia de baile.—Muy bien, pero conmigo no cuentes.—No preciso de tu ayuda querido, también soy rica y con los trámites legales Emir me ayuda
Ya fuera de las instalaciones de su academia, Murat le propone a Seda ir por algo de comer y ésta acepta, Deniz los sigue. Ellos van sonrientes ignorando que ella los espía, intenta armar un plan donde Seda y Murat, parezcan culpables por adulterio.El restaurant queda a escasos metros de la academia, por lo que Murat propone:—Si quieres pedimos para llevar.—Mejor comamos aquí.—¿Seda cómo va lo de tu divorcio? —pregunta mientras se sientan en una de las mesas.—Según Mustafá, en unos días sale la sentencia. Creo que se está tardando, más de lo debido siendo él un buen abogado.—¿No estará atrasando el proceso?—Es lo que pienso, Mustafá me tiene aburrida.—Veo que estás muy decidida.—Si Murat, ya quiero salir de este episodio de mi vida y dejar que Mustafá, sea solo un recuerdo.—¿Estás segura? Hablas conmigo, puedes confiarme tus sentimientos.—Si estoy segura, no pretendo caer en la misma red de confusión de Mustafá, en la cual estuvo sumergido por años, la vida es una y hay que
Se llena de dudas Mustafá, a pesar de todo Abdul es su padre. Se anuncia con la secretaria de su papá, está justo ahora en la sucursal de Los Ángeles. Abdul ha hecho todo, para que Feriyek vuelva con él, pero sus hijos se lo impiden. Abre la puerta con la mirada erguida y le hace seña a Mustafá para que pase:—¿Qué haces aquí? —Vine hablarte de mis hermanos—señala Mustafá mirándolo con aprensión.—Tan rápido cayeron en desgracia—se sonríe Abdul con un toque irónico.—Deja de ser un obstáculo en su evolución.—¿Qué te hace pensar, que les estoy poniendo trabas?—Por favor, has lo que te digo.—¿Me amenazas?—Hasta ahora no he musitado ninguna—responde Mustafá con serenidad.—Tus hermanos me necesitan, sin mí no son nadie—asienta su padre con soberbia.—No te lo voy a repetir dos veces, deja en paz a mis hermanos.—¿O, sino que? ¿Me golpearas como Kadhir?—No, te meteré a la cárcel.—Ja, ja, ja, no me hagas reír, ¿bajo qué cargo?—Por intento de
Llegan a Aspen Colorado, a una enorme finca que habían alquilado, para que todos cupieran en ella. El lugar está a reventar con tantos miembros de la familia. Hasta se puede montar a caballos, a Mustafá la idea de subirse a uno y galopar le atrae. El clima es agradable, se puede vislumbrar una parcela enorme de miles de hectáreas, dedicadas al cultivo de trigo de invierno.Les brindan una atención privilegiada con platillos típicos de su país, la casa esta retirada de los sembradíos de trigos, su construcción es de estilo contemporáneo. El gran ausente, el patriarca y perverso Abdul Manzur.De inmediato Demir, se le acerca a Meltem para decirle:—Deja eso Meltem, para eso se contrató a un servicio. Ellos harán el trabajo por nosotros, vinimos a descansar y a relajarnos. Tu eres parte de la familia querida—la mira esta vez con cariño.—Muchas gracias Demir.—Sabes Meltem, estoy pensando seriamente en casarme de nuevo, ya es hora que busque a una compañera.—Has elegido muy mal Demir, d
Prontamente en la placidez del paisaje, interrumpe un sentimiento de angustia en Seda, no quiere volver atrás. Mustafá al notar esa ligera intranquilidad en ella, vuelca su mirada a Seda buscando una explicación para ese repentito desasosiego. Súbitamente lo inevitable se hace visible para ambos.—¿Ahora qué te pasa Seda? Acabamos de estar juntos hace rato, te siento ahora ausente.—Tengo miedo Mustafá.—El miedo es libre, pero no quiero que ya lo sientas. Yo estoy convencido de lo siento por ti, es real, te amo y es un hecho.—Te oigo y quiero creerte. Pero luego no sé Mustafá.—Deja el temor de lado y todo serás distinto.—Yo te extraño.—Yo el doble.—Pero, nuestro divorcio.—Quedaría sin efecto, solo si tú me lo pides.—Quiero creer Mustafá, quiero percibir que has madurado.—No me rechaces más. Lo que pasó fue maravilloso, los dos lo necesitábamos—se le arrima y la abraza.Todos se quedan mirando y a la expectativa a ver qué sucede entre ellos, en este momento Seda y Mustafá, era
Todos emprenden su retorno a la cuidad de Los Ángeles, Seda y Mustafá decidieron tomar un vuelo comercial juntos. Se miran ahora sin recelo, pareciera que el camino hacia una reconciliación es inminente.—Entonces Seda, ¿te mudaras a la casa? —pregunta Mustafá.—No tan rápido Mustafá. Ya te dije, que me dieras tiempo.—Y yo te advertí, que tiempo no tenemos cariño, déjame demostrarte que esta vez todo será distinto.—¿Cómo?—Con amor—la mirada de Seda se agranda y se internaliza en ella, una nueva ilusión que había creído perdida.—¿Qué te parece si me enamoras de nuevo? —apunta Seda, proyectando una sonrisa traviesa.—¿Empezar? —se asombra grácilmente Mustafá.—Si Mustafá.—Muy bien, ¿quieres ser mi novia?—Ja, ja, ja, si quiero—afirma Seda con una hermosa sonrisa en su rostro.*****Los Ángeles, California.—Por favor Murat, regresa conmigo.—Basta Deniz, no quiero verte.—¿Te gusta Seda?—Te repito, que Seda es mi amiga.—Te conozco muy bien Murat, sé que te gusta.—Seda es hermosa
Al día siguiente, todos se aglomeran en el hospital, están devastados por lo acontecido con Kadhir, aún el medico no informa de su estado de salud, por lo que, la espera se hace larga para todos.A un costado se halla su padre todavía en shock, el verlo en ese estado tan vulnerable, hace que algunos de los presentes se conmuevan, en especial Feriyek.Abdul siente una gran decepción que le oprime el pecho, saliendo a flote todos sus tormentos. Todo ese desgaste emocional, lo obstruye y lo acelera. De inmediato Feriyek le sugiere a Mustafá:—Acercarte a tu padre hijo.—Soy la persona menos indicada, para brindarle consuelo.—Yo voy Feriyek—se ofrece Halide.Llega Halide, para brindarle un poco de consolación a su hermano.—Tranquilízate Abdul, mira que estás enfermo.—Halide, si se muere Kadhir, yo me quiero morir con él.—Cálmate, Kadhir es fuerte se repondrá.—Le he causado mucho daño a todos mis hijos, y Alá me castiga de la peor manera.—Ya no te atosigues, no fue tu culpa que arrol
Mustafá y Seda, se toman un tiempo para salir del hospital a ver a Liam. Él insiste que lo acompañe a la casa de Sheila, de inmediato ella refuta:—Mejor ve tu solo, a ver al niño, no quiero ir a la casa de esa mujer.—Seda por Alá, ya lo hablamos. Te he dicho hasta el cansancio, que en mi vida la única eres tú.—Justo ahora lo sé Mustafá, pero no quiero ver el pasado, ni mucho menos míralo a la cara.—Ya estamos cerca, tengo que ir a ver a mi hijo. Liam me espera cariño, le prometí no ser un padre ausente.—Está bien, te espero afuera.—Seda, no seas malcriada.—No es malcriadez, entiéndeme por favor—frunce el ceño Mustafá ante su negativa.Minutos más tarde, baja Mustafá del auto y la toma de la mano, murmurándole con ternura:—Vamos, ven conmigo—Seda lo mira, bosqueja una tímida sonrisa y se deja guiar por él.De pronto, el pasado y el presente de Mustafá se une en una sola línea. Sheila está en la entrada de su casa con Liam y mira a Seda, con el mismo sigilo que ésta corresponde.