Días después…Club Galicia VIP.Todo está listo, para la gran inauguración del club para caballeros, la fachada está completamente cubierta gracias a Ángel, quien se encargó de todo el aspecto legal del fino antro. Gio está al frente de la inauguración e Ítalo está a la cabeza, como observador sin mover un solo dedo, los demás hacen el trabajo sucio por él, así es que le fascina y le place, como se mueve su mundo. A un costado, le hace un gesto a Gio para que se acerque:—Sigues siendo mi mejor elemento, trabajas como hormiga y lo que es mejor sin quejarte.—No quiero darte molestias Ítalo.—Así me gusta, por eso estarás al frente de la organización querido Gio. Lo pensé muy bien y lo consulté con la almohada, Elías no te llega ni a los talones, lo tendré para otros trabajos. Tu seguirás como el segundo al mando junto con mis hijos.—¿Le dirás Mark que es tu hijo?—Eso nunca, para todo el mundo mi único hijo es Ángel, Mark es un buen muchacho y muy capaz. Pero no está a la altura de s
Horas más tarde…—¿Dónde está Elías? — pregunta Ítalo Greco a Gio. Estaba junto con Gio y Jimmy en su oficina.—No lo sé Ítalo, debe estar por allí—responde Gio.—No lo descuiden, aunque trabajó muy bien para mí dentro de la organización Venegas. No es de fiar, como ustedes mis mejores aliados.—Tranquilo jefe, lo mantendré vigilado—afirma Jimmy.—Todo salió a la perfección, esta reapertura fue todo un éxito y dejen que traigas brasileras. El lugar se pondrá a reventar todos los días.—Muy astuto de su parte jefe—lo alaba Jimmy.—Jimmy quiero que te ocupes de Elías, y también de un nuevo cargamento de drogas, que me llegará mañana mismo desde Colombia. Trabaja en eso—ordena Ítalo.—Si jefe ya me encargo, con permiso—afirma Jimmy y sale.—Vas muy en serio con el negocio de las drogas—asienta Gio con seriedad.—¡¿Cuándo no cumplo lo que digo Gio?! Ese terreno estaba ocioso, solo lo puse a producir nada más. Mi hijo es un perezoso.—¿Necesitas algo mas Ítalo? —se incomoda Gio, odia que Í
Empresas Garrett.Se para frente a Ana la secretaria de Ángel, una esbelta mujer de origen francés, su bella y fina estampa, indica que es una modelo de la agencia, no obstante, Ana no la distingue y le pregunta:—¿En qué puedo ayudarla señorita?—Buen día, mi nombre es Charlotte Bernard. Vengo a ver al señor Ángel Greco.—¿Tiene cita?—No disculpe, soy una buena amiga. He llegado desde Paris y quise venir a saludarlo.Ana ingresa de inmediato a la oficina de Ángel, para anunciar a Charlotte. Éste rápidamente accede con agrado. Al entrar a la oficina, la hermosa francesa bosqueja una gran sonrisa y él se emociona al verla:—Charlotte querida tiempo sin verte—señala Ángel, mientras le da un abrazo de cortesía.—Ángel Greco, sigues intacto. Con tu misma estoica mirada—manifiesta Charlotte, rozando sus mejillas.—Ya un poco más viejo.—Para nada.—¿Qué te trae por lo Estados Unidos?—Participaré en la próxima campaña de Garrett, me convocaron y accedí.—Claro es el lanzamiento de la firm
Mansión Greco.Le cuenta Sofía a Gianna, lo sucedido esta tarde en el restaurante.—Fue muy desagradable ver a Charlotte en compañía de Ángel, mi niña estaba muy incómoda, apenas si probó bocado.—Esto es obra de Ítalo Greco, odia la felicidad de los demás.—Por supuesto que lo es, lleva su sello. Mañana mismo iré hablar con él.—Es peligroso Sofía, te puede hacer daño.—Daño es, lo que no le voy a permitir, que nos haga a todos. Tengo que actuar, no voy a consentir que arruine la relación de mis hijos. Sabes lo mucho que quiero a Inmaculada, la defenderá a ella también como una madre.—Me emociona oírte tan decidida, así se habla amiga. Está de más decirte, que cuentas conmigo.—Lo sé Gianna, pero esto debo resolverlo sola. Ítalo no intentará nada estúpido en mi contra.—¿Tienes un as bajo de la manga?—Tengo muchos, pero todo a su tiempo Gianna. Con Ítalo hay que ir con cuidado, con paso firme, pero con cuidado.Toca a la puerta Gio, y al entrar hace contacto visual con ellas, sin e
Mansión Greco. Despacho de Ángel.Estaban los tres reunidos, Ángel, Gio y Mark.—Lo que dices Gio es terrible, el jefe se volvió loco. Yo no pienso matar a nadie, he peleado a capa y espada por defender los intereses de la organización, pero ya matar a un cristiano eso es demasiado. Al menos no lo haré yo, me niego. Que mande a Jimmy—asevera Mark con firmeza.—No te preocupes Mark, yo me encargo de ese asunto—dice Gio.—Nadie te obligará hacer algo que tú no quieras, y por mi papá no te preocupe ya se cómo mantenerlo a rayas. Debemos ocuparnos de Solís, buscarle protección sin que se entere—manifiesta Ángel preocupación por su cuñado.—Sin que se entere está difícil, Solís es un policía muy hábil—indica Mark.—Tú te podrías encargar de eso Mark, así no levantaríamos sospechas—señala Ángel con rapidez.—Es muy arriesgado—dice Mark.—Es buena idea, tú eres el hombre indicado para proteger a Solís—afirma Gio.—No me ven así, está bien—accede Mark frunciendo el ceño.—Gracias Mark, yo me
Meses después…Inesperadamente Helen siente un fuerte dolor en su abdomen, ya cuenta con siete meses de embarazo, busca como puede salir de la habitación sosteniendo su barriga, para llamar a Gianna y pedir ayuda. De repente, se desploma en el pasillo, rápidamente Sofía percibe su caída, con rapidez pide auxilio a las otras empleadas y al mismo tiempo, llama a una ambulancia. Gianna corre con desesperación, hasta el segundo piso y se mortifica al ver a su nuera desmayada.—Aun no es la fecha del parto—indica Gianna con angustia.—Tranquilízate Gianna, Helen es joven, todo estará bien. Ya viene la ambulancia—la consuela.En unos minutos, llega la ambulancia y los paramédicos lleva a Helen en la camilla, Gianna y Sofía se van junto con ella.—Tengo que avisarle a Mark.—Lo haremos cuando lleguemos a la clínica.—Tengo tanto miedo Sofía, no quiero que le pase nada malo a mi nieto.—Calma querida, al llegar a la clínica veremos que nos dicen los doctores.*****Brookfield Place. Nueva Yor
Tiempo después…Sale el doctor del quirófano, para darle la buena noticia del nacimiento del niño, a pesar de ser un bebé prematuro se encuentra estable, tanto él como la madre.—Venga conmigo, para llevarlo a que vea a su hijo—indica la enfermera y Mark, siente un ligero cosquilleo que invade todo su cuerpo, debido a la emoción por ser padre.—¡¿Yo también puedo ir a verlo?! — señala Gianna igual de emocionada.—¿Quién es usted? —pregunta la enfermera.—Yo soy la abuela, la madre de él.—Vamos—asienta la enfermera y los guía hasta las incubadoras.—Qué bueno Inmaculada, que todo salió bien—susurra Sofía.—Dios escucho nuestras suplicas—imprime Inmaculada con emoción y Ítalo la mira con aprensión.—¿De qué hablaste con ese señor Sofía?—Nada importante mi niña, solo quise evitar una tragedia.—¿Por qué?—Es algo, que no me corresponde a mi decirlo.—¿Tiene que ver con Ángel?—Mi niña. No quiero ser descortés, pero no quiero hablar de Ítalo me incomoda, así como su presencia.—Discúlpa
Día siguiente…Muy temprano se levantó Inmaculada, para ir a recoger los análisis de sangre que le realizaron el día de ayer, ya se encuentra en la clínica. Inesperadamente siente una extraña sensación, que recorre por todo su cuerpo. Ángel se había ido a Garrett, tenía mucho trabajo atrasado en la empresa. Toma valor e ingresa, echa un vistazo y a lo lejos, mira a Gianna quien estaba muy distraída y no notaba su presencia. Rápidamente se acerca para saludar:—Buen día Gianna, ¿cómo estás?—Mi niña madrugaste.—Realmente vine, por los resultados de unos exámenes que me hicieron ayer.—¡¿Estás enferma?! —exclama Gianna con admiración.—No lo creo, solo que mi esposo exageró. Me sentí un poco fatigada ayer, y me llevó a urgencias.—¿Fatigada? ¿Estás comiendo bien Inmaculada? Yo te veo muy pálida.—Sí, estoy bien Gianna.—Ay mi niña, no estarás embarazada—asevera Gianna con solidez, velozmente Inmaculada recuerda que lleva meses sin tomar la píldora, puede que las insinuaciones de Gianna