Se levanta Inmaculada activamente y prepara el desayuno, Ángel está cansado por tanta actividad con su esposa. Sale de la ducha, y entra Inmaculada a la habitación, con una bandeja de comida. Él esboza una tierna sonrisa diciendo:—Eres un manojo de virtudes, mi santa. Pero, ya hablé con mi secretaria para que contrate personal de servicio—Inmaculada lo mira y frunce el ceño, el lujo al que Ángel la quiere someter, la agobia de inmediato refuta:—No es necesario Ángel, yo puedo ocuparme de nuestras cosas. Yo puedo administrar una casa, no soy perezosa.—No digo lo contrario, no quiero que te canses. Puedo brindarte comodidades, déjame hacerlo.—De ninguna manera, te he dicho hasta el cansancio que tanto brillo me ofusca. Entiende que soy feliz con la sencillez y la tranquilidad.—Inmaculada eres muy terca. Igual contrataré una sola mujer de servicio, que te ayude y comparta contigo en casa mientras no estoy, le diría a Gianna. Pero, mi madre me mata si la aparto de su lado.—Seguro, s
Ángel camina de un lado a otro, siente que la espera se le hace larga. Por otra parte, continúa Inmaculada conversando con su hermano en la cocina, haciéndole entender que lo que siente por Ángel, es amor verdadero.—Inmaculada abre los ojos, comprendo que eres una joven todavía inexperta. Apenas tienes veinte años, tú no puedes estar enamorada de un sujeto que no conocemos. Date cuenta, ese hombre tiene más experiencia que tú en la vida, seguramente es un donjuán.—Ya Alan por favor te lo ruego, acepta mi relación. Te juro por Dios y por la memoria de nuestros padres, que Ángel es el amor de mi vida. Yo sencillamente lo amo, de eso que no te quepa la menor duda.—Me rehusó a que seas la mujer de ese tipo.—En el corazón no se manda y tu bien los sabes Alan, ¿acaso conoces todo de tu novia? Esa chica llego a ti de la nada.—No compares.—No es diferente, no sabes nada de esa fulana. Solo estás embobado con ella, pero yo respeto tu vida y no me inmiscuyo en tus asuntos. Es más, quiero
Ángel no puede creer lo que ve, su estoica mirada sucumbe con asombro y protesta con furor:—¡Papá!—Llegué de la muerte hijo. Vine por venganza—expone con jactancia, el hombre al que Ángel considera su padre.Leonardo Greco, alias “El Ítalo Greco” el capo más importante de la mafia italiana, hace acto de presencia. Hace algunos años había fingido muy hábilmente su muerte. Todos pensaban, que había sido abatido en un enfrentamiento con la policía en Manhattan. Este temido delincuente, escaló desde lo más bajo de su natal Sicilia, hasta las más oscuras cúspides del mundo criminal, Ítalo es malévolo, vanidoso e inhumano.Son múltiples los delitos que tiene a cuesta, Ángel por su parte quiso hacer del legado Greco una industria distinta, si bien el dinero con que creo empresas Garrett, proviene de los negocios ilícitos de la organización, sus empresas están muy bien conformadas. Sus estudios en Harvard finalmente valieron la pena, también ayuda clandestinamente a los más necesitados, acc
—Mi amor, ¿por qué vienes tan golpeado? Ya basta Ángel, tienes que parar con todo esto. No quiero perderte—asienta Inmaculada con desesperación y se abraza con fuerza a su pecho.—No me perderás cariño.—Tan solo mírate, ¿quién fue el desalmado que te golpeó tan fuerte?—Mi padre.—¿Cómo, no estaba muerto?—No, volvió y viene por venganza.—¡Rayos! Si ya volvió, que se ocupe él de su legado, y te deje en paz.—No será fácil zafarme de él, mi padre es terrible.—Me asustas.—No quiero que te inquietes, yo manejaré la situación. Tendré el control de todo.—Es desesperante vivir así. En medio de tantos sobresaltos, no es justo para ninguno de los dos.—No te asustes cariño, te prometo que nada malo nos pasará.Se atemoriza Inmaculada y se llena velozmente de temores, comienza a curar las heridas de Ángel producto de los serios golpes, que le propino Ítalo por todos lados, mientras acaricia su dorso lastimado, las lágrimas recorren su rostro.—No llores cariño, te lo suplico—murmura Ángel
Rio de Janeiro.Desde la enorme ciudad costera de Brasil, estos febriles enamorados se juran amor eterno, al pie de la figura del Cristo Redentor, esta imponente estatua mide aproximadamente 38 metros de alto, se halla en el popular morro Pan de Azúcar.—Te presento amor, a una de las siete maravillas del mundo. El Cristo Redentor—apunta Maya con orgullo.—Este lugar es impresionante, tu país es hermoso mi vida.—Deja que te lleve, a las playas de Copacabana e Ipanema.—¡Obrigado! —asevera Alan con gracia.—Hablas el portugués muy bien querido.—Como me gustaría, que mi hermana conociera este lugar—se llena rápidamente Alan de nostalgia.—Tranquilo cariño, todo está bien con ella.—¿Cómo sabes? —le pregunta a Maya con rareza.—Corazonada de mujer, seguramente tu hermana está tan feliz como yo, al lado del amor de su vida—expone Maya, dándole un tierno beso en los labios.—Es muy distinto Maya, al menos nosotros no escondemos nada. Estoy seguro, que el esposo de mi hermana si y mucho—m
Ipanema, Rio de Janeiro.Sale Maya del mar, como una hermosa sirena. Las miradas de los caballeros en la playa, se posan sobre ella, su firme e imponente anatomía no pasa desapercibida, Alan lo nota y se le acerca con la toalla, con la intención de cubrir su bien moldeado cuerpo.—¡¿Estás celoso?! —murmura Maya con picardía.—Realmente no, ellos no tienen el privilegio de abrazarte, acariciarte y besarte como yo—presume Alan, mientras la llena de mimos.—Tonto. Mejor vamos a comer, muero de hambre.—Quiero probar, todas estas delicias caribeñas.Caminan por la playa, hasta llegar a un pequeño restaurante. Los atienden muy gratamente, mientras esperan se disponen a conversar un poco.—¿Te ha gustado Brasil?—Mucho querida, hasta quisiera que tengamos una casita en la playa. Es muy diferente al clima de Nueva York.—Aquí es más cálido—asienta Maya y se le acerca para besarlo.—No te me acerques mucho, haces que suba el termostato—dice Alan con gracia.—Ja, ja, ja, gracioso.—Contigo soy
Mansión Greco.—¡Dios mío! Todo eso pasó aquí, menos mal que estaba con Mark—asienta Helen con cara de pánico, ante todo lo que cuenta Sofía.—Bueno ya todos estaremos bien, mande a redoblar la seguridad y también, tengo un arma bajo la almohada—manifiesta Sofía.—¡Mamá! —exclama Ángel con ligero asombro.—Tu padre no sabe lo que le espera, si se te atreve aparecerse de nuevo por aquí.—Yo hablaré muy seriamente con él, papá no se atreverá a lastimarlas. Primero lo mato.—Ángel por favor, no hables de muerte en qué quedamos—lo reprocha Inmaculada y lo mira con aprensión.—Lo siento mi santa, bueno muchachas yo me voy a Garrett, tengo días que no me aparezco por la oficina—indica Ángel.—La luna de miel, se ha hecho larga por lo visto—señala Sofía bosquejando una sonrisa traviesa.—Aún no hemos tenido luna de miel—señala Ángel sonriendo.—Vaya, ja, ja, ja—se carcajea Sofía.—Ya me voy, adiós cariño. Hasta pronto madre, me despiden de Gianna. Te felicito por tu embarazo Helen—asienta Án
Días después…Club Galicia VIP.Todo está listo, para la gran inauguración del club para caballeros, la fachada está completamente cubierta gracias a Ángel, quien se encargó de todo el aspecto legal del fino antro. Gio está al frente de la inauguración e Ítalo está a la cabeza, como observador sin mover un solo dedo, los demás hacen el trabajo sucio por él, así es que le fascina y le place, como se mueve su mundo. A un costado, le hace un gesto a Gio para que se acerque:—Sigues siendo mi mejor elemento, trabajas como hormiga y lo que es mejor sin quejarte.—No quiero darte molestias Ítalo.—Así me gusta, por eso estarás al frente de la organización querido Gio. Lo pensé muy bien y lo consulté con la almohada, Elías no te llega ni a los talones, lo tendré para otros trabajos. Tu seguirás como el segundo al mando junto con mis hijos.—¿Le dirás Mark que es tu hijo?—Eso nunca, para todo el mundo mi único hijo es Ángel, Mark es un buen muchacho y muy capaz. Pero no está a la altura de s