Al día siguiente, le dan los resultados de la prueba, que se realizó Helen y efectivamente la joven está embarazada de Mark, sería el primer nieto para Gianna. Helen rompe en seguida en llanto, sintiendo que la tristeza se apodera de ella.—Ay por Dios Inmaculada, mis papás me van a matar, estoy perdida—llora Helen desconsoladamente.—Tranquilízate que todo estará bien.—Mark sigue sin contestar.—Olvídate de ese Mark, resolveremos nosotras solas. Cuando lo vea lo voy a matar.—¡Inmaculada!—Lo siento Helen, Dios perdóname. Ya ni se lo que digo.Salen del consultorio del doctor, que está justo dentro de la fundación. Ángel llegaba para visitarla, con la excusa de llevarle regalos a los niños. Percibe el llanto de Helen y se le acerca:—¿Qué le pasa a tu amiga?—Esta así, por culpa de Mark.—¿Qué le hizo Mark? Si le hizo algo malo, yo mismo acabo con él.—Me embarazó—responde Helen de sopetón.—¡Ah Caray! —exclama Ángel con asombro y la vez sonríe.—No le veo lo gracioso Ángel—indica I
El tiempo pasó volando, ya ha amanecido y Helen se encuentra muy perturbada, con lo que la aqueja, como era de esperarse, sus padres quienes son bien ortodoxos y conservadores. Le dieron la espalda y la echaron a la calle. Se halla con Inmaculada en casa, muy afligida. Sin saber qué hacer con su vida.—Tranquila Helen, que Sofía me dijo que iba a resolver. Te juro, que cuando vea a Mark, lo voy a reprender.—Mark es un cobarde, te doy permiso para que acabes con él—imprime Helen con desconsuelo.—Todo estará bien, tus padres son unos desalmados.—Yo te lo había advertido Inmaculada. No exageraba cuando te dije, que pertenecían a la santa inquisición.—Te quedaste corta, esperemos que con el tiempo reflexionen, tú eres su única hija.—Ya no tengo familia Inmaculada, solo mi hijo.—¿Yo que soy?—Tu eres un ángel caído del cielo, eres una santa como te dice Ángel.—Ángel, es tan dual.—No lo quieres ni poquito Inmaculada.—No nos desviemos del tema Helen, ahora lo único importante eres t
—¡Inmaculada tu aquí! —exclama Ángel y se emociona al verla.—Vine acompañar a Helen.—Pobre muchacha, pero entre todos la apoyaremos.—Vivirá aquí, espero no te incomode.—En lo absoluto, ven conmigo.—¿A dónde?—A un lugar, que te fascinará.—Estoy esperando a tu madre, Helen está con Gianna.—No te preocupes por mamá, yo ahora te necesito más.—¿Qué tienes en mente? —pregunta Inmaculada con desconfianza.—Nada malo, no te asustes. Confía en mí, ven.—Está bien, pero hay de ti, si quieres pasarte de listo conmigo.—Ya he probado tus golpes—menciona Ángel, esbozando una franca sonrisa.Salen de la casa y suben a su auto, Ángel conduce escoltado por su seguridad:—¿Siempre te acompañan esos sujetos a todas partes?—Sí.—Te compadezco.—Por algo se empieza—dice Ángel, de pronto frunce Inmaculada el ceño, diciendo:—No solo te compadezco, también siento afecto por ti. En los últimos días, te has portado muy bien con los niños en la fundación y tengo, que agradecerte lo mucho que ayudast
Pasa el tiempo, la felicidad en Ángel no se aparta de su rostro, Inmaculada esta vez se relaja y no refuta, como lo acostumbra hacer. Descarta Inmaculada de su mente, no volver a estar así a solas con Ángel, acentúa en su interior que, a pesar de todo, con lo que él carga a cuesta, es un hombre muy especial.—¿En qué piensa mi santa? —pregunta Ángel, sujetándola entre sus brazos.—En ti.—Espero que, esta vez tus sentimientos sean más amables.—Y lo son—Ángel velozmente se sorprende, se separa de ella y la mira fijamente a los ojos.—No lo puedo creer, que estemos justo ahora tanta tranquilos. Sin que refutes por todo y hasta piensas en mí.—No tan rápido Ángel, también es muy difícil para mí, aceptarte tal y como eres. Sigo pensando, que eres un amor prohibido.—¿Quién lo prohíbe?—El demonio que habita en ti, ¿te parece poco? Ahora platico a gusto y saboreo los labios del ángel, que está en este instante conmigo, pero el diantre puede arruinarlo todo—expone Inmaculada sujetando su c
Horas más tarde…Definitivamente la belleza, no le fue negada a Inmaculada lucía ésta vez, más radiante que cuando se casó con Ángel, ese vestido rojo se ajustó a la perfección en su cuerpo, su rostro se distingue más hermoso que nunca y sus enormes ojos verdes, se destacan con más brillo. Al salir, Ángel la esperaba en la puerta, no deja de contemplar lo bien que se veía Inmaculada.—Definitivamente hicieron magias chicas, aunque mi esposa no necesita mucho arreglo—apunta Ángel ligeramente y las estilistas, sonríen ante los elogios de él.—Me incomoda, que digas que soy tu esposa—le musita Inmaculada al oído y él responde:—Lo eres—ella lo mira de reojos, y él tan solo le expone el brazo para bajar.Sofía no se hallaba en casa, había salido con Helen para la fundación y también, iba a realizar unas compras con ella. Gianna se queda con el ojo cuadrado con lo que ve, se oculta muy ágilmente para verlos. Y sonríe ante lo que percibe.Inesperadamente llega Mark a la mansión, hecho un ma
Al culminar el desfile, Lucero se le acerca muy acuciosamente a Ángel, aprovechando que Inmaculada había ido al baño:—Esa joven supongo que es tu esposa.—Eres muy intuitiva, mi querida lucero de la mañana—asienta Ángel con picardía.—Veo que estás feliz con su presencia.—Esa mujer, es mi vida entera.—¿Tanto la amas? —pregunta Lucero frunciendo el ceño.—No te imaginas cuanto, allá viene voy por mi esposa—advierte Ángel y va en seguida por Inmaculada, por su parte Lucero asienta mentalmente:«Ya sé, cuál es tu talón de Aquiles diantre, no sabes la sorpresa que te espera». Apunta en su cabeza y mientras continúa viéndolos con discernimientos.Mientras tanto Ángel, se aparta por un momento del ruido y todos. Se aleja con su esposa a un rincón, con el propósito de seguirla seduciendo:—Ningunas de estas mujeres, con sus vestidos blancos. Se comparan con el brillo de tu pureza—manifiesta Ángel con un toque de seducción.—Sigues muy halagador, ¿qué quieres? —señala Inmaculada con ironía
Llega Inmaculada a su casa, estaba su hermano Alan algo entristecido. De pronto, la mira con reserva al verla vestida tan elegante y le pregunta:—¿Qué haces vestida así?—Yo estuve en un evento.—¿Con la señora Sofía?—Con Ángel.—¿Qué hacías con ese tipo? —pregunta ligeramente furioso.—Fue solo un evento, no hice nada malo—se incomoda Inmaculada, ante su cuestionamiento.—Ese tipo es muy misterioso, y no me da buena espina. Cuando pueda lo investigo, no quiero sorpresas.—Deja a Ángel tranquilo, él no es malo. Es un empresario, muy importante del mundo de la moda—lo defiende Inmaculada, obviando lo que sabe.—¿Y ese cambio tan repentino? ¿No me digas que te enamoraste?—Ya Alan, no me abrumes con tus preguntas, y más bien dime que te pasa, que te noto triste, si estabas tan feliz con tu novia—busca de desviar su atención.—Es por ella, que estoy así tan conmocionado. Quien entiende a las mujeres, le propuse matrimonio y se espantó. Cuando es el anhelo de toda mujer, que un hombre l
Mansión Greco.Helen y Mark, se habían quedado ligeramente dormidos. Cuando inesperadamente tocan la puerta:—Helen hija, abre la puerta, ¿por qué pusiste el cerrojo? —indica Gianna, la madre de Mark.De inmediato Helen dice:—Es tu mamá, ¿ahora qué hacemos?—Nada abre la puerta, tu eres mi mujer—señala Mark con indiferencia y Helen va a abrir.—¿Qué haces aquí encerrada con este desvergonzado? Hay que ver que, son un par de sinvergüenzas ustedes dos, seguro se estaban en aquello y en casa ajena. De aquí, puedo sentir el olor—expone Gianna con rabia.—¡Qué pena con contigo Gianna! —se avergüenza Helen. —¿Seguro que conoces la palabra vergüenza?—Ya mamá es suficiente, Helen y yo nos reconciliamos. No la regañes, ya pronto me la llevo conmigo.—¿Se puede saber a dónde?—Ahora si salió mi número—exterioriza Mark con fastidio.—Falta de respeto. Pero, tienes razón ya ustedes son marido y mujer, ¿para cuándo es la boda? —lo pone Gianna contra la pared.—Si Mark, respóndele a t