••••••••••8: 40 pm. Toc~ toc~ Cuando Yurina escuchó que tocaban a la puerta de su habitación esa noche, se dirigió de inmediato a abrir. —¡¿La encontraron?! —preguntó ella preocupada, a su caballero Dimitri Arlik. El hombre pelirrojo asintió. —Sí. Sin embargo… Sin vida. —¿Eh? —Yurina pensó que había escuchado mal—, ¿qué dijiste? —La primer concubina del Rey… Fue encontrada sin vida en el bosque. Fue envenenada, los secuestradores, todos parece que por decisión propia u órdenes también se quitaron la vida. Es todo lo que averigué. Yurina llevó su mano a su boca sorprendida. Se sintió horrorizada al escuchar eso. ¿Quién pudo planear ese supuesto secuestro que terminó en un crimen? De pronto, sintió su cuerpo débil y se fue a sentar al sofá en su sala. El caballero seguía bajo el marco de la puerta, observando a la tercera concubina. Yurina se quedó inmóvil unos momentos, cientos de preguntas cruzaban por su mente en ese momento. ¿Cómo estaba su esposo al respecto? ¿Qué m
Yurina miró a sus alrededores asegurándose que no hubiera nadie más. —¿Estás… Solo? —preguntó ella tímidamente. Landel se levantó del sofá en el que se encontraba, acercándose a su esposa. —¿Cómo sabes de… —el Rey hizo una pausa al darse cuenta, que solo había una persona que pudo informarla— ¿Fue mi tío? Yurina asintió, ahora nerviosa. —Sí… Pero… Bueno, es con un buen motivo y yo- —¿Qué motivo? —preguntó Landel interrumpiendo a su esposa—, ¿cómo lograste huir del sector sur?, ¿has venido sola?, ¿por qué estás llena de un raro polvo púrpura?, ¿qué- —¡Ya, no más preguntas! —exclamó ella viendo a ese hombre. El joven Rey suspiró con pesar y se volvió a sentar en el sofá individual en el que estaba anteriormente. Landel apoyó el codo de uno de sus brazos en su pierna mientras a su vez cubría con su mano su rostro. —Olvídalo. Ahorita no importa cómo o para qué has conseguido los pasadizos secretos… Tampoco quiero discutir contigo… La mujer de cabello corto, notó que ese joven
—No quería que pienses en Juliana —confesó Yurina, viendo seriamente a su esposo—. Si estabas aquí solo, pensarías en ella, lo que le sucedió, sé que fue la primer mujer para ti, tu primer esposa y con la que tenías muchos recuerdos…El Rey Maitano guardó silencio, no podía negar algo que era verdad. Si bien no se enamoró de Juliana, tampoco estuvo incómodo a su lado. —Así que quería distraer tu mente… —continúo hablando, Yurina— Aunque me siento un poco culpable por querer acaparar tu atención cuando estás de luto y- —No lo hagas —interrumpió Landel a Yurina—, aunque las situaciones son distintas, yo te volví mi esposa después de quitarle la vida a tu marido, sería hipócrita de mi parte pensar u opinar mal de ti, por querer que no piense en ella. —Pero Juliana no era como Ángel de mala…—Lo era. Ella te quiso matar, también intentó dañar a Karla en muchas ocasiones antes de que tú llegarás. En realidad, lo dejaba pasar por que era hermana de Alfred. —No… No sabía eso… Que ella-
—Yo me ocuparé de eso —respondió el Rey Maitano a su esposa. —¿Cómo volveré a mi habitación?, probablemente a cierta hora la vigilancia aumenta nuevamente en todos los sectores, más si dicen que vendrán nobles a la reunión. —Yuri… No te preocupes por cosas simples, puedo ocuparme de eso. Yurina sonrió viendo el rostro relajado de ese hombre que tenía sus ojos cerrados, aunque ella sabía que él no estaba durmiendo. —Landel… Realmente decía la verdad, trato de pensar en algo que me guste más de tu cuerpo, pero todo me gusta, de tu personalidad a veces un poco frío, otras muy correcto, algunas veces infantil o caprichoso pero… Descubrí que hasta esos detalles son algo que adoro, por eso, ya no puedes librarte de mí nunca… No puedes dejarme jamás y si un día vas a morir y no es por causas naturales, moriré contigo. Landel abrió sus ojos viendo de reojo a su esposa. —¿Me seguirías a la muerte sin dudarlo? —preguntó él seriamente y Yurina asintió sin dudarlo un segundo. —No lo hagas.
••••••••••Durante esa mañana, en el salón del consejo Real:—¿Es la lista de todos los nobles con acceso al territorio Real? —preguntó uno de los miembros del consejo. —Sí, es la recopilación completa —confirmó, Emilia, la asistente del Rey Maitano. —¿Cómo están tan seguros que es una casa noble Maitana y no enemigos nobles o Realeza de otro Reino? —preguntó ahora con gran seriedad la joven Baronesa Scarlett Clark, quién era parte del consejo, en representación de las mujeres Maitanas. —Ningún noble externo a Maita tiene conocimiento de esos bosques, parece que los que secuestraron a la primer concubina, intentaban huir pero al extraviarse, se quitaron la vida —explicaba el comandante en jefe de la seguridad Maitana, Dominic Neill. —No veo sentido. Pudo ser todo fingido y desde el comienzo tenían una misión suicida — recalcó la Baronesa Scarlett. —No según las pruebas de la investigación en el bosque. Si quiere se las puedo proporcionar, Baronesa Clark —decía Dominic con total
"No sabía que la muerte de una concubina podía traerle tantos problemas a Landel…" "Aunque tiene sentido, ella era de la familia de un Conde, una llamada Maitana pura y digna" Pensó Yurina. —¿Entonces no saben aún quién pudo matarla? —preguntó la tercera esposa preocupada. Landel negó con su cabeza, tomando distancia de su esposa y yendo hacia el escritorio de ella donde se sentó en una de las sillas cercanas. —Los mejores médicos y científicos Maitanos analizaron todo… Absolutamente todo… Investigaron todo el día en los sectores del secuestro y por dónde transitaron, junto a Dominic… Van a rastrear los envases y ver de dónde fue obtenida exactamente la sustancia según cada aspecto de ella, como tiempo, conservación y calidad exacta. —Son muy buenos. No son nada tontos… —susurró Yurina, cuando tuvo una idea en ese instante—… Cierto… No son nada tontos… ¡Por los dioses!, ¡Landel acabo de pensar en algo! —¿Qué? —Estoy trabajando aún en la investigación de lo que tomabas y no en
—Landel, tú eres el Rey —recalcó Yurina a su esposo—. No puedo tenerte de asistente y Dimitri parece tener conocimientos y- —¡Lo sé!, por eso lo acepté como tu caballero —dijo el joven Rey poniéndose de pie—. Pero cambié de opinión, no me gusta que nadie esté cerca de ti. Yurina se sorprendió ante los evidentes celos de su esposo. Una traviesa sonrisita curvó sus labios, y ella se acercó a Landel lanzándose a sus brazos. —¡Landel, te amo! —exclamó con cariño para darle un rápido y tierno besito. —No cambies de tema Yuri, dije- ¡Yurina lo volvió a besar en ese instante! Interrumpiendo las palabras de ese Rey. Landel frunció el ceño, pero no la alejó de su lado. Dimitri Arlik, sintiéndose incómodo ante la situación, se fue rápidamente de ahí, huyendo. "¡No tenía idea que el Rey usaba pasadizos para verse en secreto con su tercera esposa en el laboratorio!" "¡Jamás hubiera aceptado avisarle a su alteza, cuando ya es tarde!" Pensó el hombre pelirrojo recordando cuando Landel e
***************••••••••••***************>>> Yurina Beforth: Sentía mi corazón latir aceleradamente, mis ojos se paseaban por ese bello jardín en el apogeo del verano. Me encontraba sentada en una banca, observando a mis alrededores con nerviosismo…¿Por qué me envió a llamar? ¿Tiene algo urgente que decirme? ¿De qué se tratará? Esas eran algunas preguntas que pasaban fugazmente por mi mente. Inhale y exhale intentando calmarme y fue cuando a distancia, ví que él hermoso portón pintado de verde se abrió. Me sorprendió ver a Landel acercándose a mí, con Amanda en brazos. Mi hija sonreía mientras señalaba un árbol, veía a Landel y él le decía algo también con una expresión animada. Fue una escena encantadora. Desde un inicio ellos se llevaban bien y a mí me llenaba de tranquilidad saber que ese hombre era un buen padre para mi hija. —Landel… —le llamé mientras me acercaba a ellos con una sonrisa en mi rostro. Él al quedar a unos dos metros de mí, bajó a Amanda, que se lanzó