••••••••••Una vez que el Rey Landel Lamparth ingresó al salón para visitas especiales, vió a su padre esperando.El Rey retirado Lance, se encontraba sentado en uno de los sofás individuales. —Padre, no te esperaba… —Lo sé. No avisé que vendría. —No es normal en ti llegar de sorpresa. —¿No?, bueno, simplemente quise hacerlo — respondió Lance cruzándose de piernas y brazos. —No pareces estar muy- —Sé del problema que tienes en tu harem. Landel veía seriamente a su padre, sin sorpresa alguna, pues ya tenía la sospecha de que Margoth le habló al respecto. —Se nos informó a Virginia y a mí de que tu tercera concubina fue atacada y sigues sin "descubrir" lo que realmente sucedió en ese atentado. Permites que una simple concubina viva en el castillo principal y hay rumores de infiltrados de otros Reinos desde la frontera del este.Landel tensó su expresión.—Me estoy ocupando de todo eso. Les pedí amablemente a mi madre y a ti que confíen en mí y- Lance se levantó del sofá en ese
Yurina observaba sorprendida el lugar al que fue llevada. Ese río al que habían ido…Entre los árboles de ese bosque, había un camino por dónde se abría paso el río en la montaña, un campo espacioso al lado ideal para pasar una agradable tarde de picnic. Los rayos del sol filtrándose por la copas de los grandes árboles, la refrescante brisa acompañando el sonido del agua recorriendo y las aves cantando. Era relajante… Yurina recordó el día anterior, cuando encontró a Landel dormido. "Este podría ser un lugar al que él le guste… Me pregunto si lo conocerá" Pensó ella sonriente.—Es aquí donde venía todos los veranos con Jhonn~ disfrutaba en el río, hablamos por horas comiendo frutas, diciéndole que cosas había vivido en el año~ —contaba la futura marquesa Caroline Forsten emocionada. —¿Te dejaban venir sola con él? —Sí, ¿por qué? —No, es solo… Se me hacía que el marqués tiene esa aura de ser un padre estricto, sobreprotector y bastante celoso jaja~ —reía Yurina, nerviosa. —Lo
"¿Enamorarme del Rey?"Pensó Yurina sorprendida. No era un secreto que ocular, ella era su tercera esposa y después de todo...Todos en el Reino ya pensaban que ella estaba muy enamorada por que debía fingirlo para poder vivir en el castillo principal. —Enamorada… Yo… Creo que lo estoy —admitió Yurina. Caroline confundida apoyó sus manos enguantadas en los hombros de la tercera concubina. —¡Así no se debe decir!, tienes que tener la convicción, si no la tienes, no estás enamorada, ¿por qué dices que crees?, ¿cuál es tu duda?Yurina sonrió al ver la emoción y la seriedad con que Caroline quien era ocho años menor a ella, se expresaba. —¿Duda?, sí, creo que tengo una… Anoche… Me confesé a Landel y él me dijo que esos no son mis sentimientos —confesó ella sintiéndose avergonzada de hablar de ello— dijo que yo solo estaba confundida por que él ha sido un poco bueno conmigo… —¡Landel es un tonto!, ¡¿cómo pudo decirte algo tan odioso?!, ¡lo regañaré cuando lo vea! —Jajaja~ —Yurina c
—¡Su majestad! —exclamó Yurina al ver a ese Rey ingresar al sector experimental de su laboratorio. Landel observó que ella agregaba una sustancia de un rojizo oscuro a tres plantas distintas. La mujer de cabello corto dejó de inmediato el frasco de cristal con la sustancia sobre la mesa y se acercó a Landel tomándolo de la muñeca y sacándole de ahí. —¿Qué sucede?, ¿que hacías ahí dentro? —preguntó él curioso. —No, ¿qué haces aquí?, no deberías estar aquí. Escuché que tenías una reunión. —Ya terminó. Yurina soltó la muñeca de Landel y se cruzó de brazos viéndolo seriamente. —Aun así. Eres muy ocupado… ¿No tienes trabajo que hacer? —No quiero trabajar más por hoy… Ella se acercó a Landel y se le quedó viendo detenidamente. —¿No te sientes bien? —Un poco agotado, pero es lo normal después del día que tuve y más tarde tengo una cena con importantes nobles y mi… —Landel hizo una pausa en ese momento. —¿Y tu qué? —preguntó Yurina. —Mi padre… —¡¿AH?!, ¡¿ese Rey retirado está aq
El Rey Maitano alejó a su tercera esposa lentamente de su lado. —El actual Vizconde Arlik estará presente en esa cena —comentó Landel, cambiando de tema—. Aunque la mayoría de nobles no son parte del consejo, las cabezas y sus sucesores estarán en el evento, se dará un anuncio importante… Te explico eso, por que Dimitri Arlik debe asistir, así que- —¿Me vas a dejar desprotegida? —preguntó Yurina, frunciendo el ceño. —No —exclamó Landel de inmediato— te quedarás aquí resguardada con los guardias de- —¡Sabes que en la planta donde estoy viviendo ya fuí atacada una vez! —Eso no se repetirá, la seguridad externa aumentó. "Si es así… Probablemente esté… ¡Oh, tengo una idea!" Pensó Yurina animada. —¿Puedo volver a mi sección en el castillo de las concubinas? Landel se sorprendió con la pregunta de su esposa. —¿Estás tan enojada conmigo, cómo para querer irte ahí? —preguntó él con frialdad. "No tengo más elección, probablemente no me deje ir si digo la verdad…" Pensó ella cautel
Una vez el Vizconde Arlik ingresó a ese salón de estar. Yurina cerró la puerta. —¿Sabe que soy una médico de su majestad, verdad? El hombre pelirrojo asintió. —Perfecto. Será más fácil explicarlo… Necesito ir a ese evento, todo por una investigación que tengo que hacer. —¿Ir al evento?, ¿habla de la cena de la nobleza? —Sí. —¿Por qué no se lo dijo a su majestad?, él hubiera entendido. —Lo hice, no entendió; por eso necesito que tú me ayudes a asistir. —¿Yo? —Dimitri sonrió incrédulo— Eso es imposible, alteza, aunque pueda sacarla de aquí, ¿cómo piensa ir a esa cena sin ser descubierta? —Iré como tú acompañante, me voy a disfrazar y nadie se dará cuenta, no voy a encontrarme directamente con el Rey. Así que todo irá bien, lo único que necesito es ingresar a ese salón. El futuro Vizconde se quedó pensativo por un momento. "Es algo bastante arriesgado, sé que es una médico y que necesitan que esté a salvo" "Cuál es su trabajo exactamente, es algo que desconozco por completo
—Sí hijo, ve. El Rey ya llegó con la hija de la casa Heliar, decían que se había enamorado de la tercera concubina, la ex Romiana. Es raro que no la haya traído —decía el actual Vizconde Arlik. —Su majestad es un hombre muy atento y que respeta mucho a su pueblo, probablemente no la trajo por la oposición e incomodidad que puede representar para algunos nobles —respondió Dimitri a su padre adoptivo. —Si… —susurró el Vizconde con una expresión seria que llamó la atención de Yurina. En ese momento, antes de que ella se retire con Dimitri, vieron que también llegaba otro noble por ese pasillo. Cabello rubio y de llamativos ojos verdes limón, un hombre que vestía de blanco y dorado, con un emblema importante en sus ropas. Uno al que Yurina le pareció haber estudiado. —¿Es del Ducado Brown? —preguntó ella curiosa a Dimitri, en un susurro. De inmediato el Vizconde y Dimitri hicieron una reverencia cuando ese imponente hombre rubio pasó cerca, una que Yurina imitó nerviosa. —Es un ho
Yurina se soltó de los brazos del Barón Lerrin. —Disculpe, tengo que irme —dijo ella siguiendo a Juliana. —¿Qué?, pero señorita… —reprochó el Barón Lerrin siguiendo a Yurina. Yurina se detuvo a distancia… No llegó a tiempo para ver qué hizo juliana pero sí observaba como ella movía una de las copas sospechosa como si estuviera mezclando algo. ¡A esa médico no la iba a engañar! Yurina siguió a Juliana a distancia viendo como entregó la copa al Rey. "¡OH NO! ¡LANDEL!" Pensó ella corriendo hacia el Rey. En ese instante, el Barón que la seguía la detuvo del brazo, ella ágilmente se soltó y lo empujó. El hombre rubio la veía indignado y Yurina sin darle atención corrió hacia Landel. —¡NO LO TOMES! —gritó ella que se acercó justo antes de que Landel llevara la copa a su boca. ¡CLANK! Sonó la copa al romperse en el lujoso piso tras el violento impacto. Todos en el salón guardaron absoluto silencio volviendo a ver a la atrevida mujer que se acercó y le dió un manotazo a la mano d