Axton no pudo moverse cuando sus ojos captaron el cuerpo sexy de la mujer que legalmente era su esposa.

Si se trataba de curvas, color de piel y sensualidad, Axton ya estaba acostumbrado a ver a otras mujeres que lo habían seducido, como Ruby. Pero ellas no habían sido capaces de aumentar su testosterona tan rápidamente como ahora.

Trago saliva porque tenía la garganta seca. Así, Eleana pudo ver la nuez de Adán del hombre, que comenzó a moverse, como si estuviera sediento en medio del desierto.

Eleana sonrió levemente, pasó por la mesa. Luego, se inclinó para coger el móvil de la mano de Axton, y lo dejó sobre la mesa.

Sin previo aviso, Eleana se subió al regazo de su marido.

Axton no apartó la mirada ni por un segundo. Siguió mirando a Eleana con su expresión plana desde el principio. Aunque en realidad ya tenía escalofríos.

"¿Sigues enfadado conmigo, cariño?", susurró Eleana justo al oído de Axton. El soplo de aire fresco