Un Abrazo de Nostalgia

En una casa sencilla en el barrio de Ginebra, un hombre estaba arrodillado frente a una puerta de madera pintada de blanco.

Era Robert. Su rostro estaba pálido porque ya llevaba toda la noche

de pie frente a la casa solo para que Meghan quisiera reunirse con él.

Como Barbara sentía lástima, la mujer de mediana edad obligó a Meghan a encontrarse con Robert.

Ahora, Meghan se resistía a mirar al hombre. Aunque admitió que, desde siempre, el amor de Robert hacia ella era real. Esa fue la razón por la que antes Meghan se había dejado usar tan fácilmente por Robert para vengarse.

Pero a pesar de eso, saber la verdad de que Robert era el hijo del hombre que la había engañado a fondo hizo que Meghan sintiera asco por Robert.

"Meghan, ya no tengo a nadie más. Vuelve conmigo. Te lo ruego... Haré lo que quieras. Con tal de que me aceptes de nuevo, Meghan". Robert levantó la vista, sus dos rodillas todavía tocando el mármol.

"¿Crees que solo tú estás destrozado? Yo también