—¿El hijo de Camila es culpa tuya?

Al regresar a Villa Flor, Elena fue recibida con interrogatorios por parte de Aurora.

No se esperaba que Aurora llegara tan pronto.

Recobrando la compostura, Elena sonrió lentamente: —No me avisaste de tu llegada. Podría haber regresado antes para acompañarte.

—No necesito de tu compañía, — Aurora yo sé, que nunca le caído bien a Elena, y ahora, con la noticia que circulaba, su semblante empeoraba. —Este es el lugar de mi hijo, y vengo cuando yo quiero. No intentes cambiar de tema. Acabo de preguntarte algo, ¿por qué no me respondes?

Elena sonrió con gran pesar: —Tómate un té. Calma tu ira primero. La difícil situación con Camila no tiene nada que ver conmigo.

—Ya está en todas partes en internet, y Camila me lo ha confirmado. ¡No lo niegues! — La furia de Aurora aumentaba aún más.

—Eres realmente muy despiadada. No puedes concebir un hijo por ti misma, y aún así, no permites que otros den a luz al nieto que debería ser mío. ¿Hay alguien tan egoísta e