ROMANNo está, Brandon ni Melody, tengo una opresión en el pecho, Natalia no se ha despegado de mí y tengo en mente el que ella esté embarazada de mí, cosa que no me da gusto y tampoco me alegra, al contrario, se siente como una maldición, no soy un irresponsable, si ese niño es mío, me haré cargo de él, no le faltará nada, seré parte de su vida, pero eso no es lo que me preocupa en estos momentos, sino, encontrar a la mujer que amo y a mi hijo.Marina está al cuidado de la niñera, he pedido el mapa del laberinto para que la búsqueda sea más rápida, no me gusta perder el tiempo andando a ciegas y a tientas, coloco el mapa sobre una de las mesas de la cocina y reviso los trazos. —Este laberinto fue diseñado en dos meses —me dice uno de los encargados del lugar—. Es nuevo. Apago su voz al darme cuenta de la realidad, y es que este laberinto solo tiene una salida, y está al otro lado, su nivel de dificultad es extrema, incluso un adulto puede perderse y no salir en días, lo sé porque e
MELODYBrandon está bien, eso es lo único que cuenta en mi mente, el que mis hijos se encuentren fuera del peligro, lo que me pase a mí, me tiene sin mucho cuidado, Emilia me lleva hasta la profundidad del bosque hasta que a lo lejos largo divisar la carretera, por lo que ya debemos estar más lejos que nada. He perdido la cuenta del tiempo que hemos estado caminando, las piernas me flaquean por segundos, pero es Emilia quien se encarga de darme un empujón con la punta de la pistola. Le miro mal por encima del hombro, no entiendo cuál es la maldita finalidad de todo esto, si supiera que Roman y yo ya no somos nada y que por el contrario, él está esperando un hijo con su secretaria Natalia, pensar en ello hace que rememore la mirada llena de angustia de una futura madre, confundida, perdida, sola, me recordó a cuando estaba yo de encargo. —Caminas muy lento, hermanita —se burla y hago caso omiso al tono infantil que emplea. —Aún estás a tiempo, Emilia, acaba con esto de una vez por t
MELODYMe congelo con la información que recibo, no puedo creer en sus palabras porque son como un puñal que atraviesa mi pecho, si bien nunca tuve una relación demasiado estrecha con mi tío Hero, nunca creí que fuera capaz de hacer algo como esto, en aliarse con un hombre como Marcos, que solo por estar enamorado de mi madre y al no verse correspondido, planeó la muerte de estos dos, con fines millonarios. —¿Sorprendida, Melody? —dice en un tono burlón. Sello mis labios, proceso cada una de sus palabras hasta que me doy cuenta de algo, él tiene razón, muertos mis padres, quien manejaba toda la fortuna desde las sombras, era Hero, el sabor amargo que me deja esta noticia hace que me remueva más incómoda en mi silla. —Como bien sabes, Emilia es hija mía y de una puta que follaba un par de veces en una casa de citas, nada importante, de hecho, nunca supe que la esperaba hasta que esta me fue a buscar —relaja su gesto duro—. No iba a tener una hija de una puta. En cuanto las palabras
ROMANEl tiempo transcurre de manera que ya va anocheciendo, la cabeza me estalla, mis terminaciones se rompen y siento el imperioso deseo de matar a Emilia con mis propias manos, me da asco siquiera pensar que hubo un tiempo en el que la consideré el amor de mi vida y la mujer que amaba con locura, nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde, eso me repito una y patria vez. Todo esto no estaría pasando si hubiera aprendido a ver a Melody como la mujer hermosa que era, inteligente y buena, pero, en cambio, decidí cegarme con las mentiras de Emilia, la dejé a un lado pese a estar embarazada de mi hijo, y ahora estoy pagando todo, no solo ya no es mi esposa, sino, que ahora está en manos de este tipo que es uno de los hombres más peligrosos de todo el país. No solo la policía lo está buscando por ser relacionado con Emilia por la sangre y la persona más cercana a ellas, sino, porque le han descubierto desfalcos que él mismo se provocaba con la intención de que sus socios invirtieran m
MELODYLas piernas me flaquean de vez en cuando, no sé cuánto tiempo voy a poder resistir, sin embargo, no me detengo, sigo corriendo en medio de un bosque oscuro, sin saber a dónde voy, pero sabiendo que tengo que alejarme de Marcos y tener cuidado de no encontrarme con Emilia, el corazón me late frenético y tengo tantos sentimientos encontrados, que no sé por cuál empezar. —¡Melody! La voz de Marcos se escucha tan cercana, ya no puedo correr más, por lo que opto por esconderme detrás de un árbol, el aliento se me va como la vida misma, la cabeza me estalla, no hay nadie que me ayude en estos momentos, he rezado porque alguien llega y no sucede nada. Mantengo la esperanza de que ya hayan encontrado a Brandon y que este les diga lo que ha pasado, si se trata de Roman o de Duncan, cualquiera de los dos va a comenzar una búsqueda, si ese es el caso, solo tengo que resistir un poco más, me digo a mí misma. —¡Tranquila, solo vamos a jugar! —grita a todo pulmón.Lo alcanzo a divisar a
MELODYLa vida de mi hermana ha acabado, observo como una tonta como ella muere en los brazos de su padre, quien al parecer si sentía algo por ella, porque enseguida parece que llora al verla, acuna su cuerpo como si fuera un animal mal herido, acaricia su cabello y me quedo petrificada al darme cuenta de que he acabado con la vida de alguien. No pierdo el tiempo, cuando me veo liberada y al no ver que pasa algún auto, cruzo la avenida y me interno el bosque. —¡Estás muerta, Melody, juro que lo estás! —grita a mis espaldas. Gotas de sudor recorren mi espalda, no tengo idea de cuánto podré durar así, solo sé que esto es lo que tengo, sigo corriendo, llorando con las manos cubiertas de la sangre de mi hermana, la misma que un día en el pasado quise mucho, y que fue mi amiga, la misma que se convirtió en una mujer asesina y llena de rencor, la que casi acaba con mi vida por segunda vez. —¡Melody, juro que te voy a follar y luego te voy a destripar! No hago caso a sus amenazas, sigo
MELODYLa vida me ha dado golpes duros, golpes de los que cualquier personal difícilmente podría volverse a levantar, hay ocasiones en las que se siente como estar viviendo una pesadilla. Las imágenes de Marcos con su mirada maníaca y llena de odio que me lanzó antes de caer, hacen que algo se remueva en mi pecho. Ese hombre había estado enamorado de mi madre, la misma mujer que me dio la vida y que eligió a papá, pudo haber caído en sus garras, ya que es un hombre millonario, apuesto y estoy segura de que en aquel entonces famoso entre las mujeres, pero no lo hizo, siguió su corazón, ojalá yo hubiera seguido el mío. Cuando caigo al agua, mis pulmones se llenan lo más que puedo de oxígeno, no es suficiente, el agua turbia de noche hace que no vea nada y que me suma en la oscuridad, las olas son feroces y me arrastran con sus heladas garras, no creo poder sobrevivir a esto, pienso en mis hijos y en lo mucho que los amo, poco a poco me dejo llevar al no poder siquiera salir a la super
MELODYPaso a paso, como podemos nos ponemos la ropa sin dejar de mirar a los tres lobos que nos rodean, Roman no se aparta de mí ni yo de él, estamos espalda con espalda y me parece que estoy perdiendo la batalla de la serenidad, lo peor que nos podría pasar es que nos destrocen, se ven hambrientos y salvajes, no tenía idea alguna de que hubiera lobos así por estos rumbos, ya que no es un bosque en el que se hayan visto antes. —Roman —susurro presa del pánico. Las piernas me duelen y me cuesta trabajo sostenerme de pie, no puedo siquiera imaginar salir bien librada de esto. —Tranquila —su voz es seria y serena. —Tengo miedo —confieso con lentitud. —No voy a dejar que nada malo te pase, la pesadilla terminó —me asegura. Quisiera que fuera verdad, sin embargo, parece que hemos salido de una para entrar a otra. Trago grueso al tiempo que respiro con profundidad. Uno de ellos nos muestra sus colmillos, observa a los otros y comienzan a acercarse, es el final, eso es lo que pienso h