Habían pasado cerca de cinco meses, Abigaíl corría de un lado a otro, mientras que Blair se preguntaba si había una manera de poder controlar tanta felicidad.No había duda que estaba muy emocionada, más cuando su hija se detuvo y observo a su madre con mucha ilusión, una que no había forma de controlarla.--¿Crees que me veo tan linda como tú? ¿O que en el futuro llegaré a verme como tú?Blair sonrió divertida ante la pegunta de su hija, en lo que tomo su mano y la acerco a ella, arreglo un poco su vestido esponjado y la pequeña trenza llena de flores que tenía en su lacio y rubio cabello.Su flequillo estaba hecho un desastre, mientras que definitivamente pensó que, de no quedarse quieta, sería un completo desastre el peinado que habían elegido para ella.--Sin duda serias aún más hermosa en el futuro, la mujer más preciosa que he visto en mi vida, todos los hombres se detendrán ante ti y querrán entregarte el mundo.Abigaíl sonrió llena de dicha ante las palabras de sus palabras, e
Los años habían pasado, la vida había sido justa, amable y bondadosa con los Campbell, sus hijos ahora eran casi unos adultos, por lo menos eso solía decir Blair.Mientras que Neo ya los llamaba adultos, personas que podían valerse por sí mismo, por lo menos Abigaíl solía decir que ella sí, la chica había hecho una fortuna, aquel reto de no poder propuesto por Andy cuando era una niña.Sobre el hecho de que una pequeña “tonta” como este le decía, no podía hacer una fortuna a sus dieciocho años, había sido no más que una humillación para el pequeño niño.Pues su hermana gracias a la ayuda de su amado tío Jacob y una Alison bastante buena en negocios, sin contar su querido tío Andrew, quien se encontraba de viajes recientemente con unas de sus novias.Había logrado conseguir aquella fortuna, invertir su dinero, aquel que solía darle su padre y todos lo que supieron que haría negocios, en lugares lucrativos.En aquel momento, Abigaíl contaba con la ayuda de su padre, quien solía ayudarla
Blair observó a su esposo, aquel se encontraba en la entrada del lugar, Amara estaba a su lado, en lo que la pequeña niña hizo un gesto lleno de dolor, mientras que su padre solo la acerco a él, mientras la tomaba de los hombros.Neo no sabía qué ocurría, la verdad era que los gemelos habían llegado hacía tan poco, pero cada que los visitaba notaba los cambios en sus hijos, sus respetivas personalidades adultas florecían a cada día, y aunque bromeara con su esposa indicando que se sentía viejo al ver a sus hijos tan grande.La verdad era que sentía una terrible angustia, sus hijos serían muy pronto no solo adultos, también terminarían de demostrar que hizo en ellos los traumas de la infancia.Mientras él podía ver a su preciosa hija, aquella que tanto amaba, como está, su mayor temor era entregarse a alguien, que solo aquella persona, escapase de sus manos, por ser quien era.Por lo que poseía en su interior, no mentiría que él también llego a tener aquel temor, que su esposa simpleme
El silencio invadía el lugar, Abigaíl, no había dicho una sola pablará, esta solo estaba allí, Neo hablaba por teléfono, mientras que Harry conducía, este no decía una sola palabra.La verdad era que no veía la necesidad, comprendía que el silencio del lugar era al parecer más que tranquilo, Abigaíl observaba por la ventana del lugar con mucho ahínco.Como si las personas, los autos y todo lo veía a su paso, le daría las respuestas en su cabeza, mientras que Amara, estaba demasiado concentrada, tal vez pensando en que excusa inventaría en su escuela.Era más que seguro que la expulsarían, todo porque ella quería cambiarse de escuela, ahora no solo el señor Campbell, tendría que pagar los daños de aquel incendio causado, también tendría que soportar la cátedra que le darían en la escuela.Sin duda alguna, aquella niña sería la perdición de su jefe, fue entonces cuando noto como Abigaíl daba un largo suspiro, Harry se preguntaba si lo que ocurría con la joven dama, sería por causa de su
Abigaíl veía aquel lugar tan antiguo y lejano, era como una parte de su infancia que siempre tendría en su corazón, cuando eran solo su madre y ellos.Cuando solía ir a la pizzería de la esquina a hablar con los empleados y comer un poco, cuando venía cada mañana o tarde después de la escuela a practicar karate con Elie y su padre.Las palizas que recibió constantemente André en aquel lugar de parte de Elie, quien era su más servil rival.Cada una de aquellas cosas lograban hacer que el corazón de Abigaíl se estrujó cuando todo era más fácil, cuando su mayor preocupación era los caos de su madre y su nuevo padre.Aquel hombre que había llegado a cambiar sus vidas por completo, aquel que no solo le dio la felicidad a su madre más sublime en todos aquellos años y estaba segura de que los que faltaba.Cuando comprendió que la vida no era tan magnífica y clara como alguna vez, cuando comprendió que ella era alguien tan cruel y sublime que nunca sería capaz para nadie y mucho menos para él
--Creía que tenías una visita, imagine que no vendrías en días.--La verdad es que no es exactamente mi visita, un amigo vino a pedir ayuda a nuestros padres, por lo que estar allí es bastante tedioso, creo que no tengo talento para eso de lo que es requerida la gran Blair de Campbell.Elie no comprendió que hablaba su amigo, pero entonces este sonrió con aquella malicia suya, y hablo en un tono algo despreocupado.--Por esa razón decidí que necesito una madrugada distinta, algo que no me cause tanto caos, iniciaremos la universidad pronto y viajaremos al extranjero, por lo que considero que debería tener un paseo.Elie frunció el ceño, ¿Acaso había ido a despedirse? Fue entonces cuando observo como su hermana corría hacia ellos, esta parecía preocupada, pero al ver a Abigaíl corriendo hacia ellos, comprendió que en realidad no iría solo.Al parecer había ido por Abigaíl, aquello era de esperarse, pero entonces Amara venía corriendo hacia ellos, esta tenía una inmensa sonrisa mientras
Blair caminaba con su exquisita figura rumbo al ascensor, y con cada paso que daba mostraba lo inquieta que se sentía en aquel momento, y a pesar de su belleza envolvente la chica no se mostraba llena de inseguridad por el hecho de entregar aquellos papeles que tenía en su mano, su temor era otro, aquel de poder conocerlo a al fin, no podía creer que después de tres años ella al fin tuviera las fuerzas suficientes para llegar a conocerlo, de poder presentarse ante él frente a frente.Temía por su reacción, temía por sus palabras, pero sobre todo temía por su mirada, temía por qué al llegar a sentir su mirada fuera tan parecida a aquellas que salían en fotos del periódico y de las revistas, solo mostrará rechazo hacia su persona, que solo demostraran que él solo había hecho aquello por la simple y llana razón de una promesa a su abuelo, que no sentía más que un sentimiento de fastidio y la observara como si no fuese más que una caza fortuna, no más que una mujer interesada que solo lo
El autobús iba rumbo al barrio Silver, un autobús que no dejaría a Blair, directamente en la villa de su padre, por lo que debía caminar unos cuantos minutos más para llegar al lugar, algo que para ella no había ningún tipo de inconveniente, pues si llegaba a ser sincera no tenía un auto ni mucho menos un chofer que la llevase a la mansión Baker, a pesar de que su padre era adinerado, ella no veía la necesidad de tener un auto, o al menos aquellas eran las palabras que solía decirse a ella misma constantemente cada que debía caminar aproximadamente media hora para llegar a la entrada de su hogar.Durante el camino recordó cómo su abuelo le contaba aquella historia que ella no veía más que como una fantasía, en el que contaba cómo dos familias de dos generaciones se habían odiado grandemente por conflictos que ni su abuelo entendía en aquel entonces. Y a pesar de que los años habían pasado y con ello las generaciones, el odio y las malas enseñanzas habían solo saltado a Henry Baker, q