Neo Campbell, era lo que muchos podían decir, alguien paciente, un hombre consciente y un ser lleno de lo que parecía ser una paciencia magnánima, pero en aquel instante.

Justamente en el momento en el que salió del auto y camino hacia el lugar donde se encontraba Blair y Andrew.

No era precisamente aquello, podrían llegar a decir que había sido dominado por sus bajos instintos, por el hecho de ser rechazado por Blair infinidades de veces en aquella semana.

Por el hecho de haber sido visto con tanto desprecio, precisamente por aquellos ojos que tanto amaba, él jamás podría olvidar su mirada, su expresión.

Era tal cual a la de su madre, a la de aquella que jamás lo quiso como suyo, aquella que jamás le dio una sola caricia, Neo estaba lleno de furia, de dolor y tristeza.

Se podía llegar a culpar a todo aquello por sus acciones, se podía culpar por el hecho de ser un hombre demasiado estresado y cargado de dolor.

Pero el preciso momento en el que separo a Andrew de Blair y lo golpeó has