Mis pequeños espíritus, lamento mucho la tardanza con el capítulo. He estado enfrentando un bloqueo creativo muy fuerte que me impidió avanzar en las historias. Perdón :( Muchas veces pensé en eliminarlo todo, pero afortunadamente tengo una amiga que no me deja rendirme, jeje. Pero aquí estamos, y espero que disfruten lo que sigue. ¿Con quién creen que se quedará Luna al final? ¿Qué es lo que más les gusta de los personajes, en especial de Kael o Sailius? ¡Estaré leyendo sus opiniones con emoción! ✨
En el silencio de la oscuridad, los ecos del miedo resuenan con más fuerza, revelando que incluso en los momentos más aterradores, la esperanza puede ser un susurro ahogado por el destino. 𖡨❯╅╾┽┄╼❮ཤ𖢘ཥ❯╾┄┾╼╆❮𖡨 Lunara: Los nervios recorrían mi cuerpo como serpientes enroscadas mientras observaba a Sailius, mi ángel, entregando las pastillas para someter a los demonios. Las celestiales, con su gracia habitual, se acercaban una a una para recibirlas, inclinándose ante él con una mezcla de devoción y admiración. No podía apartar la mirada de él, pero mi mente estaba lejos, atrapada en una tormenta de pensamientos. ¿Qué estaría haciendo Kael? Esa pregunta me carcomía, encendiendo una inquietud que no me dejaba en paz. Sabía que no podía mantenerlo vigilado todo el tiempo, y mucho menos evitar que cometiera sus crímenes. Aunque… conmigo siempre había sido "diferente". Si es que esa palabra podría aplicarse a alguien como él. A su lado, sentía una mezcla extraña de confort y amenaza, co
En un mundo donde las sombras esconden secretos y el fuego del infierno arde en silencio, el verdadero enemigo nunca revela su rostro hasta que el juego ya ha comenzado.𖡨❯╅╾┽┄╼❮ཤ𖢘ཥ❯╾┄┾╼╆❮𖡨Kael:La oscuridad envolvía el paisaje, y el eco de los gritos de terror de la pequeña aún resonaba en el aire. Me teletransporté cerca de ella, tomando su pequeña cintura con una fuerza calculada, lo justo para apartarla de las fauces de la bestia que intentaba morderla. Su cuerpo temblaba ligeramente al contacto con el mío, pero no me permití aflojar mi agarre. Una parte de mí, la parte que siempre me había negado, rugía por protegerla. Le di un golpe seco en la mandíbula a la criatura, apenas lo suficiente para alejarla, pero Baiyue no se detuvo. Insistía, con los ojos encendidos de rabia y hambre. Mis pupilas comenzaron a teñirse de rojo, el poder fluyendo como una marea imparable. Un hechizo salió de mis labios antes de que pudiera controlarlo, y la bestia cayó inconsciente al suelo, su en
El odio puede ser una prisión, pero a veces, es la única cadena que mantiene al caos contenido. 𖡨❯╅╾┽┄╼❮ཤ𖢘ཥ❯╾┄┾╼╆❮𖡨 Lunara: El resto del día se me va como agua entre los dedos, limpiando cada rincón del salón. Mis manos se deslizan sobre el suelo de mármol mientras mis labios tararean una suave melodía, una de esas canciones olvidadas en el tiempo que mi madre solía cantar. El eco de mi voz rebota entre las paredes vacías, pero el silencio que sigue me deja una sensación de vacío. La monotonía de la tarea no me molesta; al contrario, me brinda una falsa sensación de control sobre mi mundo. Termino de limpiar, y sin pensarlo mucho, lanzo un hechizo para mandar la pastilla que contiene a Baiyue a la tía, el nombre resuena en mi mente como una advertencia constante, pero el día aún no termina. Me dirijo al jardín para regar las flores. Las rosas oscuras me miran, sus pétalos brillando bajo la luz menguante, como si supieran más de lo que yo podría jamás comprender. Y mientras la no
El destino los había enredado en una danza peligrosa, donde el odio era la única barrera que mantenía sus corazones a salvo del abismo de la pasión prohibida.𖡨❯╅╾┽┄╼❮ཤ𖢘ཥ❯╾┄┾╼╆❮𖡨Kael:La observo mientras se remueve y pasa a mi lado, la sigo con la mirada, viendo cómo sus pasos la alejan en la penumbra. Suspiro suavemente y levanto la vista al cielo, buscando en las estrellas un destello de paz que no llega.«Ella se convirtió en nuestra mayor maldición», —murmura Tiān Láng en mi mente. Asiento levemente, un acuerdo silencioso entre nosotros. Lunara es eso: un peso inquebrantable que me arrastra hacia las sombras, una carga que, por mucho que me niegue, ya no puedo soltar.Me encamino a la azotea, los pasos resonando en el pasillo vacío. Al llegar, la veo allí, con los brazos cruzados sobre la mesa y su barbilla descansando en ellos. Está distraída, sus ojos fijos en un punto invisible. Frunzo el ceño al verla así, perdida en sus pensamientos, ignorante de mi presencia.«¿
En la oscuridad del bosque, el renacer de una flor selló el destino de muchos, y con cada susurro de amor y desesperación, el juego comenzó a girar en torno a una diosa sin saberlo.𖡨❯╅╾┽┄╼❮ཤ𖢘ཥ❯╾┄┾╼╆❮𖡨Lunara:Me encontraba en el bosque, embriagada por el murmullo suave de las hojas y el aroma terroso que impregnaba el aire. Me agaché, dejé que mis dedos acariciaran la textura delicada de una planta luminosa, que parecía pulsar al contacto, como si compartiera un secreto ancestral solo conmigo. Sonreí ante su brillo suave, sintiéndome conectada a algo mucho mayor que yo.«Luna, no seas terca, vámonos», —susurró Yě Líng, mi compañera espiritual, con un toque de inquietud en su voz—. «Al menos la energía de envidia ya se fue, pero la maligna aún persiste en el aire».Suspiré y me puse de pie, sacudiendo el polvo de mis manos. Me giré para marcharme, cuando una figura se interpuso en mi camino. Un mechón negro rozó mi campo de visión, y, al alzar la mirada, me encontré con el celest
En el reino de los inmortales, la verdad puede ser tan mortal como una espada, y la justicia, tan fría como el hielo.𖡨❯╅╾┽┄╼❮ཤ𖢘ཥ❯╾┄┾╼╆❮𖡨Yè Mèi:El reflejo en el espejo era impecable, como siempre. Mi largo cabello castaño caía en ondas perfectas sobre mis hombros, enmarcando mi rostro como si la misma naturaleza se hubiera esforzado en esculpirlo. Mi vestido blanco con detalles dorados brillaba bajo la luz, destacando los intrincados bordados que parecían cobrar vida con cada movimiento. La gema azul en mi diadema resplandecía con una elegancia que pocas podían igualar.Deslicé mis pulseras doradas sobre las muñecas y ajusté el collar que colgaba delicadamente sobre mi cuello. Mis tacones blancos, adornados con encajes barrocos dorados, completaban mi atuendo. Al observarme una última vez, no pude evitar sonreír con satisfacción.—Perfecta, como siempre —susurré, dejando que mi reflejo confirmara lo que ya sabía.Con pasos firmes, salí de mi habitación y me dirigí hacia el Palacio
Cada palabra que pronunciaba cavaba un hueco más profundo en mi pecho, como si destrozara lo poco que quedaba de mi dignidad.𖡨❯╅╾┽┄╼❮ཤ𖢘ཥ❯╾┄┾╼╆❮𖡨 Lunara:El crepúsculo teñía el cielo con pinceladas de carmín y dorado, y las sombras se alargaban por el salón. Con un paño en mano, limpiaba cada rincón, mientras Lumi, mi fiel compañera, dormía acurrucada en la rama más alta del sauce que crecía junto a la ventana. El silencio era denso, casi palpable, y solo el suave crujir de las hojas interrumpía la quietud.Desde que llegué, Erfall había mantenido su distancia. Su mirada glacial y sus movimientos calculados revelaban poco, pero algo en él había cambiado. Aunque agradecía no tener que enfrentar su interminable lista de preguntas inquisitivas, no podía ignorar la tensión invisible que se cernía entre nosotros.«¿Cuánto más podrá ignorarme antes de estallar?» —pensé, mientras terminaba de desempolvar los estantes.Caminé hacia la cocina, dejando el salón inmaculado, y comencé a prepar
El vínculo que me ata a ella es tan fuerte como la furia que me consume.𖡨❯╅╾┽┄╼❮ཤ𖢘ཥ❯╾┄┾╼╆❮𖡨Sailius:Por la noche, no había logrado dormir en absoluto. Mi mente estaba atrapada en el dilema de eliminar el nombre de Lunara, una decisión que había tomado para protegerla. Aunque sabía que no había vuelta atrás, el peso de esa elección seguía aplastándome. Suspiré con resignación mientras me dirigía al baño con pasos lentos; necesitaba al menos un instante de calma antes de enfrentar lo que el día me tenía preparado. Ser el protector de una diosa que ni siquiera sabe quién es y cumplir con el compromiso que me imponen... era una carga pesada. Mi hermano había sido claro: no podía permitirme nada, ni siquiera a Lunara, hasta cumplir con mi deber.Con un movimiento decidido, me quité la ropa hasta quedar completamente desnudo. Al entrar a la ducha, el agua cayó sobre mi cuerpo como una cascada de cristales líquidos, reflejando destellos iridiscentes que iluminaban el espacio. El vapor a