*—Sebastián:
Su mejor amigo lo miró con confusión, sus cejas arqueadas ante lo dicho por Sebastián.
—¿En serio? —preguntó Dante riéndose.
Sebastián se encogió de hombros.
Era la verdad. Ninguna de esas mujeres iba a tornarse la indicada porque Sebastián ya había catalogado a una en específico como la especial y no eran estas mujeres con las que había salido desde que Callen lo rechazó.
—No puedo sacármela de la cabeza —Sebastián cerró los ojos mientras pensaba en Callen y en cómo la misma se había metido debajo de su piel de forma tan sutil y discreta que ni se había dado cuenta de ello—. Por donde sea que lo mire, Callen es la mujer indicada para mí, Dante.
Los ojos mieles de Dante lo miraron con sorpresa y luego su boca cayó abierta. Es
*—Sebastián:La mirada que le dirigió a su amigo por su sugerencia fue una enfadada. ¿Cómo se atrevía a traer algo tan dañino a su conversación? No todos los matrimonios de conveniencia eran fructíferos. Si, conocía a personas de su circulo que había pasado por uno, pero no a todos le iba bien.—No creo que sea lo ideal, Dante —solo le dijo. Sus padres y sus hermanos habían tenido matrimonios de esta índole, y aunque les haya ido bien, dudaba que para su caso fuera igual. Además, Sebastián quería casarse por amor.—Es lo que estabas tratando con estas estúpidas citas, ¿sabías? —dijo Dante y los ojos de Sebastián se cerraron. Quizás no debió de venir allí a buscar un consejo. Definitivamente Dante debía de estar tomado para sugerir tal cosa a Sebastián
*—Callen:No creía lo que estaba viendo.El hombre frente a ella dio un paso hacia delante y la luz de la sala, reflejó en su bello rostro.El corazón de Callen comenzó a latir con frenesí al ver a Sebastián frente a ella y unas urgentes ganas de acortar la distancia entre ellos se apoderaron de su ser. Tenía un fuerte deseo por sentir su calor. No tan solo eso, deseaba sentir sus brazos alrededor de su cuerpo, que este le dijera que todo iba a estar bien y que iban a encontrar la solución a todo lo que estaba aconteciendo en su vida.Movió la cabeza, reprimiendo esas estúpidas ganas de dar un paso hacia él y se preguntó que hacia allí. No debería estar frente a ella, o sea, habían terminado muy mal la última vez que se vieron. Callen lo rechazó, cumpliendo la promesa que le hizo a Chloe, ignorando lo que sent&iacut
*—Callen:Estar en los fuertes y cálidos brazos de Sebastián hizo que se fuera en llanto. Sus sollozos se hicieron más ruidosos, tanto que se avergonzó de ello, pero no podía detenerse. Quería dejarlo salir todo. Ya no quería ser aquella chica fuerte.Sintió las grandes manos de Sebastián acariciar su espalda, como si estuviera consolando a una niña, pero era así. Callen estaba llorando como una niña. Desde la muerte de su madre, se había estado reprimiendo. Las veces que lloro por lo difícil que se había tornado la vida, se había detenido ella misma diciendo que todo iba a estar bien, pero maldita sea. Nada estaba bien. Ya no podía con esta carga. Se sentía sofocada y desesperada. No sabía qué hacer.—Callen… —escuchó que Sebastián decía su nombre en un susurr&o
*—Sebastián:No había venido aquella noche para esto que hacían, pero…Sebastián apretó a Callen entre sus brazos, sintiendo todas sus delicadas y hermosas curvas contra su cuerpo mientras inclinaba su cabeza y le devolvía el beso con la misma pasión con la que Callen lo estaba besando.Antes, cuando llegó a la casa de Callen y al tocar el timbre, pensó que debería conservar el orgullo y darse la vuelta para no volver nunca más, pero cuando Callen abrió la puerta y vio lo vulnerable y triste que se veía, Sebastián no pudo echarse hacia atrás.No esperó que ella se lanzara a sus brazos para buscar cobijo y que Callen dejaría caer sus muros ante él luego de lo sucedido, pero al notar que la misma necesitaba un abrazo y alguien que le dijera que todo iba a estar bien, Sebastián se dijo así m
*—Sebastián:Estar con Callen era como estar en el cielo.Sacó las manos de su trasero y las subió por su espalda con un poco de lentitud, pero solo para hacer que Callen se sintiera un poco desesperada por su toque y fue así. La chica gimió en respuesta y arqueo su espalda, acercando sus pechos más a él. Sebastián llevó sus manos hacia los tirantes del top, los cuales tomó entre sus dedos y los deslizó por sus hombros, bajándolo por sus brazos y con esta acción haciendo que el top se deslizara hacia abajo, revelando la dorada piel de aquella hermosa mujer.Jadeó al ver sus hermosos globos hinchados y deseosos de ser tocados. Había notado lo endurecido que estaban sus pezones, pero verlos libres era otra cosa, una cosa muy hermosa. Eran de un tono rosa oscuro y se fruncían tanto que debían de dolerle. Se relamió los
*—Callen:Cuando la boca de Sebastián se cerró sobre una de sus cimas, Callen vio estrellas. Su boca estaba tan caliente y se sentía tan delicioso tenerlo tocándola de esa forma. Sebastián chupó el pezón en su boca con fuerza, tirando la adolorida cima con sus dientes y calmando el dolor con la lengua poco después.Callen agarró la cabeza de Sebastián entre sus manos, enterrando los dedos por las suaves y sedosas hebras negras mientras lo empujaba a seguir comiéndole los pezones. Sentía su sexo cosquillear y humedecerse con cada lamida y apretón que aquel sensual hombre les propiciaba a sus pechos.No sabía que se sentiría así, que tenerlo a su merced, besándola y amando su cuerpo, sería tan maravilloso que la hacía desear tener esto todos los días. Algo siempre le dijo que cuando Sebastián ten&
*—Callen:Levantó su vista hacia los ojos del color de la tormenta del atractivo hombre que estaba en sus brazos y decidió darle la respuesta a su anterior pregunta.—Si, estoy segura —dijo Callen con seguridad y sonriendo ampliamente. No había estado tan segura en toda su vida. Quería esto y aunque luego se golpeara la cabeza por ello, por el momento, iba a disfrutar de aquel maravilloso encuentro.Sebastián bajó y la miró con sorpresa por unos segundos para luego dedicarle una suave sonrisa. Este movió la cabeza lentamente, dejándola proceder.Terminó de bajar la cremallera por completo, haciendo que los pantalones se abrieran un poco. Callen se sorprendió al ver, cuando estos se abrieron, que el sexo de Sebastián estaba a la vista y cuando empujo la tela a un lado, su miembro viril saltó para saludarla. ¡Oh padre amado!
*—Callen:Sus ojos se cerraron con fuerza al pensar en ella enamorándose sola, al pensar en ella cayendo sin que nadie la atrapara.No quería caer sola. No podría soportar sentirse de esta manera y que Sebastián no se sintiera ni cerca. Movió la cabeza. No, no iba hacer así, sabía que para Sebastián debía de sentirse igual. Este le había confesado antes lo mucho que le gustaba y lo deseoso que estaba por tenerla a su lado. De alguna forma habían terminado allí sabía que este era solo el comienzo de la montaña rusa en la que comenzaba a tornarse su relación.Sin embargo, a pesar de que estaba nerviosa de cómo todo se había tornado, ella no iba a bajarse. Quería saber hasta dónde, viendo la línea que habían cruzado, esto los llevaría.Callen deslizó sus manos desde su cuello h