*—Sebastián:—Siento no ayudarla —se disculpó Sebastián después de un largo silencio—. Es que… —se interrumpió a sí mismo y volvió a mover la cabeza. Quería que su hija entendiera que tomó esas decisiones para protegerse a sí mismo y que no lo hizo por mal. Si hubiera sabido que Orlidy terminaría muriendo por esa decisión, hubiera hecho todo lo posible para evitarlo, pero no podía devolver el tiempo atrás.—Lo entiendo —se apresuró a decir Chloe—. No tienes que explicarte —dijo su hija, pero Sebastián no podía dejarlo pasar.—Le di todo lo que tenía, lo cual era poco, y aun así no supo valorarlo —Sebastián bajó la mirada—. Y cuando al fin estaba superándola, venir a mí a chantajearme y a usarme, fue lo que más me enfado —Sebastián volvió a mirar a su pequeña—. Una parte de mi si quería ayudarla, porque sentía que se lo decía —dijo—. Sin embargo, la otra parte, aquella que había sufrido fue la que tomó la decisión de ignorarla, y… —Sebastián suspiró—. No tenía idea que tu madre haría t
*—Callen:No podía creer lo que estaba viendo.Su esposo se acercó a su padre y lo saludó como si estuviera saludando a un viejo amigo. Parecía que estos ya tenían una especie de amistad establecida.Sebastián luego fijó la vista en ella y el corazón de Callen dio un vuelco en su pecho. Se veía tan guapo con su traje hecho a su medida. Ese día tenía un aspecto más de hombre de negocios, como si hubiera ido a cerrar un trato, solo que su sonrisa cálida cambiaba la imagen fría que esté siempre daba cuando andaba trajeado. Callen notó que todo estaba en su sitio, desde su pelo negro echado atrás con gomina, su rostro libre de barba y su traje bien colocado.Callen movió la cabeza.No debía de estar allí babeando por su esposo. Estaba muy enfadada con él y no entendía por qué estaba allí. ¿Qué era lo que Natasha había tramado fingiendo que le había conseguido una entrevista de trabajo? Eso fue de muy mal gusto. Había tenido tantas esperanzas por esta.Se cruzó de brazos y le dio una mirad
*—Callen:Los ojos de Callen se salieron de sus órbitas al ver la fachada exterior del lugar. Era la misma fachada que había tenido su tienda la última vez, pero de una forma más elegante. Sintió sus ojos llenarse de lágrimas al ver todo tan diferente, pero de igual forma igual y cuando vio el nombre de su tienda de una manera más llamativa, las lágrimas al fin escaparon de estos.Lo exterior era como Callen una vez lo había imaginado y no podía creer que su sueño fuera palpable ahora. Más bien, lo exterior era como Callen lo había imaginado.Miró hacia Sebastián quien estaba a su lado muy sonriente.—Sebastián… —susurró su nombre, emocionada porque él mismo hubiera preparado todo esto.¿Cuándo lo había hecho? ¿Quién lo había ayudado? Tenía tantas preguntas por hacer, pero no podía salir de su ser. Estaba asombrada y si esto era lo exterior, no sabría qué pasaría cuando viera el interior. Tal vez se desmayaría.Sebastián extendió una mano hacia la entrada de la tienda.—¿Desea entrar?
*—Sebastián:Estaba muerto de los nervios.Sus manos no dejaban de temblar y sentía el sudor bajándole por debajo del traje.Cuando había decidido ir a por Callen, dejar de ser el cobarde que era y enfrentar la situación, Sebastián no había tenido un plan en mente para hacerlo. Era tan torpe en estas cuestiones del amor que daba pena, pero su hija fue quien dio la idea para poder encontrar el perdón de la misma.Chloe le había hecho una simple pregunta: ¿Qué era lo que Callen más deseaba? Sebastián no dudó en responder la cuestionante. Su esposa lo que más deseaba era una familia amorosa.Lo había dejado por sus problemas con su familia, por no saber lo que quería y ser tan renuente a dar su brazo a torcer. Para Callen la familia era muy importante. Sebastián solo tenía que ver como actuó cuando Chloe y él estaban uno en contra del otro. Callen siempre le invitó a que resolvieran sus diferencias porque se tenían uno al otro y nunca se puso en medio de ellos.Cuando le había comunicad
*—Sebastián:La acción de Callen de lanzarse a sus brazos para abrazarlo fue un poco inesperada para Sebastián. Había esperado que Callen le pegara una cachetada por imbécil, por haberla lastimado tanto, sin embargo, lo que recibió de esta fue un gratificante abrazo, algo que había extrañado estas últimas semanas.Alzó los brazos y rodeó el delicado cuerpo de su amada esposa, apreciando todas sus curvas y sintiéndose en casa al fin.—Callen… —susurró su nombre y vio su vista borrosa. Parpadeó varias veces para evitar la sensación de llorar que sentía, pero estaba tan afligido por lo que estaba sucediendo. La apretó más entre sus brazos, mientras cerraba los ojos y la sentía en todas partes—. Yo… —su voz se rompió y comenzó a llorar en silencio porque, a pesar de que no se lo había dicho con palabras, Sebastián sabía que Callen le estaba dando la oportunidad de redimirse por sus errores.Quizás fue el poco tiempo que duraron juntos, pero para Sebastián había sido suficiente para caer r
*—Callen:Cuando se levantó aquella mañana, no había esperado que el día terminara de la forma en la que iba a terminar con todos festejando un regreso y su familia unida.Se había sentido nerviosa durante la mañana, pues, tenía una importante entrevista de trabajo, pero lo que no espero es que su amiga la engañara para que se encontrara con su padre y que este encuentro fuera fructífero.Callen había perdonado a su padre y aunque las cosas no cambiarían de la noche a la mañana, sabía que poco a poco resolverán sus diferencias y las cosas mejorarían.Además de ello, tampoco esperó el encuentro con Sebastián. ¡Eso sí que fue inesperado! Cuando su padre se puso de pie, despidiéndose de ella, Callen esperaba hablar un poco más con él, pero al ver a Sebastián, se había quedado muda. Tampoco esperó toda la charada que hizo para llevarla a la tienda. Tenía que admitir que fue divertido y emotivo de su parte, principalmente lo de la tienda.No se imaginó que el nuevo local fuera más o menos
*—Callen:Se sentía como si estuviera en un sueño. Tanta felicidad no debía de ser real. Se sentía tan amada y querida. Estaba sobre la novena nube y quería quedarse allí para siempre. Quería estar en la cama con Sebastián toda la noche y nunca dejar sus brazos, pero eso no podía ser posible. Ambos tenían vidas y responsabilidades.Una risita divertida salió de su ser mientras veía hacia la noche iluminada por la luna nueva en el cielo. En el pasado, aunque pensaba en encontrar su persona especial, no pensó en la intimidad con esta, pero ahora con Sebastián, no dejaba de pensar en lo delicioso que se sentía estar entre sus brazos. Todo su cuerpo palpitaba de placer y deseaba tener más, a pesar que este estaba quejándose por ello.Era una adicta a Sebastián.Sintió unos fuertes brazos rodearle la cintura y como un cuerpo masculino se apretaba contra el suyo.—¿Qué haces? —preguntó Sebastián abrazándola por detrás mientras apoyaba su barbilla sobre la coronilla de la cabeza de Callen.—
*—Sebastián:Si allá cuando estuvo entre su veintena, alguien le dijera que estaría en una mejor posición en el futuro, casado con una gran mujer y que tendría una hermosa familia, no le creería, pues la vida que estaba llevando en estos momentos parecía de ensueño, muy diferente a lo vivido en ese entonces.Estaba tan feliz que no podía dejar de sonreír y cada día se levantaba como si estuviera en la novena nube. Estar con la mujer que amaba y sus hijos era una bendición, y si, contaba a Kamille y a Kellan como sus hijos al igual que a Chloe, si no fuera por Klaus, Sebastián los adoptaría, pero a lo que se refería, es que nunca pensó que, después de todo lo que paso, llegaría el día en el que estuviera regocijándose de la alegría que sentía por estar con su nueva familia.No tan solo eso, tampoco se imaginó que estaría ahora atado, con gusto, a una gran mujer. Callen era una persona tan maravillosa que las palabras le quedaban pequeñas para definirla. Era tan fantástica, tan bella po