*—Sebastián:El día estaba muy pesado.Las reuniones que tuvo durante el día más el encuentro temprano con aquel hombre, lo tenían agotado. Eran solo las cuatro de la tarde y ya quería irse a la cama. Sus ojos le dolían y gracias a Dios que se había quitado los contactos, las gafas eran más cómodas cuando se sentía pesado de esa manera.Quería pronto llegar a casa y tomar a su esposa entre sus brazos, sin embargo, sabía que no sería tan fácil como en el pasado. Las cosas entre Callen y él estaban mal, muy mal. No paraba de ignorar lo que estaba frente a su nariz, actuaba como si nada pasara, cuando muy bien sabía que su relación estaba cayendo poco a poco.Callen no estaba siendo feliz y si seguía siendo un idiota, iba a haber un día en que regresara a casa y no la iba a encontrar. Sabía que Callen sería capaz de dejarlo sin importarle que no tuviera lugar donde regresar.Se pasó una mano por la frente y trató de seguir el informe verbal que Joseph estaba dándole. Su mente estaba lejo
*—Sebastián:Cuando regresó a casa, Sebastián estaba decidido a decir la verdad. Quería que tuvieran un momento a solas lejos de los chicos para que pudieran hablar sobre lo sucedido en el pasado y sobre lo que pasaría luego de que Callen subiera la verdad. No quería que se separaran por ello, no cuando se amaban y podían tener un gran futuro juntos, así que Sebastián haría todo lo posible porque no fuera así.Revisó en el piso de abajo y no encontró a Callen en la cocina, como siempre estaba a la hora que Sebastián decidía regresar del trabajo. Quizás estaba en su habitación.Subió al segundo piso, pero antes de ir hacia la recamara que ambos compartían, fue hacia la de los chicos. Tocó la puerta de Kellan primero, pero al no recibir respuesta, la abrió. No se veía a Kellan por ningún sitio. Tal vez había salido con sus amigos. Decidió ir hacia la de Kamille y probó igual. La chica tampoco estaba y parecía que los mellizos habían salido juntos. Eso decía que estaba a solas con Callen
*—Callen:Esto era una locura, pero…La vista de Callen se volvió hacia su esposo sentado a su lado. Sebastián cuando tenía que ser decidido, actuaba como tal y no le importaba que consecuencia podría tener, su esposo simplemente daba el paso. Si tan solo hubiera sido así antes.Callen movió la cabeza.No importaba el pasado, ahora lo que importaba era el presente y el futuro.Cuando Sebastián sugirió que hicieran el viaje a Francia que en un principio fue para el cumpleaños de Callen, la misma había creído que habría que hacer planes y todo lo demás, pero el poder que tenía el dinero era increíble. Ni bien Sebastián decidió que se fueran en el momento que lo sugirió, tomaron sus pasaportes y un taxi hacia el aeropuerto. Ni siquiera llevaban maletas. Lo único que Callen llevaba consigo en aquel viaje, era su bolsa diaria con algunas cosas personales, y obvio, el regalo de Natasha.Sebastián había dicho que lo que necesitaran, lo comprarían cuando llegaran. Callen también creía que no
*—Sebastián:Estar entre los brazos de su amada era el mejor lugar donde podría estar.Se sentía tan tranquilo y tan en paz. Después de pasar varios días pensando en todo lo que les acontecía en su vida, este momento de tranquilidad era lo que había deseado por mucho tiempo.Sebastián sonrió al ver el dulce y dormido rostro de Callen.Habían tratado de hacer el amor ni bien habían llegado al hotel, pero Callen había insistido en que se dieran una ducha, pero la ducha lo que hizo, en vez de avivar el deseo que tenían, lo apaciguó. La ducha había servido para que Sebastián se diera cuenta de lo cansado que se sentía por aquel largo vuelo a Francia y Callen pareció igual.Ni bien habían salido del cuarto de baño, ambos se habían metido en la mullida cama y se habían entregado a los brazos de Morfeo. Habían dormido tanto que ya era de noche y sus estómagos no paraban de rugir. Aunque Callen estaba dormida, Sebastián podía escucharlo muy fuerte. Era solo cuestión de tiempo antes de que la
*—Callen:Estaba maravillada con Paris.¿Por qué diablos no había venido antes?Se rio divertida por la respuesta que claramente sabia, aunque fue tarde, pero al menos estaba allí y no paraba de tomar fotografías con su teléfono para luego enseñárselas a Natasha y sus hermanos. Era todo tan hermoso. Esta era una experiencia de su vida que siempre recordaría y le agradecía tanto a Sebastián por permitirle cumplir este pequeño sueño suyo.Desvió la vista hacia Sebastián a su lado, quien miraba tranquilamente hacia las aguas del Rio Sena mientras la dejaba tomar fotografías de todo lo que veía. Su esposo se veía tan guapo que no podía creer que pudiera tener como pareja a alguien tan buenmozo como él. Sebastián robaba miradas donde sea que se detuvieran. Esa noche solo llevaba un jersey oscuro con un vaquero igual de oscuro, que, en conjunto con sus gafas de pasta, le daba un aspecto Geek y sensual a la misma vez.Sebastián en ese momento fijó la mirada en ella y una resplandeciente son
*—Sebastián:No perdieron el tiempo.Ni bien estuvieron encerrados en la habitación, Sebastián la tiró entre sus brazos para besarla con el fervor que sentía esa noche, comenzando a devorarle los labios como si quisiera arrancárselos, pero estaba loco por su esposa. Más bien, desde la primera vez que pudo besarla se volvió un obsesivo de Callen.No podía dejarla ir, así que iba a luchar todo lo que pudiera para hacer que se quedara a su lado cuando al fin colocaran todas las cartas.La levanto del piso e instintivamente, Callen le rodeó la cintura con sus piernas, haciendo que Sebastián gimiera cuando su sexo presionó el de esta. Demonios, necesitaba tenerla tendida sobre la cama y lista para él.Sin dejar de besarla, la llevó a la cama en donde la acostó sobre el mullido colchón. Movió las manos para comenzar a retirar la ropa de su hermoso cuerpo, pero sintió como Callen colocaba sus manos en su pecho para luego darle un suave empujón, pidiéndole que le diera su espacio y así mismo
*—Sebastián:Lanzó la cabeza hacia atrás mientras soltaba un alarido de placer cuando la boca de Callen se cerró sobre la cabeza de su miembro. Callen comenzó a acariciarlo con los labios, volviéndolo loco para después comenzar a recorrer su erección con la lengua desde su base a su punta, volviendo a su base y una vez a su punta, en donde la rodeó con la lengua y luego introducir su miembro dentro de su cavidad bucal.Era una malvada.Jadeó con fuerza tratando de tirar del lazo que ataba sus manos atrás en su espalda. Esto era divertido y algo perverso, sí, pero se estaba volviendo loco por no poder tocarla. Sin embargo, por más que tiró de este, entre Callen lamiéndolo y él perdiendo sus sentidos, no pudo aflojar el nudo del lazo. Bajó la cabeza para ver a Callen mirándolo con una expresión maliciosa mientras acariciaba su miembro con sus manos. Callen estaba disfrutando de esto, de tenerlo así a su merced. ¿Acaso no era el cumpleaños de Sebastián al día siguiente? Debería complace
*—Callen:Ha llegado el momento.Alzó la vista del desayuno que aún no había tocado hacia el rostro de su esposo sentado frente a ella, quien tampoco había tocado su plato. Estaban en el restaurante y habían bajado para tomar su respectivo desayuno/almuerzo, a sabiendas de que tenían cierta conversación pendiente.Después de pedir el mismo, Callen se había dado cuenta de lo incómodo que se veía Sebastián, así que esperó por este a que tomara la palabra, pero el mismo seguía devanándose los sesos para decirle la verdad, verdad que ya Callen sabia, pero que lo supiera era una cosa mientras que decirlo en voz alta era otra.Observó como Sebastián ladeaba la cabeza y se mordía los labios, viéndose muy nervioso, así que Callen decidió traer la conversación que había estado bailando alrededor de ellos poniendo en prueba su relación.—Lo sé todo, Sebastián —le dijo Callen mirándolo a los ojos y vio como Sebastián la miraba sorprendido. Este abrió y cerró la boca varias veces hasta que la dej