[AITANA]
Después de la insistencia de Daniel y de una situación un tanto incomoda que hemos vivido junto a Matías, por fin estamos disfrutando de este maravilloso día. Me siento en uno de los muchísimos bancos que hay cerca de la atracción donde han subido Matías y Daniel y me los quedo esperando. Hay momentos donde decido no ir con ellos para que puedan acercarse más uno al otro. Sé que Daniel está aceptando a Matías de una manera increíble, que le diga papá ya es demasiado hermoso, y no me quiero ni siquiera imaginar cómo será cuando se entere que él es realmente su padre, tengo la sensación de que será muy feliz con la noticia.
Por el otro lado no puedo dejar de pensar en lo buen padre que ha resultado ser Matías, pero como no iba a serlo si es un hombre súper especial. Desde que entro a mi clínica lo ha cambiado todo. Ll
[MATÍAS]La cara de felicidad de mi hijo después de haber subido a Soarin es algo que no quisiera olvidar nunca y es que la sensación de haber volado en parapente ha sido increíble.—¡Que guay que estuvo! — Dice brincando en medio de toda la gente.—¡Si, ha estado muy guay! — Respondo de la misma manera.Aitana permanece en silencio y sé que aún sigue preocupada por lo ocurrido hace unos instantes. Lo que ella no entiende es que si fuera por mi le gritaría al mundo entero que soy el padre de este niño tan increíble.—Mami, ¿te ha gustado? — Le pregunta tomándola de la mano.—Si cariño, ha estado muy bueno. — Le responde posando su mejor sonrisa.Camino hacia su otro lado y la tomo de la otra mano con una enorme sonrisa tatuada en mi rostro. —Cariño, ¿Qué sucede?
Es bastante tarde y al llegar al hotel nos percatamos que Daniel se ha quedado profundamente dormido. —Bueno, creo que hoy lo puedes cargar tú. — Me dice sonriente.—Cariño, ¿sabes cuantas veces he cargado a mis sobrinas? — Explico demostrando toda mi experiencia.—Vale, entonces esto no será nada. — Bromea y baja del auto.Mientras bajo del auto, ella abre el maletero y baja la mochila que habíamos llevado al parque. —Pesa muchísimo, ¿No? — Me pregunta caminando hacia mi mientras bajo a Daniel del auto y lo cargo.—Más que mis sobrinas seguro. — Digo en un susurro para no despertarlo. —¿Cómo hacías para bajarlo tu sola? — Cuestiono mientras vamos caminando hacia el hotel.—Con una masajista que recuperaba mi espalda después de cargarlo. — Responde con una media sonrisa.Sus p
[MATÍAS]Es otro día increíble en familia, pero esta vez ya estamos en otro de los parques emblemáticos de Orlando, Universal Studios. Daniel está disfrutando muchísimo de este lugar, pero lamentablemente no todos los juegos son aptos para él todavía, cosa que le molesta un poco. Sé que Matías muere de ganas de subirse a muchísimas de estas montañas rusas, pero por no dejar a su hijo solo, no lo hace.—Creo que deberías subir a esa. — Le digo señalando una montaña rusa que se ve genial.—Creo que tú deberías responder a mi pregunta. — Me responde y ya sabía que en algún momento del día me lo reclamaría.—¿Qué pregunta papi? — Interrumpe Daniel mirándonos a los dos.—Nada hijo, algo que Matías me ha preguntado ayer. — Contesto int
[MATÍAS]Días despuésNo puedo creer que hoy sea nuestra ultima noche aquí. Mañana temprano regresamos a Valencia y a toda nuestra realidad, una donde tendré que volver a acostumbrarme a tenerlos lejos de mi. Cada día que hemos pasado durante estas dos semanas de vacaciones han sido increíble. He conocido mucho más a mi hijo y ella me ha enamorado más, como si eso fuese posible. La espero acostado en esta cama de hotel que ha sido testigo de nuestro derroche de amor, mientras que ella termina de leerle su cuento a Daniel y no puedo dejar de pensar que me he quedado con tantas palabras para decirle, tantas propuestas que hacerle, pero ha sido ella la que ha pedido que todo fuera más despacio entre los dos.
[MATÍAS]Haberlos dejado en su casa ha sido lo más difícil que he hecho hasta ahora. Sabía que me costaría mucho trabajo separarme de ellos, pero no al punto de ponerme tan triste como lo estoy ahora. Intento comprender la profundidad de mis sentimientos y realmente no tiene mucha lógica, no es como si viviesen en otra ciudad ni en otro país, viven a pocos minutos de mí y por las mismas palabras de Aitana puedo ir a verlos cuando guste. Me he acostumbrado tanto a los dos que me cuesta mucho comprender estar lejos de mi hijo y no tenerla a ella entre mis brazos cada noche.Acordamos en ir a ver a la Doctora Sandra Martínez la próxima semana para de una vez por todas decirle la verdad a Daniel. El solo hecho de pensar en ese momento, me pone muchísimo más nervioso. Javier abre la puerta del garaje con el mando desde el auto y estaciona el mismo. Bajo del auto, saco mis maletas del m
[MATÍAS]Este nudo en el estomago es peor que el que sentí aquel día que salió mi primer libro a la venta. Hace exactamente una semana que me siento así, pero hoy es el día en el que Aitana y yo junto a Sandra, le diremos la verdad a Daniel. Ya no tendré que morderme más la lengua cada vez que siento la necesidad de decirle toda la verdad y de hacer planes con él como algo más que el novio de su madre. Lo observo sentado en la silla de al lado de mi novia en la recepción de este consultorio y puedo notar como está situación lo confunde. Debe de estar preguntándose porque yo estoy aquí con ellos, o simplemente a que ha venido.No tengo idea de cómo ira a reaccionar, pero solo puedo soñar con aquel abrazo que quiero darle mientras le dejo saber lo mucho que lo amo y como es que ni en mis mejores sueños podría haber imaginado un hijo tan esp
[MATÍAS]Sus ojos cafés me miran fijamente, tanto que me puedo ver reflejados en ellos. Puedo ver mi cara de angustia y no me atrevo a moverme, ya que no sé qué es lo que está pasando por esa pequeña cabecita. Las miradas de Aitana y Sandra están sobre nosotros expectantes a lo que va a ocurrir aquí y puedo hasta oír el ruido de las agujas del reloj que hay en este consultorio moverse. Es el momento más largo de toda mi vida y comienzo a sospechar que él no me quiere como su padre, cuando de repente sus pequeños bracitos me sorprenden por encima de mis hombros abrazándome.—Me gusta mucho que tú seas mi verdadero padre. — Me dice sin soltarme y puedo sentir como las lágrimas comienzan a acumularse en mis ojos a causa de la emoción.Lo sujeto mucho más fuerte contra mi haciendo que sus piernitas se enreden en mí y me pong
[AITANA]Estoy completamente conquistada por lo que ven mis ojos, mi sobrino… mi hijo, con su padre disfrutando de una hermosa tarde en un parque. Los observo mientras hacen el intento de jugar futbol en este lugar y yo solo puedo sonreír al saber que Daniel ha aceptado la noticia con total naturalidad. No sé si es que él sospechaba que Matías podría ser su padre, o es que la mente de los niños trabaja de manera tan diferente a la de los adultos y no se hacen problemas siempre y cuando esa persona los trate bien.Lo veo reírse con su padre y si bien estoy feliz por verlo así, me es imposible no sentirme con miedos de que él prefiera estar con su verdadero padre que conmigo. Sé muy bien que soy una tonta por pensar esto, pero mi corazón no podría resistir que quien es el motivo de mi vida quiera irse con Matías. Por el otro lado, sé que Matías quiere que vivam