La mañana en la editorial ha sido increíble. Ya he conocido a todo el equipo y a los editores que estarán trabajando conmigo en este nuevo libro. Abro la puerta del cuarto de hotel y la veo sentada en el balcón de la habitación con un libro en sus manos. Sin que ella me pueda escuchar, salgo y le cubro los ojos. —Hola mi vida.— Le susurro intentando no reírme por el susto que le ha dado.
—¡Matías!— Me exclama y lleva su mano al pecho. —¿Tú me quieres matar?— Me pregunta intentando tranquilizar su agitada respiración.
—Lo siento cariño, creí que me habías escuchado entrar al cuarto.— Me defiendo de la misma manera que dice Daniel cuando lo regañamos.
—No, estaba muy entretenida leyendo.— Me aclara y me muestra el libro.
—¿"Perdona si te llamo amor?"— Pregunto al ver la t
[MATÍAS]Al día siguientePrimer día completo que paso en la editorial y de a pasos muy pequeños el libro va tomando forma. Estoy agotado, pero muy feliz por cómo se está dando todo. El equipo de trabajo es increíble y no puedo esperar a que este listo para que la gente disfrute de este nuevo trabajo.Ya son más de las once de la noche y hoy sí que me siento mal por haberla dejado sola todo el día, pero no podía dejar el capitulo del libro a medias. Entro a la habitación cuidadosamente creyendo que está dormida, pero para mi sorpresa me está esperando vestida con un vestido negro ajustado a su cuerpo que resalta esa pequeña pancita que adoro. Miro a
[AITANA]Abro mis ojos lentamente para poder adaptarme a la luz del sol que se cuela a través del gran ventanal que hay justo enfrente de la cama y con mi mano intento buscarlo en la cama, pero no está. Me giro sobre el colchón y me encuentro con una rosa roja y una pequeña nota."Mi amor, discúlpame por no quedarme hasta que te despertaras, pero tuve que irme a la editorial. Te veías tan hermosa durmiendo que no quise despertarte. Ya te ordené el desayuno. Te amo."Sonrió al leer la nota y no puedo creer que este en todos los detalles. Miro el reloj y son casi las diez de la mañana 《vaya que he dormido...》 Lentamente me siento en la cama y cuando estoy a punto de ponerme de pie alguien golpea la puerta. Busco el albornoz y me lo coloco para cubrir mi cuerpo desnudo e intento levantar un poco el desastre de ropa que ha quedado de anoche en el suelo. Dejo todo sobre la cama y lo cubro para lu
[AITANA] —¡Amor! ¡¿Qué haces?!— Exclamo sin poder parar de reírme cuando con una tela color negra comienza a vendar mis ojos. —Tú tranquila cariño... te dije que prepararas tus sentidos.— Me dice al oído y por alguna razón muchas películas vienen a mi mente. —No me dirás que te convertirás en uno de esos personajes de película, ¿no?— Bromeo y muerde el lóbulo de mi oreja derecha. —No estaría mal, pero no... seré Matías Mendoza seduciendo a su esposa...— Me advierte en un susurro y ya solo puedo esperar porque es lo que hará. —Vale señor Mendoza; estoy completamente preparada para todo lo que tú quieras.— Digo sonriente y puedo escuchar sus pasos en el piso de madera del yate. —Solo déjate llevar.— Me pide tomando mis manos y me jala para que comience a caminar siguiendo su guía. —Va a haber unos escalones.— Me advierte y con mis manos sobre sus hombros esta vez, voy bajando uno a uno los escalones. Me sigue guiando lentam
[MATÍAS]Quito la venda de sus ojos y observo como lentamente se va adaptando a la tenue luz del camarote. Me mira de una manera picara, muerde su labio inferior y luego se ríe provocando que ría con ella —Quien lo viera señor Mendoza...— Me dice de manera sensualy lleva su dedo índice al centro de mi torso y baja lentamente.El que yo este acomodado sobre ella con la ayuda de mis codos apoyado sobre el colchón y prácticamente me sostenga en el aire; facilita su tarea —Aitana, te había dicho antes que contigo quería vivir cosas únicas; y esto lo ha sido.— Le explico y mi mirada se centra en sus ojos a pesar de que su desnudez sigue desconcentrándome.Se sonríe —¿Te confieso algo?— Me pregunta tímidamente.—Tú confiésame todo lo que quieras... soy capaz de ser tu cómplice en todo.— Digo
[MATÍAS]Dos semanas despuésDespués de que ella ha regresado a casa, todo fue un poco más difícil. Terminar de editar el libro ha sido una experiencia única, pero el tenerla lejos estas dos ultimas semanas ha sido muy difícil. Extraño a Daniel y amanecer abrazado a mi esposa. Afortunadamente, ya estoy camino a casa y todo regresara a la normalidad al menos hasta septiembre que es cuando se supone que saldrá a la venta el libro. Intento cerrar mis ojos y descansar para poder llegar con energía a casa y disfrutar de mi bella familia.[...]El avión finalmente aterriza y me doy de prisa por bajar y reencontrarme con ellos. Según el mensaje de texto que me envió mi esposa, me estarían esperando en el aeropuerto. Camino los pasillos del lugar lo más rápido posible y solo deteniéndome para firmar algún que otro autógrafo o
[MATÍAS]—Hija, esto te ha quedado exquisito.— Le halaga mi madre a Aitana.Lleva razón, la lasaña esta increíble. —Es verdad cuñi.— Añade Javier y al ver a mi esposa esta sonrojada.—Muchas gracias.— Dice tímidamente y tomo su mano por encima de la mesa.—Es que ella es genial en todo.— Comento orgulloso y los "uhhhh" y "ehhhh" no faltan.—Mantengan esos detalles para ustedes solos.— Bromea mi hermana.《Bien, ahora mi esposa ya no está sonrojada, está prácticamente del mismo color que un tomate.》—¡Cintia!— Le reclamo y todos ríen de nuestra discusión de hermanos.Afortunadamente los niños están cenando en la mesa improvisada que hemos armado en el cuarto de Daniel mientras miran una película; a excepción de Rodrigo que aun es muy peque
[MATÍAS]Mi esposa aun sigue en la clínica, según lo que me dijo se ha retrasado con un problema. Estoy esperando a mi hijo en la salida de su escuela y noto como los demás padres ya ven con más naturalidad el hecho de que este yo aquí. Se siente tan bien este algo de normalidad que estoy viviendo, que no puedo más que disfrutarlo.—¡Papi!— Escucho y reconozco su vocecita enseguida.Lo busco con la mirada y al verlo me agacho para recibirlo con mis brazos abiertos y abrazarlo cuando llega a mí. —Hijo, ¿Cómo te ha ido?— Pregunto sin soltarlo.—Muy bien papi, estoy contento queda muy poco para terminar este año.— Explica sonriente.—Casi nada; solo un mes.— Comento y me pongo de pie para que nos vayamos.—Papi, ¿podrás leer el libro hoy?— Me pregunta mientras vamos hacia el aut
Hoy es el gran día, si nuestro bebé se deja ver, sabremos si es niño o niña, y quien más ansias tiene creo que es Daniel. Camina por la sala de espera de la clínica y juega con absolutamente todo lo que se le presente enfrente; revistas, juguetes que hay aquí, y hasta con lo juegos en el móvil de su mamá —Es peor que tú.— Me dice mi esposa y prácticamente me muero de risa.Esta en lo cierto, yo soy inquieto, intenso, estresante... vamos que soy bastante insoportable, pero mi hijo me gana —No te discutiré eso. Esperemos que este bebé salga a ti porque sino creo que te volverás loca.— Digo y beso su mano.—Es que yo soy demasiado tranquila para convivir con tres como ustedes, espero que de verdad este niño sea tranquilo.— Comenta y lleva sus manos a su abdomen y acaricia nuestro hijo. —Por favor cariño, no seas como est