[MATÍAS]
Quito la venda de sus ojos y observo como lentamente se va adaptando a la tenue luz del camarote. Me mira de una manera picara, muerde su labio inferior y luego se ríe provocando que ría con ella —Quien lo viera señor Mendoza...— Me dice de manera sensual y lleva su dedo índice al centro de mi torso y baja lentamente.
El que yo este acomodado sobre ella con la ayuda de mis codos apoyado sobre el colchón y prácticamente me sostenga en el aire; facilita su tarea —Aitana, te había dicho antes que contigo quería vivir cosas únicas; y esto lo ha sido.— Le explico y mi mirada se centra en sus ojos a pesar de que su desnudez sigue desconcentrándome.
Se sonríe —¿Te confieso algo?— Me pregunta tímidamente.
—Tú confiésame todo lo que quieras... soy capaz de ser tu cómplice en todo.— Digo
[MATÍAS]Dos semanas despuésDespués de que ella ha regresado a casa, todo fue un poco más difícil. Terminar de editar el libro ha sido una experiencia única, pero el tenerla lejos estas dos ultimas semanas ha sido muy difícil. Extraño a Daniel y amanecer abrazado a mi esposa. Afortunadamente, ya estoy camino a casa y todo regresara a la normalidad al menos hasta septiembre que es cuando se supone que saldrá a la venta el libro. Intento cerrar mis ojos y descansar para poder llegar con energía a casa y disfrutar de mi bella familia.[...]El avión finalmente aterriza y me doy de prisa por bajar y reencontrarme con ellos. Según el mensaje de texto que me envió mi esposa, me estarían esperando en el aeropuerto. Camino los pasillos del lugar lo más rápido posible y solo deteniéndome para firmar algún que otro autógrafo o
[MATÍAS]—Hija, esto te ha quedado exquisito.— Le halaga mi madre a Aitana.Lleva razón, la lasaña esta increíble. —Es verdad cuñi.— Añade Javier y al ver a mi esposa esta sonrojada.—Muchas gracias.— Dice tímidamente y tomo su mano por encima de la mesa.—Es que ella es genial en todo.— Comento orgulloso y los "uhhhh" y "ehhhh" no faltan.—Mantengan esos detalles para ustedes solos.— Bromea mi hermana.《Bien, ahora mi esposa ya no está sonrojada, está prácticamente del mismo color que un tomate.》—¡Cintia!— Le reclamo y todos ríen de nuestra discusión de hermanos.Afortunadamente los niños están cenando en la mesa improvisada que hemos armado en el cuarto de Daniel mientras miran una película; a excepción de Rodrigo que aun es muy peque
[MATÍAS]Mi esposa aun sigue en la clínica, según lo que me dijo se ha retrasado con un problema. Estoy esperando a mi hijo en la salida de su escuela y noto como los demás padres ya ven con más naturalidad el hecho de que este yo aquí. Se siente tan bien este algo de normalidad que estoy viviendo, que no puedo más que disfrutarlo.—¡Papi!— Escucho y reconozco su vocecita enseguida.Lo busco con la mirada y al verlo me agacho para recibirlo con mis brazos abiertos y abrazarlo cuando llega a mí. —Hijo, ¿Cómo te ha ido?— Pregunto sin soltarlo.—Muy bien papi, estoy contento queda muy poco para terminar este año.— Explica sonriente.—Casi nada; solo un mes.— Comento y me pongo de pie para que nos vayamos.—Papi, ¿podrás leer el libro hoy?— Me pregunta mientras vamos hacia el aut
Hoy es el gran día, si nuestro bebé se deja ver, sabremos si es niño o niña, y quien más ansias tiene creo que es Daniel. Camina por la sala de espera de la clínica y juega con absolutamente todo lo que se le presente enfrente; revistas, juguetes que hay aquí, y hasta con lo juegos en el móvil de su mamá —Es peor que tú.— Me dice mi esposa y prácticamente me muero de risa.Esta en lo cierto, yo soy inquieto, intenso, estresante... vamos que soy bastante insoportable, pero mi hijo me gana —No te discutiré eso. Esperemos que este bebé salga a ti porque sino creo que te volverás loca.— Digo y beso su mano.—Es que yo soy demasiado tranquila para convivir con tres como ustedes, espero que de verdad este niño sea tranquilo.— Comenta y lleva sus manos a su abdomen y acaricia nuestro hijo. —Por favor cariño, no seas como est
[AITANA]Matías esta tan ansioso en darle la noticia a su familia que no pudo contener las ganas de que vayamos a casa de sus padres a cenar para decirles que tendrán una nieta. Termino de alistarme y cuando estoy a punto de salir del cuarto me encuentro con mis hombres favoritos.—¿Ya estas lista?— Preguntan al unísono y no puedo más que reír.—Ansiosos. — Me quejo de ambos y me dan su mejor sonrisa de "somos inocentes" —Vamos.— Digo finalmente y salgo de la habitación antes que quiera ahorcarlos por ser extremadamente parecidos e insoportables. Solo espero que Bianca no se les parezca; si no me volveré loca.Si antes tenia a un guardaespaldas que abrirá la puerta del auto y cuidaba cada uno de mis pasos, ahora tengo dos. Mi pequeño abre la puerta del auto para que suba y muero de amor ante su gesto —Me quieren quitar el puesto.— Se queja
[AITANA]Dos semanas despuésEstoy entrando unos datos en el ordenador para ponerme al día con el trabajo, cuando un golpe en la puerta me interrumpe. —¡Adelante!— Exclamo y al ver a mi guapísimo esposo entrar a la oficina sonrió de felicidad. No me lo esperaba aquí.—Buenas tardes guapa, ¿Cómo estás?— Me pregunta con sus manos escondidas detrás de su espalda.《¿Qué está tramando?》—Yo estoy muy bien, ¿y tú? ¿Qué traes ahí?— Averiguo con una media sonrisa mientras señalo sus manos.Él se acerca a mi lentamente sonriéndome de esa manera tan especial que tiene de hacerlo —Una sorpresa para ti.— Anuncia y me da un beso que me hace querer seguir besándolo.—Me gustan tus sorpresas...— Comento.—Esta te encantara.&mda
[MATÍAS]Una semana despuésSi pudiese describir la cara de Daniel en estos momentos debería hacerlo como el rostro más feliz del mundo. La sonrisa prácticamente no le cabe en su pequeña carita y los brincos que ha dado cuando se dio cuenta él porque habíamos viajado a Rust, Alemania. "¡Un parque de diversiones!" Gritaba cuando estacionamos el auto y comenzó a ver todas las atracciones a lo lejos.Su sonrisa vale muchísimo más que mil premios o cualquier otro éxito de ventas que pudieran tener como escritor. Es esa sonrisa lo que hace que toda mi vida cobre sentido —Los espero aquí, suban a la montaña rusa.— Dice mi bellísima esposa con una enorme sonrisa en su rostro al vernos como dos niños disfrutando del parque.—Vale, te dejo mi móvil antes que vuele por el aire.— Le digo entre risas.
[MATÍAS]Después de haber pasado una semana increíble en familia en Alemania, ahora es el turno de que mi esposa y yo disfrutemos de cuatro días solos. Ambos tenemos muy en claro que este será el último verano en calma antes de que inicie toda la locura de los viajes. Nos esperan meses muy complicados a causa de la distancia que existirá entre nosotros y a la vez el cercano nacimiento de Bianca. Quedan aproximadamente 17 semanas para que nazca y yo no puedo más de las ansias.Nos despedimos de nuestro hijo con muchísima melancolía, aunque él está feliz por quedarse con sus primas, y partimos rumbo al aeropuerto. Venecia, nuestro destino para celebrar el habernos conocido hace un año atrás.[...]Un vuelo relativamente corto a comparación de los que estoy acostumbrado a hacer. —Esto es hermoso.— Comenta ella mientras observa detenidame