Hace una semana que había ocurrido lo del hospital, Nick y Cameron le pidieron descansar pero para ella esa tarea se había vuelto una tortura, más porque estos últimos días estaba sola en casa Nicholas iba a trabajar y Cameron a buscar empleo a pesar de la insistencia de Nick en que mejor se quedara cuidando de ella. Aún así Cameron insistió en buscar trabajo no sería una carga y vivir en Nueva York no era barato precisamente.En su automático andar por el centro comercial llegó a una tienda de bebé, aún era muy pronto para pensar en ropa de bebé, aún no sabía si sería niño, o niña pero no podía dejar de ver esa preciosa ropita de bebé. De solo imaginar que en unos meses tendría una personita que vendría al mundo a cambiarlo todo la llenaba de ansias y emoción. Entró a la tienda maravillada con cada cosa que veia, Noa llegó al área de cunas, su corazón comenzó a latir acelerado una cuna en especial llamó su atención, de un azul cielo con detalles en blanco caminaba hasta detenerse en
Llegó directamente a la cocina de la mansión su jefe traía una cara de enojo que se notaba a kilómetros, Alexander llamó al chófer para que esté fuese a recoger a la pequeña Luna en el centro comercial. La niña emocionada le contaba a Nicholas que había visto a Noa, la pequeña Luna le relataba a Nick lo mucho que le gustó ver a su niñera, de un momento a otro la sonrisa de la chiquilla desapareció pues fue sustituida por una cara larga y triste. Nick vió el semblante de la chiquilla a través del espejo retrovisor, al castaño le dió lastima ver así a Luna le había tomado cariño a la pequeña que diariamente le alegraba los días con sus ocurrencias y juegos, quería contarle a la niña que Noa estaba bien, también pasó por su cabeza el llamar a la morena para que hablara con la niña y así animar a Luna, pero optó por guardar silencio su buena acción podía meterlo en problemas. Sin darse cuenta llegó a la mansión, bajó del auto luego abrió la puerta trasera y así la pequeña castaña bajara
Estaba que no creía lo que escuchaba, no tenía palabras para agradecerle al hombre frente a ella. Él la miraba confuso la morena no decia nada, estaba ansioso por escuchar su respuesta, exactamente estaba esperando una respuesta afirmativa si Noa rechazaba su ofrecimiento quedaría claro que con la ex bailarina no tenía ninguna oportunidad. —¿Y bien Noa qué me dices? —arguyó el japonés sacando a la nombrada a la realidad. —En realidad estoy muy interesada, Takeru nunca nadie me ha dado esa oportunidad, desde siempre ese fue mi sueño y que además tú te ofrezcas para ayudarme...—¿Entonces aceptas? —volvió el japonés a preguntar. ———Al despertar y salir de su habitación, el departamento emanaba un delicioso aroma que invadió todo el lugar y olía un poco también a quemado. Se preguntaba si Mamoru estaba cocinando una voz desde la cocina le instó a ir a ese lugar no solo quedó maravillado con el olfato, también lo estaba con la dulce voz de la morena en la cocina que iba de un lado a
La emoción la hizo dar un brinco en el asiento del copiloto, su canción estaba sonando en una emisora nunca imaginó que algo así le fuese a pasar a ella, Noa ya no tenía esperanza de lograr algo en la música. —¡Felicidades! —exclamó Cameron acercándose a los asientos de adelante: —¡Mamoru mi amiga es famosa. —Alardeaba Cameron al callado chófer!Él sonrió ante la picardía de la mujer de llamativo cabello —felicidades señorita, no todos tienen el privilegio de tener amigos famosos. —Mamoru no le des más impulsos a Cameron —dijo la morena apenada—, además no soy famosa. Cameron bufó aburrida su amiga era una aguafiestas. Noa miraba a la pelirroja haciendo una expresión de fastidio tras el espejo retrovisor —Cami quita esa cara. —Dijo la pelinegra riéndose por la infantil reacción de su amiga. — Admite que eres una aguafiestas Nini —refutó la pelirroja—, por cierto amiga no le di las gracias a tu novio por este vestido tan lindo. —Si, luces preciosa —respondió Noa con un tinte rosa e
Estaba nervioso porque Noa le estaba llamando, era la segunda llamada el castaño suspiró contesto y acto seguido saludó a Noa: —Hola Nini ¿Cómo la están pasando...? —Nick, ¿por qué no respondes? —preguntaba ignorando el saludo de Nicholas. —Bueno estaba tomando una ducha...—¿Y dónde dejaste a Ian? —arguyó la morena por su pequeño. —Durmiendo —se adelantó el castaño a responder—. Como está dormido aproveche para darme un baño. Por cierto ¿Cómo le estás pasando? —Pues bien —dijo ella más tranquila—, Nick tengo mucho que contarte cuando llegue a casa. —Esta bien hablamos cuando vuelvas a casa. —La llamada finalizó, Nicholas miró al pasajero a su lado, parecía estar más tranquilo al menos ya no preguntaba por Cameron. —¿Es tuyo? —¿Ah? —inquirió Nick sin saber a que se refería Francisco. —Hablo del bebé ¿Es tu hijo? —dijo Frans encogiéndose de hombros. —Ah era eso no, no es mío es mi... Sobrino. —Respondió Nicholas con naturalidad, de cierta manera decía la verdad quería a Noa co
—¿Crees qué estés lista? —Cameron hacia unas pinceladas dando los últimos toques al maquillaje de su amiga. Noa no sabía exactamente que responder a la pregunta de la pelirroja, Takeru y ella se comprometieron en año nuevo pero cada vez que veía aquel hermoso anillo sentía una estrujada en su pecho que no sabía cómo tomar. ———La cena había finalizado luego del discurso de Nicholas, Noa fue al balcón para ver los fuegos artificiales Cameron le siguió pero en cuanto vió que el novio de la pelinegra iba en la misma dirección ella optó por darles privacidad a la pareja. —¿Qué haces aquí sola? Ella volteó buscando al dueño de esa voz. —Miraba los fuegos artificiales a mi madre le encantaban Takeru. —Dijo ella con nostalgia y un tono de melancolía en su voz. En una ocasión Noa le confesó la forma en la que había perdido a su madre, aquella historia despertó en el frío y calculador japonés una fibra cálida y emocional que no sabía que tenía. La historia de la chica frente a él le mostr
La swite estaba llena de de chocolate—, Takeru es todo un principe.Suspiraba degustando el dulce sabor de la fresa y el chocolate fundiéndose en sus labios, estaba feliz por su amiga y todas las cosas buenas que le estaban sucediendo. Uhermosos arreglos de rosas y otros tantos de flores exóticas, también de cajas de obsequios y decoraciones con frutas. —¡Nini! —dijo Cameron impresionada con la variedad de presentes en la habitación la pelirroja comiendo una fresa cubiertana parte de ella quería que algo así le ocurriera, Cameron no era envidiosa pero si quisiera que alguien le diera atención y sentir que alguien la quería. —No son para mí —dijo la morena leyendo la nota de uno de los ramos de flores—, ciertamente Takeru es un caballero, pero este no es su estilo.—¿A no? —inquirió Cameron intrigada por saber quien había enviado todo aquello—. ¿Entonces quién fue Noa...? ¡Ya se fue un admirador! —Bueno si es un admirador, pero nada de lo que ves es mío Cami. —Dijo la cantante con un
—La mariposa ha volado muy alto ¿No estás de acuerdo conmigo Richard? —Si señor estoy de acuerdo con usted. Fabio dejó el teléfono en su escritorio. El pelinegro encendió un puro había dejado en paz a Noa ya no podía seguir amenazándole con hacerle algo a Cameron —Richard la muy zorra fue más lista de lo que creí. —Espetó el italiano soltando todo el humo. —Señor lo mejor es que deje tranquila a la fiera, Azul ya no cederá...—¡No me da la gana m*****a sea! —prorrumpió Fabio perdiendo la paciencia, odiaba que las cosas se salieran de control y por confiar en la sumisión de Noa la morena fue escurridiza y supo esconderse—, esa noche debí traerla conmigo, pero no tenía que dejarla ir y darle ventaja a la mariposa. —Fue lista al esconder a Cameron...—Richard, quiero mi color favorito de vuelta —una sonrisa lasciva se dibujó en Fabio—, si no puedo traerla a mi la haré hundirse mostrando su pasado a mi manera. Quería volver a tenerla, Noa se había vuelto su obsesión fue su primer ho