—Seguro era un lobo común y corriente, —expreso Nicolás mientras lleva un bocado de palomitas de maíz a su boca.
—Estoy segura de que ese tamaño no es para nada normal, —Eva no deja de pensar en el enorme lobo negro que encontró en el bosque y que precisamente es Kemal.
—¿Qué quieres con el lobo? —interroga Samael que está pendiente de su conversación.
—Lo he visto muy solo, tal vez no tenga manada y aquí puede estar seguro, no quiero que capturen más sobrenaturales, —murmura.
—Es muy lindo que pienses en todos, pero debes concentrarte en entrenar, —comenta su hermano.
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‘‘Que te quite la ropa y te folle como nunca’’ Nunca imagino que un ángel pudiera decir tales palabras y que provocaría mucho deseo en su cuerpo, sin embargo, lo que sucedió después lo dejo con ganas. —Pero seguiré a mi otra voz y me mantendré firme, —murmuro para apartarlo y arreglar su ropa. —¿En serio? —cuestiona con indignación. —Mantente alejado de mí, te lo agradecería, —se marcha de ese lugar dejando a Nicolás con una erección y su ceño fruncido por su comportamiento tan irracional. Por otro lado, Eva despierta sudada y con un mal presentimiento, no entiende que sucede, sin embargo, puede sentir que algo no anda bien, sale de la cama y baja hasta la planta baja para ir a la puerta
—Todos están en una isla, les enseñan libertad, pero deben hacer trabajos para ganarla, —les explica—Es imposible ingresar o salir de allí… —¿Cómo lo has logrado? —Alfred, —susurra con tristeza y admiración por aquel señor—Es el científico que logro mantener el gen inactivo, me ayudo a escapar activando la alerta de incendio, —murmura. —¿Cuántos clones tuyos son? —cuestiona el hermano de la diva. —Hasta ahora son treinta, sin embargo, han creado clones de otras especies, no son sobrenaturales, —aclara—Mezclan genes humanos con animales salvajes y lo estabilizan con una especie de suero, —esto vas má
Hace una mueca por el dolor que recorre su cuerpo, nunca la habían golpeado de ese modo, maldice a Nicolás por someterla a esa prueba. —¿En serio tu padre te sometía a monstruos más grandes? —interroga. —Los hijos de regentes deben ser fuertes desde pequeños, —le comunica—Además fue de ese modo que logre conocer mi poder, —alza sus hombros restándole importancia. —La próxima vez que lo veas, dile que aquí en estados unidos, le quitan la custodia, —lo dice de una manera bromista y este se carcajea. —Lo vi la otra noche, —murmura—Le pregunté por tus poderes para poder ayudarte a controlarlos, —Eva lo mira con curiosida
—Viví a través de ellos, no es fácil de explicar, sin embargo, tuve sueño durante mucho tiempo en lo que me veía fuera de aquellas cuatros paredes, —Kemal expresa con dolor aquellos, no tenía nada más importante que aferrarse a la idea de que eran un sueño sin sentido. »Desde que escaparon comencé a tener sueños que no lograba explicar, pero pensé que solo eran simple sueño provocado por mi anhelo de estar fuera de ese lugar… —hace una pausa—Me transformé a los dieciséis años… —Un alfa dotado, —interrumpe el moreno—Los que se transforman a edades tempranas suelen desarrollar habilidades, —explica. —Por eso puedo curar a otros y aumentar la te
Las conversaciones entre Kemal y Kendall se volvieron más fluidas en las primeras semanas, se quedaba a cenar con su tío y ella llegando en horas de la noche a la casa, Eva no comprendía por qué este llegaba tarde y tampoco se siente con la cercanía suficiente como para preguntarle. En sus entrenamientos los guardianes creados por Nicolás son más fuertes y rápido, sin embargo, la diva ha aprendido estrategias para vencerlo enseguida y controla sus habilidades con bastante fluidez. —¿No debes ir a trabajar hoy? —le pregunta al rubio mientras toma un descanso para beber agua. —Los sábados lo tengo libre, —responde. —Mmm… ¿Y cómo vas? —Me gusta, el señor Marcell es buena persona, —murmura—Debo irme, —se le
—Aunque ellos ya no sean las mismas personas, le debo su libertad, —murmura la diva hacia su hermano mientras observan el cielo estrellado desde el techo de la casa. —Tu misión es destruirlos, —le recuerda. —¿Cómo puedo dañar a alguien que hizo todo para protegerme? —interroga. —Puede ser doloroso, sin embargo, es por el bien del mundo sobrenatural, —la diva deja salir un suspiro. —Nos alejaron por el bien del mundo sobrenatural, —dice con su ceño fruncido—De ese mismo modo pueden enviar personas a cazarnos, —añade—Cuando crean que somos un peligro querrán eliminarnos, —el moreno sabe que su hermana tiene toda la razón. —Debemos seguir el orden, no hagas nada que te ponga en peligro, —pide. &nbs
Para un ángel la cosa más sagrada después de las reglas de oros son sus siete plumas doradas, es lo más fácil de perder cuando rompes el reglamento y no importa el rango del ser celestial para ser castigado por cometer pecado. Su pecado es uno de los más grandes en el reino celestial y por el cual muchos ángeles terminan desterrados, Suriel rompió una de las reglas de oros al dejarse llevar por la lujuria. Esa noche después de marcharse su piel blanca se cubrió de moretones y de su ala salió una pluma de oro. La tristeza lo invadió y juro proteger sus seis alas doradas restantes mientras la caída se desvanecía en sus manos, no puede permitirse ser echado del único lugar que conoce como casa y aunque su corazón salga lastimado por dejarse guiar por lo que supuestamente es lo ideal para él no volverá a caer en la tentación del demonio conocido como Nicholaus.  
La diva permanece envuelta en los brazos de Kemal que se dedica a dejar caricia en sus piernas, se siente completo, sin embargo, el deseo de unirse a ella en su totalidad lo invade. En el fondo sabe que no es momento de decirle sobre eso por lo que decide mantenerlo callado. —Mi padre es quien dirige las instalaciones, —Eva gira su rostro para mirar sus ojos ausentes. —No tienes que hablar de eso, lo sabes ¿cierto? —captura su mano y entrelaza sus dedos con los del rubio. —Quiero hacerlo, —la mira con determinación y seguridad—Cuando me transforme a los dieciséis años, lo hice frente a mi hermano mayor, —murmura—Era mi gemelo, nunca nos separábamos y siempre estábamos ahí para el otro… desperté una noch