Christa sentía la desesperación en su cuerpo, ya no tenía a donde escapar o tan siquiera esconderse por el simple hecho que su olor la delataría. Podía sentir como las feromonas de otros lobos hacían presencia en el aire y eso solo lograba que Christa no pensara con claridad, sus ojos miraron el patio de Sam. No quería irse sin antes delatar al que había comenzado todo, quería llevarse al rey en el camino. Sus pasos se hicieron más rápidos al escuchar que estaba dentro de su vivienda, Christa por un momento pensó en esconderse en el sótano de Sam, pero sabía que el Alfa se negaría al saber que la estaban buscando.Dos toques por el ventanal que daba hacia el patio hicieron que Sam dejara de limpiar el lomo de uno de los libros de pasta gruesa que estaban en la mesa del comedor, los ojos del Alfa se oscurecieron al solo ver la presencia de Christa en su patio, noto que esta estaba sudando y su vestimenta en ciertas partes se encontraban húmeda, pero lo que le llego a sorprender un poco
Solo habían pasado dos días y para Christa era una eternidad en el infierno, sus ojos se encontraban rojos, su cuerpo estaba débil y pedía en súplicas que descansara solo por una hora, pero no podía. En el momento en que ella cerraba sus ojos, Noah hacia lo imposible para que no durmiera y todo estaba ordenado por Katherine, que en esos dos días no había bajado a las mazmorras de la mansión. Noah seguía como buen seguidor las órdenes de su Luna, quería que ella estuviera orgullosa de su trabajo.Los ojos azules del Beta miraban con atención como Christa movía su cabeza de un lado al otro ante su cansancio, pero los desvió para quitar las vendas de sus manos, las cuales dejo expuestas heridas en sus nudillos al estar golpeando a Braun para que soltara información. Aquellas vendas que se había quitado se las había colocado su Luna para curarlo y en ningún momento quiso ir con Iris para que le curara la herida.La Omega, a pesar de que estaba cansada, había estado mirando con intensidad
El destino de Katherine se encontraba distorsionado, su futuro ya no estaba escrito como antes… Ahora era ella quien tomaba sus decisiones y todas las personas que estaban a su alrededor también tenían su destino de la misma manera. Todo había cambiado desde que la Diosa Roja pego su ojo en aquella humana y hacia lo imposible para que ambas se encontraran, quería que Katherine fuera una persona con gran poder y que descubriera todos los secretos que los hombres lobos le tenían escondido.El linaje de Katherine era antiguo y poderoso, por mucho tiempo su linaje había sido respectado por reyes y por los mismos dioses, pero con el tiempo dejaron la magia de lado, sabiendo que con ello traerían peligro para sus seres queridos y con ello la muerte. Katherine tenía la capacidad de soportar el poder de la Diosa Roja y continuar con su legado, descubriendo también los secretos de sus antepasados, pero para ello tenía que enfrentar los obstáculos que la harían sufrir.Las tres Diosas Lunares e
Dominik miraba con atención como su esposa dormía plácidamente en la cama que ambos compartían, el cabello cobrizo y rizado adornaban la almohada en dónde reposaba su cabeza. Luego de que Katherine hablara con Christa en las mazmorras sintió un enorme cansancio al hacer aquel hechizo, ella no sabía lo que pueda llegar hacer.La puerta de la habitación fue abierta con cuidado llamando la atención del Alfa quien dirigió su mirada hacia la persona que entraba con un vaso de agua y un pequeño plato, Noah dejo lo que trajo en el pequeño mueble que estaba al lado de la cama donde dormía Katherine, ambos hombres se vieron preocupados y Dominik le hizo un movimiento con su cabeza al Beta para que se sentara a su lado en el mueble.— No me puedo quitar esta maldita preocupación, Noah... — El Alfa susurra para no llegar a molestar a su esposa, la preocupación de Dominik era que sentía que no podía vivir tranquilo con su Soulmate y que todos querían arruinar su felicidad. — Tuvimos tantos proble
Dominik esperaba ansioso en la oscuridad, en el momento en que había entrado por la puerta corrediza del jardín, noto que la casa estaba completamente sola y en oscuridad. El Alfa se encontraba sentado en el sofá de la sala de estar, se preguntaba el porqué Sam no estaba allí. Pero ante aquello pudo notar que se encontraban varios aromas en el aire, pudo reconocer a dos de ellos, pero no recordaba a quienes.A sus oídos escucho las pisadas de una persona llegando a la entrada de la casa, introduciendo la llave para luego abrir la puerta, dejando que la luz de afuera alumbrará únicamente un poco el hogar por dentro. Sam entro con una pequeña bolsa de papel marrón, no se podía apreciar lo que estaba dentro. En el momento en que cerró la puerta principal y prendió la luz de la sala de estar, dio un salto de sorpresa al notar la presentación de una persona allí en su hogar.— ¿Quién eres y que haces en mi propiedad? — La voz de Sam sonaba claramente molesta, observó como la persona se lev
Sam se encontraba mirando por la ventana como algunos pájaros cantaban a primeras horas de la mañana, no había podido dormir ante la ansiedad de haber tenido a Dominik en su casa. Sus pensamientos en toda la noche lo habían atormentado con que en cualquier momento Dominik destrozaría la puerta y lo torturaría por la culpa de Christa, en ese momento en que pensó en la Omega comenzó a maldecirla constantemente esperando que estuviera sufriendo con la Luna Roja.La idea de escapar había llegado a la mente del Alfa, pero sería muy evidente... Se sentía atrapado y sin saber que hacer, tenía varios planes en su mente, pero todos tenía que ver con la ayuda de sus compañeros en el culto y por los momentos no quería ocurrir a ellos.— Maldita sea... — Soltó aquel insulto mientras lanzaba al suelo la lámpara de porcelana que tenía en su pequeña mesa que estaba al lado de su cama. — Tengo que ocultar todo lo que falta... — Sam se levantó dispuesto a sacar todo lo que tenía en su closet y en la h
Katherine sonríe con diversión al encontrar un nuevo hechizo en el libro que había tomado de su pequeña habitación escondida, aquellas palabras en otro idioma que nadie podía leer le parecían fascinante, pero al ella pegar su mirada en aquellas letras antiguas tomaban un orden en específico y podía entenderlo todo. Ella se preguntaba cómo podía hacer todo eso, y porque no se había dado cuenta de su don antes.Había tantas cosas que ella misma tenía que describir, que le era simplemente emocionante...El hechizo que Katherine le susurraba a la nada eran la perdición de Sam, todo aquello era para que sufriera unas terribles pesadillas e ilusiones en algunos momentos, era su manera de decirle que su muerte estaba por llegar y que no podía hacer nada por evitarlo. Las manos pálidas de la mujer cerraron con cuidado el libro, sintiendo la textura del cuero un tanto desgastado, pero con algunas piedras preciosas incrustadas en el libro con sus dibujos los cuales la yema de sus dedos los sigu
Todos tenían un rostro lleno de preocupación, Iris estaba en la habitación donde Katherine aún no se había despertado. Dominik aún no respondía las constantes llamadas y mensajes de Noah, quien en el fondo comenzó a enojarse con el Alfa. El Beta por dentro comenzó a dudar de la seguridad que tenía Katherine en la mansión, por su mente paso la idea de que alguien cercano había traicionado a Katherine y la había envenenado. Para Noah el solo pensar en eso le dolía, sentía que había decepcionado su propia promesa de proteger a su Luna.Noah había perdido la cuenta de cuantas horas llevaba Iris dentro de la habitación, pero una de las ventanas del pasillo de la mansión hizo que llamará su atención. Una luz amarilla traspaso la ventana y fue que allí se dio cuenta de que el atardecer estaba iniciando, en ese momento no pudo evitar nuevamente en pensar en Katherine. A ella le gustaba mirar el atardecer en el invernadero mientras tomaba un café o leía, una mirada de tristeza se posa en su ro