Tres días más se hicieron presentes en ausencia de Sofía. Richard había trabajado en investigar a Henry Hammil durante las últimas horas e incluso llegó a encontrar la casa en la que había encerrado a Emily cuando se la llevó consigo. El inmueble se encontraba totalmente vacío de personas al echar un vistazo dentro y no había registros que confirmaran su salida del país.
Las ruinas de lo que había sido alguna vez el próspero almacén de la corporación Dunhee todavía estaban siendo investigadas por si restaba algún vestigio de objeto inflamable en el lugar o diera indicios el origen del siniestro.
Sofía se encontraba en una habitación que apenas tenía una tenue luz encendida por las noches, tampoco contaba con ventana pero al menos tenía un baño limpio y una cama cómoda. Le daban comida con buena pinta que apenas tocaba gracias al miedo
La casa que habían alquilado los Rivera no era tan grande pero resultaba acogedora. Algunas flores colgaban del techo estilo enredadera y el jardín delantero estaba lleno de vida. Le recordó mucho a la casa que solía tener cuando sus padres estaban juntos.La abuela Fernanda fue la primera en recibirla, puesto que se encontraba en la sala, disfrutando la lectura de un antiguo libro como era habitual para ella. El choque de sus miradas fue extraño pero esta vez parecía menos áspero a diferencia de las veces anteriores. Kevin había ido a dar un paseo por el parque con su esposa por lo que no tuvo más remedio que esperar junto a la anciana.–Pensé que tendríamos que visitarte algunas veces más antes de recibirte aquí. –La mayor rompió el silencio, in
–¿Qué tiene? –Preguntó Helena al ver salir al médico de la habitación de Sofía tras un largo periodo de tiempo. –Después de un breve momento de silencio el hombre sacó del bolsillo de su bata los resultados de un examen de sangre extraídos el día anterior y evaluados en un laboratorio.–La señorita Aferra presenta síntomas de embarazo. Evaluamos una muestra de su sangre ayer por la tarde y los resultados fueron positivos.Helena quedó tan sorprendida como Henry, quien también se había tomado la molestia de esperar con un diagnóstico certero. A diferencia de ella, él sonrió. La noticia ayudaría a ejecutar más rápido sus planes.&nb
Emily despertó muy temprano. Era sábado y su hermano había planeado tratar algunos temas con Drew desde casa para no dejarla sola el fin de semana.Se vistió y bajó las gradas presurosa para verlo esperando a su hermano junto a la chimenea. Se veía tan encantador como siempre y serio como desde que lo conoció. No dudó en echarse a correr de forma irreverente para saltar hacia sus brazos. Ya estaba acostumbrado a esos arranques pero todavía tenía que acostumbrar a su cuerpo a sujetala con éxito tras una aparición de improviso. Por poco y pierde el equilibrio con ella encima.–¿Te han vuelto de repente las ganas de lanzarte sobre mi cada que me ves? –Debido a las circunstancias el carácter de la morena se había vuelto algo apagado
–Señor Lían –Avisó Adela llegando hasta la puerta de su estudio– La señorita Emily no está. Subí a avisarle que el almuerzo estaba listo y no contestó.Drew y Lían miraron a la mujer tratando de saber si sus palabras eran ciertas. A juzgar por su desesperación y sobresalto parecía ser así.–Debe estar por algún lado de la casa. –Sugirió totalmente desinteresado. No le gustaba que interrumpieron sus reuniones de trabajo por cosas que ni siquiera habían comprobado.––La hemos buscado por toda la casa y no la encontramos. –Solo hasta ese entonces Lían levantó la mirada empezando a pensarlo. Drew se puso de pie inmediatamente. –
–Volví por voluntad y decisión propia. Quiero acabar con esta mierda cuanto antes y que dejes a mi familia en paz. Necesito asegurar las únicas peticiones que te pedí.Explicó Emily recostada sobre el sillón tras el escritorio, incluso se había tomado la libertad de poner los pies sobre el tablero, luciendo sumamente desenfadada. Henry se había colocado a un lado de la ventana mientras fumaba un cigarrillo con tranquilidad, dispuesto a llegar a un acuerdo.–No confío en ti. Eres una excelente mentirosa desde siempre, intenté llegar a ti por las buenas y no quisiste ¿Qué me asegura que será diferente?–No tengo nada más que perder, mi madre fue capaz de venderme a ti por una deuda que
Sebastían buscó a Drew en su departamento y no lo encontró.Lo buscó en la oficina, lugares recurrentes y la casa vacía de sus padres durante varias horas sin éxito. Al final del día, decidió probar suerte nuevamente en su edificio teniendo la esperanza de que habría vuelto.Cuando abandonó el ascensor en su piso, sintió la música sonar desde el interior del departamento. Al menos supo que ya se encontraba dentro.Se sorprendió al ver la puerta abierta, los zapatos y la chaqueta regados en el suelo de la entrada de camino al sofá, en donde por fin lo encontró tendido. Tenía una botella de vodka en la mano mientras escuchaba una bachata a todo volumen, genero músical que le recordaba mucho a aq
–No voy a firmar ese papel. –Le advirtió a Kevin. Afortunadamente Sebastián estaba junto a él en el momento correcto y podía leer el documento que se había encargado de armar para formalizar todo.– No soy un cazafortunas y tampoco quiero prestarme para falsos rumores.–Drew, todos aquí sabemos que no lo eres. Los deseos de Emily fueron claros, lo primero que quiere que hagas es que busques un buen equipo de seguridad que los proteja a ti y a tu hermano.–Kevin, yo no creo…–Ella confía ciegamente en ti. –Lo interrumpió mirándolo fijamente. Era irónico, le había pedido muchas veces que confiara en él y ahora que lo había hecho resultaba complicado acceder a ello. – Mi
–Si quieres a tu mujercita será mejor que vayas por ella al mismo hotel en el que la citó Helena. Acabo de dejarla en recepción y no creo que tenga dinero para alquilar una habitación y esperarte allí…Le dijo Henry Hammil a través del teléfono sin esperar que le pudiera contestar o pedir más indicaciones.Lían abandonó de inmediato la reunión en la que se encontraba y corrió hasta su auto. Conduciría por sí mismo hasta dicho hotel y se encargaría de asegurarse que estuviera bien.Al llegar a recepción la encontró sentada en uno de los sofás para la espera del público en general. Lo primero de lo que se cercioró fue de que estuviera sola y de que no pres