–En ese caso señor Hammil, creo que usted no me está ofreciendo libertad. Me está ofreciendo una jaula de oro y una jaula de oro por muy bien pintada que esté sigue siendo una jaula. No soy buena siendo mujer de nadie, ni "compañera". –Término que él mismo había descrito.–
–¿Estás segura de tu respuesta? –Cuestionó deteniéndose en medio de la acera. Emily lo imitó.– Si accedes a ser mi prometida y en un futuro no muy lejano mi esposa, podré darte lo que mereces. Algo a lo que ese Drew Lee jamás podrá si quiera aspirar.
–No se trata de Drew, se trata de mi. No soy una pieza u objeto que pueda tener con tan solo comprarlo. Además señor Hammil, le recuerdo que a mi no me falta nada, mi padre n
Helena mantuvo la vista clavada en el suelo por unos segundos, en dirección hacía donde el golpe la había llevado. Dejó que la furia se apoderara de ella y se lanzó sobre Emily, frenética y agresiva. Sofía gritó asustada e intentó separarlas hasta que el golpe libre de su hermana cayó sobre su labio superior tirándola al suelo gracias a la tremenda fuerza acumulada.Lían decidió que ya era hora intervenir, acercándose a la castaña para ayudarla a ponerse de pie. Ahora se encontraba más enfadado incluso que cuando llegó.–¿Lían? –Preguntó Helena, separándose de inmediato de Emily. Como era de esperarse, él la ignoró rotundamente, centrándose en Sofía y en el labio la
Emily accedió de mala gana a asistir a la reunión que había organizado Henry Hammil. Lían le había dejado en claro que no sabía si se trataba de trabajo o simplemente de una celebración al azar que se le ocurrió al hombre para pasar el rato. Sin embargo, eso no le restaba importancia a hacer acto de presencia en dicho lugar. Al menos por un rato.Cuando llegaron al salón de recepciones privado del hotel en el que el nuevo socio de su padre se hospedaba, no se sorprendió al ser testigo de tanto lujo. Bastaba tan solo con verlo en persona para tener una idea de la buena posición que ostentaba. Liam y Drew se habían trasladado juntos hasta el lugar debido a que previamente se encontraban tratando temas de trabajo en la empresa. Drew no le quitó la mirada de encima en cuanto la observó llegar y acomodarse al lado
–¿Henry? ¿Se puede saber qué te sucede?Emily fue la primera en contestar. Drew se apartó de ella todavía a espaldas de la vista del intruso.–Sal de aquí Emily, regresa al salón. Ahora. –Ordenó una vez más con voz gruesa.––No hace falta que le des órdenes. –Intervino mirándolo por primera vez. Tomó la mano de Emily y caminó pasando por su lado, se llevaría a la morena lejos de aquel hombre.– Nosotros ya nos íbamos.Jamás había sentido tanta rabia en su vida. No entendía con qué autoridad moral Henry Hammil se proclamaba apto para darle órdenes a la menor de los Dunhee. Sin
Antes de que Emily continuara con el caprichoso plan, hombres de seguridad llegaron hasta su lugar para obligarla a caminar. Afortunadamente tenía puesto un pantalón que le permitió incluso patear a quien se le acercara.–Lían… –Susurró Sofía al borde de las lágrimas.– No dejes que se la lleven. –Lían maldijo. No quería intervenir en cosas que no le correspondían pero el sollozo que observó en sus ojos lo hizo dudar .––No puedo hacer nada. No sé en lo que se ha metido.–Voy a llevármela. –Avisó Elianne con suma naturalidad.– Es un asunto del que debe hacerse cargo. Se lo hubiera pensado mejor antes de buscar un marido.&nb
–¡Es que esto no está bien! –Chilló Sofia caminando a lo largo de la alfombra junto al escritorio.–No le importaba que Lían y Drew la observaran con aquella pijama tan ridícula de Bugs Bunny, tampoco estar descalza. Se había presentado en el estudio de los Dunhee cuando se aseguró de que Liam se hubiese ido a dormir. Justo antes de que se despidieran y se fueran a sus respectivos destinos.–Sé que no conozco a Emily mucho tiempo, pero hablé bastante con ella y me dijo una vez que Henry Hammil le caía mal desde que lo conoció en la fiesta de su padre. Ella no me mentía…–Es claro que mentía. –Aseguró Lían como si no se cansara de repetirlo una y otra vez para conven
Henry Hammil ingresó a la habitación poco después de la media noche. Emily se sentó de golpe en la cama al sentir su presencia en el mismo espacio. Se acercó peligrosamente pero no hizo más que sentarse al borde.–Me dijeron que te encontraron hablando por celular. Olvidé mencionarte que toda comunicación con tu padre o su entorno está prohibida. Al menos hasta que aprendas a comportarte y dejes de lado esa idea de querer huir.Emily se sentó mejor poniendo los pies en el suelo. Lista para escapar en caso de que se le ocurriera acortar la distancia.–Las comunicaciones de esta casa no son secretas. Las llamadas quedan grabadas en una base de datos junto a todas las imágenes de seguridad captadas por las c&aacut
–Niña, despierta de una buena vez.Elianne hizo a un lado las sábanas y la removió con fuerza. Emily tuvo que tomar varios minutos para recordar todo lo sucedido en las últimas horas. Ahora ya no se encontraba con su padre, estaba despertando en la casa recién comprada de Henry Hammil.–Largo de aquí, todavía no voy a levantarme. –Se acurrucó junto a unas de las suaves almohadas fingiendo pereza. ––Henry estuvo esperando durante dos horas a que bajaras a desayunar con él. ¡Ha sido muy descortés de tu parte hacerle un desplante como ese!–¿Qué demonios te sucede Elianne? –Se sentó sobre la cama con furia contenida. Su madr
–¡Pero qué demonios! ¡Mi auto! –Gritó Marceline al borde de la histeria. –El conductor del auto corrió desesperado hacia el vehículo. Tenía toda la parte delantera destrozada.–¡Señorita Dunhee! ¡Señorita Dunhee hábleme por favor!Drew oyó aquel nombre y soltó de inmediato a su ex novia para aproximarse al agitado hombre que trataba de abrir la puerta atrancada gracias a las abolladuras del metal.–¡Señorita Dunhee diga algo por favor! –Al menos quería confirmar que estaba despierta mientras trataba de destapar lo que quedaba del vehículo.––No me