—Tienes que volver a mí —murmuró en voz baja.

—Lo haré —dijo mientras tomaba su mejilla, haciendo que ella lo mirara cuando sus ojos se encontraron. Fácilmente puede ver miedo en esos hermosos ojos, miedo por él. Ella no quería perderlo.

—¿Promesa? —ella preguntó inocentemente y su corazón se contrajo dolorosamente en su pecho.

Justo cuando consiguió a su pareja, esta felicidad, la maldita guerra había llamado a su puerta. Pero había estado esperando toda su vida por esto, todos esos años y todo ese entrenamiento fue para esto. Para recuperar su manada, para matar a Henry y vengar a su familia.

—Lo prometo —su voz grave y llena de emociones, podía ver desde su visión periférica cómo Fede estaba discutiendo con Samanta para quedarse atrás, pero su hermana: insistía en estar en la primera línea de la defensa.

Su pulgar acarició su mejilla mientras Ashley lo miraba como si él fuera su mundo, su todo, y en el fondo sabía que no tenía a nadie excepto a él. Tenía que ganar esta guerra, por