Ashley tardó más en volver a su habitación. La habitación de Damián ahora también era su habitación.Parecía enojado antes, pero debería saber que ella puede cuidarse sola. Ha mejorado bastante en los últimos tres días, sus heridas se estaban curando, pero permanecer enjaulada en la misma habitación la estaba volviendo claustrofóbica. Necesitaba el cambio de escenario y no era como si hubiera dejado la empacadora, por lo que no tiene motivos para estar enojado con ella.Ella torció la puerta. Respiró hondo y entró en la habitación, cerrando suavemente la puerta detrás de ella. A pesar de que la película terminó hace dos horas, ella se quedó con Samanta e idearon un plan, que era un día libre de chicas. Estaba emocionada por eso, pero se preguntaba si Damián la dejaría ir sola con Samanta.Instantáneamente lo notó sentado en el sofá, sus piernas abiertas y sus ojos parecían depredadores.—Me estás mirando como si hubiera cometido un crimen —murmuró, tratando de jugar casualmente.—Ven
Su gran mano callosa agarró su trasero y le dio un fuerte apretón.—D... ¿Damián? ¿Q... qué estás haciendo? —tartamudeó tratando de levantarse pero él presionó su mano en la parte baja de su espalda para mantenerla en la misma posición.Su corazón estaba a punto de salirse de su pecho cuando un fuerte sonido resonó en la habitación mientras él la azotaba.Ella saltó hacia adelante, sus ojos se abrieron de par en par y un grito silencioso salió de sus labios.—Estabas siendo muy desobediente —refunfuñó mientras la áspera palma de su mano calmaba el escozor que acababa de causar.—C... ¿Cómo te atreves yo-ahh...Sus palabras se convirtieron en un gemido cuando la mano de él bajó de nuevo sobre su trasero, en la mejilla diferente esta vez.—Necesitas un castigo por la desobediencia" —gruñó.Él simplemente aceptó el razonamiento que ella le dio para salir de la habitación, ¿entonces qué pasaba con todo esto? ¿La estaba castigando por ser desafiante y obstinada hace unos minutos?—¡Damián!
—Te voy a extrañar —murmuró Samanta mientras abrazaba a Ashley.—Yo también, pero volveremos en una semana —murmuró Ashley, abrazándola mientras las dos chicas se separaban.Damián asintió a Fede y alborotó el cabello de Samanta antes de salir de la empacadora. Ashley estaba muy cerca cuando abrió la puerta trasera para ella. Ella entró y Damián se sentó en el asiento del pasajero. Asintió con la cabeza a Jake, quien hizo rodar el auto hacia la carretera mientras Ashley saludaba a Samanta.Damián tiene que asistir a unas reuniones de negocios en la ciudad. Ella sabe que él trabaja desde casa, en la casa de campo tenía un estudio completo y en la empacadora tiene su propia oficina. Él le ha contado sobre su cadena de hoteles y esas cosas y después de eso de la guerra, se ha acumulado mucho trabajo y para eso, tiene que asistir a estas reuniones y resolver todos los problemas. No quería dejar atrás a Ashley, así que le dijo que hiciera las maletas mientras se iba con él.Damián y Jake h
—Nadie mirará —murmuró con el encogimiento de hombros.—Ashley —él tomó su nombre que significa estaba extremadamente serio—. ¿Sabes lo que quiero hacer ahora mismo? —él dijo con voz áspera mientras la acercaba más. Sus ojos oscuros atravesaron su alma mientras su mano libre serpenteaba alrededor de su cintura.Ella solo lo miró con sus grandes ojos azules. Tan inocente y seductor.—¡Quiero rasgar este vestido, inclinarte sobre el sofá y follarte de nueve maneras hasta el domingo! —el gruñó cerca de la concha de su oreja mientras todo su cuerpo temblaba de anticipación.Colocó las palmas de sus manos sobre su pecho, empujándolo suavemente, creando distancia entre sus cuerpos.—Ummm, yo... me cambiaré. No quiero: llegar tarde —ella forzó una sonrisa hacia él y trató de dirigirse al guardarropa cuando él tiró de ella hacia atrás.Su espalda chocó contra su pecho mientras sus musculosos brazos se envolvían alrededor de su cintura. Ella tragó saliva sintiendo su erección presionando su es
Damián se levantó de su silla mientras rodeaba la mesa y se acercaba a ella. Ella le estaba dando una sonrisa confusa mientras él le acercaba la mano.—¿Bailar? —el preguntó y ella se rió.—No sé cómo hacerlo —dijo y lo siguiente que él agarró de su mano y tiró de ella hacia arriba.Ella perdió el equilibrio y se estrelló contra su pecho mientras sus brazos serpenteaban alrededor de su cintura. Ella lo miró y él miró hacia abajo y le sonrió.—Vamos nena —reflexionó y la acompañó hasta el claro.Colocó ambas manos de ella sobre su pecho mientras la agarraba por la cintura y comenzaba a moverse lentamente al ritmo.—Solo así, sigue mi ejemplo —murmuró cerca de su oído y se balanceó con la música.Entendió la tarea en cuestión de segundos y pronto Damián la estaba haciendo girar mientras ella reía y reía tontamente.Bailaron al son de las melodías bajo el cielo oscuro. Las estrellas brillaban de alegría y la luna creciente les sonreía. El viento brotaba con serenidad mientras pasaba junt
—¿Quieres tomar un poco de helado? —preguntó Samanta, dejándose caer en el sofá junto a Ashley. Miró a su amiga antes de hacer un puchero y asentir con entusiasmo.Samanta se rió entre dientes antes de irse a buscar un poco.Ashley estaba tensa y estaba estudiando mucho. Mañana tiene un examen y ha estado estudiando mucho para ello, dándolo todo. No ha visto a Damián desde la mañana. Estaba dejando que se concentrara, pero se siente como si lo que sea que ella haya estudiado en las últimas horas haya dejado su cerebro.Samanta regresó y le entregó un helado mientras Ashley gemía por su delicioso sabor. Cerró sus libros para tomar un pequeño respiro.—Relájate niña, no te estreses, lo harás increíble —Samanta la motivó, ganándose una sonrisa de agradecimiento de Ashley después de un tiempo Samanta se fue y Ashley volvió a sumergirse en sus libros.Eran las quince y diez cuando Damián finalmente decidió presentarse. Él sostenía una bandeja de comida en su mano e inmediatamente una sonri
Tragó saliva tan pronto como sus ojos se encontraron. Parecía enojado y ella no sabía por qué.—¿Por qué te fuiste de allí? —el gruñó en voz baja y ella lo miró boquiabierta.—T..tú estabas d..haciendo eso... —acusó ella, completamente nerviosa.Entró en la habitación y cerró la puerta detrás de él.—¿Estaba haciendo qué? —preguntó con calma pero sus ojos tenían una mirada depredadora haciéndola tragar saliva.—E.. eso... —se detuvo sin saber qué decir. La agarró de la muñeca y la hizo girar, ella gritó cuando su espalda chocó con la puerta y él golpeó la puerta con la mano sobre su cabeza.Ella respiró hondo. Se cernía sobre ella como una bestia hambrienta.—¿Qué? —preguntó con su voz gruesa y áspera que envió a su corazón a toda marcha.—Me estabas tocando —murmuró sonrojada mientras miraba a cualquier lugar menos a él.Su rodilla separó sus piernas y la ahuecó dominantemente desde abajo haciéndola saltar. Ella agarró su muñeca con fuerza y jadeó cuando él la apretó bruscamente y
4 años después. —Calla, bebé, deja que mami duerma —le susurró Damián a su hija de cinco meses, Sofía, quien miraba a su padre con sus grandes ojos azules que estaban llenos de lágrimas que hacían que su corazón se volviera blando. —Vamos —susurró y salió de puntillas de la habitación con Sofía en sus brazos. Ashley estaba cansada, ayer no descansó bien porque Sofía estaba enferma ya que su hija era híbrida por lo que estaba más expuesta a enfermedades. Ahora su bella esposa estaba durmiendo y Sofía empezó a llorar. Era temprano en la mañana y trató de volver a dormir a la pequeña angel pero ella estaba completamente activa así que salió de la habitación con ella para que Ashley pudiera dormir. Entró en la habitación contigua a la de ellos y se rió entre dientes al encontrar a su hijo de tres años completamente despierto y sentado en su cuna mirando a su alrededor con sus grandes ojos negros. Un destello de reconocimiento inundó su rostro y dejó escapar un chillido emocionado mira