Serena SmithEl día de hoy fue una locura total, cuando llego a casa, mis hijos me esperan en la mesa, ¡Con Will! Y están comiendo y compartiendo con él como si nada, el sostiene en sus piernas a mis bebes, mientras Alonso esta en silencio, las niñas no saben nada de lo ocurrido, pero mi hijo si tiene memoria y será muy difícil para el volver a confiar en Will después de todo lo que pasamos solos.— ¿Qué demonios haces en mi casa?— Cuestiono, entre dientes, no queriendo formar un espectáculo porque mis hijos están presentes, no puedo creer que los guardaespaldas no hayan hecho nada para sacarlo de aquí, yo se que el es el jefe del gruipo de la agencia, pero aquí manod yo no él.—Esperándote, para que comamos como una familia que somos, — Me responde con una sonrisa, mientras come tranquilamente en la cabecera de la mesa como sui fuese el jefe de familia—— ¿Estas demente?— Cuestiono impresionada con su cinismo.—Solo un poco, pero por ti. — Me responde y los niños ríen como si fuese u
Serena Smith —Fuera de aquí. — Grito como una loca —No tienes necesidad de gritar, no voy a abusar de ti. — Me dice molesto. —No tienes derecho a entrar en esta habitación sin permiso. — Le respondo. —Eres mi esposa, mi lugar esta a tu lado. — Suelta como si con eso fuese a borrar los dos años que tenemos separados. —Éramos esposos, eres un extraño para mí, deberías de ir a ti casa a apoyar a tu verdadera esposa. — Le digo entre dientes, sujetando con fuerza la sabana sobre mi cuerpo. —Yo te dejare en paz, con una condición. — Me dice el acercándose a mí, el es un manipulador de lo peor, sin embarga hago la tonta pregunta— ¿Qué condición?— Pregunto con los ojos entrecerrados. —Que te acuestes conmigo mientras tú “prometido” – Dice entre comillas—No está. — —No soy una infiel, vete al diablo. — Respondo de inmediato. —Puedes hacerlo, lo que es igual no es trampa, lo que te dije de que estaba con su ex ahora no es ninguna mentira. — Me dice él, quitándose la toalla y secándose
Serena SmithNo vuelvas a entrar a mi habitación sin permiso. — Reclamo a Will, señalándolo con el dedo mientras los guardaespaldas seguramente ya armaron su propia versión de todo esto.No intento aclarar nada, si le dicen a Wilson que yo estuve con mi ex, no me importa evidentemente a él poco le importo nuestra relación para irse a los brazos de otra mujer después de que estuvimos juntos.No sé qué clase de juego estaba jugando, pero lo que él no sabe es que todos podemos jugar, definitivamente debo dejar los sentimentalismos y ser tan egoísta como mi ex.—Serena, acostúmbrate yo siempre obtengo lo que quiero y merezco, y definitivamente te quiero devuelta en mis brazos. — Me responde sin un ápice de arrepentimiento de lo que hizo, su actual esposa se la llevaron a la fuerza hace pocos instantes de aquí, totalmente fuera de sí.—Pues déjame decir, que yo no soy ningún objeto, que tomo mis propias decisiones y que el hecho de que lo mío con Wilson no funcionara, no hará que vuelva
Will James Dejo ir a mi familia al parque “solos” soy maniático del control así que dejo dos de mis mejores hombres cuidando a mi familia desde la distancia, Serena tiene su grupo de seguridad pero yo no estoy tranquilo y mucho menos después de a que casi la pierdo a manos de su propia madre, esa mujer es una desquiciad, pienso mientras paso la tarde en una misión. —Señor son demasiados hombres, atacar es un suicidio. — Se queja uno de mis agentes. —Si tienes miedo a morir, vete. — Le respondo mirando desde la distancia al grupo de asaltantes que se decida al robo de bancos. —El tiene razón señor, ellos tienen unas armas tan potentes que traspasan los chalecos antibalas. — Me dice otro de mis agentes. —— ¿Me van a decir que ahora dirijo un grupo de gallinas? El ministro no asigno el caso porque según el somos los mejores. —Digo frustrado…Hace falta el estúpido de Wilson en el grupo, si no hubiese puesto los ojos en mi mujer estaría a aquí. —Lo siento señor, yo no voy a seguir en
Serena Smith Despierto con una sensación de plenitud que tenía mucho tiempo sin sentir, me estiro sin abrir los ojos y me doy cuenta de que no puedo moverme, abro los ojos con flojera y me encuentro de frente con el rostro de Will con los labios ligeramente abiertos y que estoy prisionera entre sus brazos. Lo empujo con fuerza y cae al suelo, exclamando un —auch. —Que me hace reír por un instante, pero trato de ponerme seria y le pregunto. — ¿Cómo carajos entraste a mi habitación?—Cruzada de brazos. —El se queda por un instante en el suelo con una expresión de dolor en el rostro luego susurra casi sin voz—Una puerta no podría detenerme. Se levanta con lentitud y puedo ver su cuerpo entero, tiene un vendaje lleno de sangre en el abdomen e inmediatamente me siento culpable. —Estas herido. — Susurro. — ¿Te preocupas por mi?— Cuestiona con su sonrisa torcida. —Para nada, sería un alivio si fuese viuda. — Le respondo, pero apenas suelto esas palabras, mi mente me dice mentirosa y la
CALCULADORA Serena Smith Suspiro frente al espejo de mi nueva habitación, debo sostener una conversación conmigo misma, lo más sincera posible. Me siento frente a la cómoda, —Debes concentrarte en lo tuyo, tu viniste a recuperar lo que te pertenece, para darle una estabilidad a tus hijos y no depender de nadie.— Si alguien llega a entrar pensara que estoy más loca que una cabra, pero precisamente para mantenerme cuerda hablo conmigo misma. — ¿Cómo Wilson pudo abandonarme de esa forma, después de pisar el suelo que yo pisaba?— Me pregunto a mi misma dolida, no es fácil depositar tu confianza en alguien sobre todo después de haber sido traicionada y cuando lo hice paso exactamente el mismo…—Tal vez el amor no es para mí. — Susurro —Señora. — Toca la puerta una de las chicas del servicio. —Ella pasa con un enorme ramo de flores blancas en las manos, están preciosas— El señor envía estas flores. — Dice ella colocándolas en la mesa al lado del espejo. — ¿Ya llego?— Cuestiono. —No av
Serena Smith Ya recupere mi patrimonio, pero no quiero ser esclava del negocio así que contrato a un CEO, para que tome control de mis negocios. — Señora yo necesito el trabajo, no me despida por favor. — Suplica Alana mi asistente llorando, no puedo seguir allí, ya tengo que soportar a Will en casa como para soportarlo también aquí. — No te preocupes por el trabajo, te dejare con mi CEO. — Le respondo para que no se preocupe. — No quiero separarme de usted, le debo tanto. — Me dice exagerada, no tenemos ni una semana trabajando juntas. Mi sueño siempre ha estado en otro lugar, yo soy médico y mi vocación es salvar vidas. La puerta se abre sin tocar— ¿Cómo es eso que te marchas?— Cuestiona Will con las manos en la cintura— — No tengo porque rendirte cuentas de mis actos. — Le aclaro y sigo metiendo mis objetos personales en una caja. — — ¡Eres mi esposa! Además acá puedo cuidarte mejor— Me dice él. — No tienes que preocuparte por mí, se cuidar de mi misma perfectamente.
Serena JamesEl restaurante está lleno, camino hacia la mesa donde se encuentra George mi CEO, atraigo las miradas de todos, mis mejillas enrojecen pienso que tal vez exagere un poco en mi provocación.Enseguida él se levanta para recibirme, yo como sé que tengo audiencia, y no me refiero a los otros comensales, lo abrazo de forma efusiva— No sabes lo feliz que estoy de trabajar contigo.— Le digo y le doy un beso en la mejilla que tarda un poco más de lo normal.El extrae la silla de la mesa para que me siente de forma caballerosa— Debo agradecerte por la gran oportunidad, me alegra mucho saber que eres socia de tan importante empresa. — Responde amable, al sentarse.— Después de estar allí por una semana me di cuenta que los negocios no son lo mío, por eso necesito tu ayuda urgente. — Le digo juntando mis manos como una súplica.— A mí siempre me han gustado. — Dice él con una sonrisa tímida.— Lo sé, sabía que tú eras el indicado en caso de emergencia, sin embargo quiero estar