Parte 1...Bianca...Nunca supe cómo actuar con los sirvientes privados, tampoco tuve uno. Lo máximo que tuve fue un diarista que trabajó en la casa de Emília durante un tiempo antes de que enfermara.Cuando tuve que elegir entre comprar medicamentos o pagar a alguien para que limpiara la casa, decidí hacer la limpieza yo misma, también porque nunca tuve ningún drama al respecto. Me contentaba con tener un techo, un plato de comida caliente y una cama donde descansar.Y haciendo la limpieza yo mismo me ahorré mucho más dinero. Incluso aprendí algunos trucos de limpieza que me ayudaron a ahorrar en materiales, para no tener que seguir comprándolos.La educada señora que trabaja para él se llama en realidad Sueli y no Suzi como él había dicho. Sería demasiado esperar que le interesara saber el nombre de una persona que limpia la casa.Pero yo estaba acostumbrado a eso. Después de trabajar para Adriano durante un tiempo, empecé a ver su forma de ser y era muy descuidado cuando se trataba
Parte 2...Sonreí. Emilia siempre me empuja a comer algo.— Las chicas guapas no son delgadas. Come.Siempre me lo decía y luego me llenaba el plato y me seguía hablando hasta que lo devoraba todo. Fue un milagro en mi vida conocer a Emilia. Con ella me he sentido muy querido y por eso quiero hacer lo mejor para ella. Le tengo mucho cariño.Cuando solicitó mi adopción, se gastó mucho dinero en un abogado para realizar todo el proceso y no aceptó que la llevaran a un orfanato mientras se realizaba el proceso de adopción.Hizo arreglos para que me quedara en su casa. Lloré mucho cuando la señora del juzgado me dijo que ahora era su hija. Ambos lloramos.Sólo con pensar que ahora tenía a alguien conmigo y un hogar, mi vida cambió inmediatamente. Empecé a estudiar, fui a los médicos, tenía horarios para todo. Esto es muy bueno. Yo pertenecía a un lugar.Hizo mucho por mí, siempre de buena gana y me dio una vida fuera de las calles. Puede que no sea mi madre por genética, pero en mi corazó
arte 1...Bianca...Estoy un poco tenso por esta cena. No sé si la familia de Adriano es como él, un bocazas. Si lo son, será una larga noche. Tratar con uno ya es difícil, ¿imagina con toda la familia? Tendré que contar con la suerte para terminar la noche.Adriano dice cosas que me hieren, aunque no lo diga en serio. Si la familia es la misma tendré una noche infernal. Y todavía tengo que fingir que estoy enamorado. Pero para ser sincero, cuando trabajaba en la oficina era mucho peor.No sé si soy sólo yo o si realmente está haciendo un esfuerzo para tener una relación más fácil conmigo, tal vez porque necesita mi ayuda. Sólo tiene esta razón para ser amable.Tengo muchas cosas en la cabeza, pero si es lo que tengo que hacer para que Emilia y yo estemos cómodos, que así sea. Una cosa que he aprendido viviendo en la calle es que no puedo perder demasiado tiempo pensando y que tengo que coger lo que pueda.Elegí un vestido rosa suave con la cintura marcada y la falda abierta. Me estab
Parte 2...— Está bien - suspiré profundamente.— Pero primero... Tienes que llevar esto. Así será más fácil que la gente crea en el compromiso.Me quedé con la boca abierta al ver el anillo que me puso en el dedo, pero no tuve tiempo de decir nada porque la puerta de madera decorada se abrió y una pareja sonriente se acercó a nosotros.— Mi querido sobrino.La señora sonriente era su tía. Vino y me abrazó.— Eres la novia" - me besó la mejilla, — Estoy feliz de conocerte por fin. Y tú eres muy bonita. Me encanta ese vestido, parece una chuchería"- se rió, — Adriano no debería esconderte.— Gracias"- le devolví el abrazo. Me alegró el cumplido, parecía sincero.— Mi tía Celia y mi tío Alberto" - los abrazó — Esta és mi Bianca.Escuchar eso fue extraño. Sobre todo él, que sólo sabía criticarme y quejarse de todo. Pero me mantuve firme y me mantuve en el papel de amante feliz. Si pensara demasiado acabaría sobrecargado con toda la puesta en escena.Entramos en la casa ricamente decorada
Parte 1...Bianca...*Se fue temprano, tenía algunas cosas que hacer antes de prepararse y se sorprendió al regresar y encontrar a Adriano en su habitación.— ¿Qué quieres? - Dejé mi bolso en la silla de la esquina.— ¿Todo bien para esta tarde?— Sí. Tus tíos nos estarán esperando en el registro civil.— Tengo un regalo para ti", se acercó.— No me gustan las sorpresas.— Eres una pesada", dijo con una mueca.— E tu eres aburrido. Tengo una razón para ello. No estaba bien.Cuando vivía en la calle me asustaban las cosas que pasaban, sobre todo al amanecer. Si alguien se acercaba a mí ya estaba alerta para que no me pillara por sorpresa. Había mucha gente mala y eran capaces de todo.No es fácil vivir en la calle, solo y abandonado. Hay días en los que ni siquiera sabes si te vas a despertar y el estrés te hace ver cosas que ni siquiera existen, porque tienes mucho miedo. Después de un tiempo, lo que menos quieres es que te sorprendan. Vi y oí cosas horribles. Y siempre tuve miedo de
Parte 2...— Aquí en la cocina.Se sirvió un vaso de vino y me lo entregó. Olía bien y probé un poco. Sus ojos me miraban fijamente. Empecé a sospechar.— ¿Qué es? ¿Tengo algo atascado en el pelo?— Ahora estamos casados", sonrió y bebió.— ¿Quién lo iba a decir? - Me reí.— Así es - el levantó una ceja.— Es raro otra vez, Adriano - giré la cabeza un poco para mirarlo.— Sabes que técnicamente estamos de luna de miel.— Lo sé. E?— Y que deberíamos hacer el amor. Eso es lo que se espera de una pareja.Me senté con un suspiro. Le estaba costando empezar con las tonterías. Se reía, esperando mi respuesta.— Si no hay amor real, es sólo sexo.— Yo quería ser amable.— Me imagino", hice una mueca.— Así estaremos más cerca. Será bueno para las apariencias y para matar el tiempo", dije impaciente.— Lo sé. Ya sé la hora de mi calvario.— ¿Y bien? - insistió.— Deja esta conversación, Adriano", arrugué la nariz con fastidio.— Si no te vuelves más suelto y relajado conmigo, sospecharán. Te
Parte 1...Bianca...Me fui sin siquiera buscar a Adriano, realmente quería ver a Emília. Necesito su compañía, la echo de menos. Después de tanta emoción acumulada, escuchar su voz me hace mucho bien.Gracias a Dios, hoy está lúcida y hablamos mucho. Ojalá fuera siempre así.Está emocionada y me mostró el bordado que por fin había terminado después de tanto tiempo. Incluso había empezado un nuevo cuadro con un tema abstracto, que era el que más le gustaba y así me enseñó a pintar a mí también, pero yo prefiero los paisajes.Pasamos un buen rato en el pequeño patio trasero de la casa mientras me enseñaba a mezclar las pinturas y a dibujar en los lienzos para crear algo único.Cuando llegó su almuerzo, comimos frente a la televisión, viendo un programa de cotilleo sobre artistas. Una tontería que hoy la divierte.Desgraciadamente, noté que su mente volvía a escaparse y me miró dubitativa, ya no sabía quién era yo de nuevo y me preguntó si era amigo de su hija.— Mi Bianca está aquí en
Parte 2..._ Es mío - Intenté recuperarlo sin éxito._ ¿Gastaste dinero en eso? - Hizo una mueca._ No – Logré retirarlo _ Y fue mi tía quien lo hizo._ Lo que sea, pero esconde esa fealdad. Parece barato.Me entristeció tanto ese comentario que se me humedecieron los ojos._ No deberías hablar así, Adriano. Le tomó mucho tiempo terminar el bordado debido a su enfermedad. El alzhéimer es cruel, acaba poco a poco con la persona. No me gustó lo que dijiste. Eres una persona gruesa e insensible._ Lo siento mucho.*dijo al verla triste._ Realmente deberías sentirlo. Hablas demasiado con esa boca grande y sin filtro.*Adrián estaba avergonzado. Ya había comentado sobre su tía, pero no sabía qué tan grave era. Realmente fue un mal comentario._ Mira, lo siento por la forma en que lo dije. No fue intencional, solo quería molestarte tan bien como lo hice cuando lo busqué y no pude encontrarlo._ Tienes que dejar de ser tan grosero, Adriano – lo empujé _ No los tienes todos. Tengo una vida y