Parte 1...Bianca...*Se fue temprano, tenía algunas cosas que hacer antes de prepararse y se sorprendió al regresar y encontrar a Adriano en su habitación.— ¿Qué quieres? - Dejé mi bolso en la silla de la esquina.— ¿Todo bien para esta tarde?— Sí. Tus tíos nos estarán esperando en el registro civil.— Tengo un regalo para ti", se acercó.— No me gustan las sorpresas.— Eres una pesada", dijo con una mueca.— E tu eres aburrido. Tengo una razón para ello. No estaba bien.Cuando vivía en la calle me asustaban las cosas que pasaban, sobre todo al amanecer. Si alguien se acercaba a mí ya estaba alerta para que no me pillara por sorpresa. Había mucha gente mala y eran capaces de todo.No es fácil vivir en la calle, solo y abandonado. Hay días en los que ni siquiera sabes si te vas a despertar y el estrés te hace ver cosas que ni siquiera existen, porque tienes mucho miedo. Después de un tiempo, lo que menos quieres es que te sorprendan. Vi y oí cosas horribles. Y siempre tuve miedo de
Parte 2...— Aquí en la cocina.Se sirvió un vaso de vino y me lo entregó. Olía bien y probé un poco. Sus ojos me miraban fijamente. Empecé a sospechar.— ¿Qué es? ¿Tengo algo atascado en el pelo?— Ahora estamos casados", sonrió y bebió.— ¿Quién lo iba a decir? - Me reí.— Así es - el levantó una ceja.— Es raro otra vez, Adriano - giré la cabeza un poco para mirarlo.— Sabes que técnicamente estamos de luna de miel.— Lo sé. E?— Y que deberíamos hacer el amor. Eso es lo que se espera de una pareja.Me senté con un suspiro. Le estaba costando empezar con las tonterías. Se reía, esperando mi respuesta.— Si no hay amor real, es sólo sexo.— Yo quería ser amable.— Me imagino", hice una mueca.— Así estaremos más cerca. Será bueno para las apariencias y para matar el tiempo", dije impaciente.— Lo sé. Ya sé la hora de mi calvario.— ¿Y bien? - insistió.— Deja esta conversación, Adriano", arrugué la nariz con fastidio.— Si no te vuelves más suelto y relajado conmigo, sospecharán. Te
Parte 1...Bianca...Me fui sin siquiera buscar a Adriano, realmente quería ver a Emília. Necesito su compañía, la echo de menos. Después de tanta emoción acumulada, escuchar su voz me hace mucho bien.Gracias a Dios, hoy está lúcida y hablamos mucho. Ojalá fuera siempre así.Está emocionada y me mostró el bordado que por fin había terminado después de tanto tiempo. Incluso había empezado un nuevo cuadro con un tema abstracto, que era el que más le gustaba y así me enseñó a pintar a mí también, pero yo prefiero los paisajes.Pasamos un buen rato en el pequeño patio trasero de la casa mientras me enseñaba a mezclar las pinturas y a dibujar en los lienzos para crear algo único.Cuando llegó su almuerzo, comimos frente a la televisión, viendo un programa de cotilleo sobre artistas. Una tontería que hoy la divierte.Desgraciadamente, noté que su mente volvía a escaparse y me miró dubitativa, ya no sabía quién era yo de nuevo y me preguntó si era amigo de su hija.— Mi Bianca está aquí en
Parte 2..._ Es mío - Intenté recuperarlo sin éxito._ ¿Gastaste dinero en eso? - Hizo una mueca._ No – Logré retirarlo _ Y fue mi tía quien lo hizo._ Lo que sea, pero esconde esa fealdad. Parece barato.Me entristeció tanto ese comentario que se me humedecieron los ojos._ No deberías hablar así, Adriano. Le tomó mucho tiempo terminar el bordado debido a su enfermedad. El alzhéimer es cruel, acaba poco a poco con la persona. No me gustó lo que dijiste. Eres una persona gruesa e insensible._ Lo siento mucho.*dijo al verla triste._ Realmente deberías sentirlo. Hablas demasiado con esa boca grande y sin filtro.*Adrián estaba avergonzado. Ya había comentado sobre su tía, pero no sabía qué tan grave era. Realmente fue un mal comentario._ Mira, lo siento por la forma en que lo dije. No fue intencional, solo quería molestarte tan bien como lo hice cuando lo busqué y no pude encontrarlo._ Tienes que dejar de ser tan grosero, Adriano – lo empujé _ No los tienes todos. Tengo una vida y
Parte 1...Adriano...De camino a casa estuve pensando en qué contarle a Bianca sobre mi visita a su tía o si simplemente debía decirle que por fin la había conocido. No sé si le gustará. Es un poco cerrada en este tema conmigo, pero puedo entender que piense así.Nunca le hice la vida fácil en la oficina cuando trabajaba para mí.Abro la puerta y el piso está en silencio."¡Maldita sea!"La necesito para hoy en la fiesta que dará mi primo.— ¿Bianca? - ell no me contestó. Fui al dormitorio y llamé ligeramente.— Entra" - ella gritó — Ahora te dejaré entrar" - se sentó en la cama.— ¿Sigues enfadada conmigo?— No" - hizo un mohín.— ¿Nada de eso? - me acerqué.— ¿Qué quieres ahora, Adriano? No me molestes.— Te quiero esta noche.— ¿Cómo es eso? - se levantó. — ¿Cómo me quieres?— En la fiesta.— Ah... Lo entiendo. ¡No voy a ir!— Por favor, Bianca"- ella comenzó a reírse lentamente, — ¿Qué es?— Antes no me lo pedías por favor. ¿Duele?— Sí"- sonreí ligeramente — ¿Me merezco una reco
Parte 2...La fiesta será en casa de su primo. Será mejor que me prepare en consecuencia. Voy a ducharme y a hacer lo posible por parecer una feliz recién casada. Y también para impresionar a Diogo y seguir con el plan.Eso es lo que exige su elaborado plan.** ** ** ** **Adriano...Espero que sea una buena noche. No estoy de humor para las insinuaciones de Diogo después de conocer a Emilia. Nunca pensé que Bianca tuviera esta obligación y puse aún más presión sobre sus hombros. Fui muy egoísta.No es de extrañar que nunca se quejara de nada, ni siquiera cuando yo era exigente. Tenía una gran responsabilidad.Nunca me di cuenta de lo delgada que estaba y de que siempre llevaba ese feo uniforme que ella misma había creado. Tal vez por eso sus colegas le regalaron cosas. Incluso lo vi una vez cuando le llevaron una caja de rosquillas y café, pero creo que tampoco todos saben de su situación, simplemente son desconfiados.Creo que sólo Alexandre sabe de algo más serio. Pero nunca me lo
Parte 3...Adriano...— Bianca era mi secretaria - Le acaricié el brazo — Ahora solo se ocupa de mí. ¡Gracias a Dios!— Ah... Qué romántico – Luana hizo una mueca burlona.— Así es. Adriano era un jefe horrible, pero es un esposo maravilloso - dijo Bianca a propósito.Bianca...Tenía que decir algo. La mujer tiene cara de disgusto. Y aparentemente no le gustó lo que escuchó. Menos mal que se fue pronto. No me gusta la gente estúpida que se cree superior a los demás, por la razón que sea.— Me gustó la iniciativa - me dijo al oído.— Dije que sé dar la vuelta. Tú que no crees.— Ya vi que si. Vamos a dar un paseo para que todos puedan conocerte.*Salieron de la mano de la fiesta.** ** ** ** ** ** ** ** ** **Adriano...Una hora más tarde había perdido a Bianca. Jane se la había llevado y me había dejado aquí en la mesa con Diogo. Creo que ya había bebido cada vaso que pasó un camarero.Dos veces Diogo preguntó sobre mi matrimonio y habló sobre el castillo. Por supuesto que fisgonear
Parte 4...— Yo mismo - me alisó los hombros — Puedo ser muchas cosas, menos tonta. Entendí lo que Alexandre quería decirme sobre ti. Y me disculpo por el mal tiempo cuando trabajabas para mí. Si lo hubiera sabido, me lo habría tomado con calma. Creo - se rió.— Está bien – yo también me reí — Ahora me vas a pagar... Literalmente.— Entonces, bailemos y mostrémosle a mi prima lo apasionados que somos. Y qué feliz esposa eres.— ¿Y tú no eres un marido feliz?— Oh, por supuesto que lo soy - se rió entre dientes.Lo acompañé al salón y no sé por qué, pero me sentí feliz de estar a su lado.** ** ** ** ** ** ** ** ** **Adrian...— ¿De verdad crees que tu prima quiere saber de nosotros? Jane no me preguntó mucho y fue muy amable.— Aún así, ten cuidado, Diogo es capaz de inventar cualquier cosa para conseguir la propiedad - La columpié en mis brazos.*Luana se les acercó bailando con otro hombre y la fulminó con la mirada.— Tu ex parece que me va a tragar.— No me importa. E