*—Charlie:
Eso fue un susto de muerte.
Se tocó el corazón. Le estaba faltando el aire. Charlie nunca pensó que se encontraría de esa manera tan rápida con Johnny. Recordó a Johnny y sintió escalofríos al hacerlo. El hombre era algo extraño y tenía una mirada muy intimidante, también miraba como si este estuviese mirando a través de tu cuerpo. Charlie llego a su oficina y se encerró en esta ignorando a Elizabeth cuando se acercó a preguntar sobre su madre.
Se aflojo la corbata y comenzó a respirar tranquilamente. Aun no se había calmado. Era difícil calmarse. Se miró las manos. Por alguna razón estaba temblando. Él nunca temblaba, al menos no de esa forma. Era como si le temiese a Johnny. Movió la cabeza y se obligó controlarse. No era un adolescente al que sus padres hab&iac
*—Charlie:Cuando llegó a casa, eran más de las diez de la noche. Charlie había cenado fuera a solas, esto le había ayudado a pensar un poco en todo lo sucedido en el día. Había sido un día muy movido y aun Charlie se sentía con energía. Se dio una larga ducha y luego se fue a la cama. Mientras estaba acostado, revisó algunos mensajes que le habían mandado pero que no sabía que había recibido porque su móvil había estado en silencio todo el día.Había algunos de sus amigos. Estos estaban preocupados por Shanna y Nick. Seth le había pedido perdón a Charlie por el comentario del otro día y Chris le dijo que intentaría ayudar para que ellos volviesen a estar juntos. Charlie continuó desplazándose por los mensajes y encontró algunos de Jenna. Esta le había deseado
*—Charlie:Estaba en su oficina, como siempre. Esta vez, no era un maldito sueño.Charlie suspiro y se pasó una mano por la cabeza. Aún no había podido olvidar el sueño de la noche pasada. Estaba fresco en su mente. Pensar tanto en este y en Jenna no lo había dejado dormir. Miró hacia la taza vacía de café que estaba sobre su escritorio. Eran tan solo más de las ocho y ya llevaba tres tazas con café. Tenía que concentrarse en el trabajo, a pesar que había pensado dejarlo por hoy e irse a ver a su madre, pero no hacer nada hacía que pensase más en Jenna.Soltó un suspiro y movió la cabeza. Más tarde hablaría con ella, cuando aclarase sus pensamientos y pensara sobre lo que le diría para terminar todo aquello. No podían seguir juntos. Las cosas se liarían mucho más y el
*—Jenna:Su corazón estaba hecho trizas.Jenna se puso de pie y se tomó su tiempo alisando su vestido nuevo. Sonrió. Había comprado aquel vestido para su cumpleaños como otro que tenía para la noche, pero no lo terminaría usando ya que… Levantó la mirada y miró a Charlie. ¿Sabría Charlie que hoy era su cumpleaños? Se quedó mirándolo. Parecía que no, ya que él no terminaría con ella de esa forma si no lo supiese. Se le había olvidado. O quizás si lo sabía y prefería obviar el asunto.Era muy cruel.No entendía porque estaba terminando con ella ya que las razones que había dado eran estúpidas, así que definitivamente era por Elizabeth, su esposa. ¿Estaban separados o divorciados? No lo entendía muy bien pero tampoco preguntar&ia
*—Charlie:—¿Qué has hecho? —escuchó una voz femenina preguntar.Rápidamente levantó la vista topándose con su secretaria quien era su ex esposa. Elizabeth había entrado sigilosamente a su oficina, al parecer había estado demasiado metido en sus pensamientos. La mujer cerró la puerta detrás de ella y se acercó. Se cruzó de brazos.—¿Qué has hecho, Charlie? —volvió Elizabeth a repetir.Charlie hizo una mueca y desvió la mirada.—Lo que tenía que hacer—le dijo Charlie. Sabía que ella se estaba refiriendo a Jenna. La chica había salido de su oficina hace unos minutos y estaba seguro que estaba intercambiando algunas palabras con Elizabeth.—¡Eres un imbécil! —exclamó Elizabeth—Solo tuve que verla para sab
*—Jenna:Estaba un poco mejor. Solo un poco.Jenna miró hacia el frente hacia la televisión plana que estaba suspendida en la pared. La película que estaba viendo estaba en silencio ya que no le daban ganas de escuchar lo que decían en esta.Había pasado un tiempo largo de dos horas en el piso de Hayden. Este último le había dejado allí para irse a trabajar diciéndole que vendría más tarde y que podría hacer lo que Jenna quisiese en su hogar. También le había prometido que no diría ni una media palabra sobre lo que sucedió hasta que Jenna desease hablar con sus amigos. Al final, Jenna tuvo que contárselo todo y Hayden fue tan dulce con sus palabras. Era increíble que él hubiese sufrido, así como ella y que hoy estuviese actuando tan normal. Pero ya era tiempo de dejar de llorar y volver a
*—Charlie:Había terminado de trabajar o, mejor dicho, había mandado a Elizabeth a casa y él había hecho lo mismo. No tenía ganas de trabajar. No después de lo que había hecho, de lo que le había hecho a Jenna. Era el hijo de perra más grande del planeta. Era muy cruel.Charlie hizo una mueca y miró hacia su derecha. Sobre el asiento del copiloto había una pequeña caja negra con un lazo azul. Después de haber salido del trabajo había pasado por la joyería a recoger el pedido. Cuando había visto el anillo le dieron ganas de golpearse a sí mismo. El anillo era de plata con un zafiro en corte princesa. Azul como sus ojos. Maldición. Se odiaba a si mismo por ser tan imbécil y decidir romper con ella tal día. ¿Qué se supone que haría con el anillo ahora? Dudaba que Jenna lo acept
*—Charlie:Después de salir de casa de Seth, Charlie había puesto rumbo al hospital para ver a su madre. Cuando llego a la habitación, la encontró despierta y la cara de su madre se iluminó cuando lo vio.—Charlie—dijo Gwendolyn Winters con su dulce voz.Charlie sonrió abiertamente mientras cerraba la puerta a su espalda y luego se acercó rápidamente al centro del cuarto del hospital. Se colocó al lado de su madre y le sonrió.—Hola mama—le dijo para después acercarse más y estrechar a su madre entre sus brazos.Ella estaba muy delgada y pálida. Había pasado tiempo desde la última vez que la vio y debía de decir que había cambiado bastante. Se sintió un poco horrible porque había sido el culpable de todo esto, tanto su padre como él. Su madre le respondió el
*—Samuel:Aun recordaba sus labios.Se tocó con una mano los labios para después dejarla caer y mover la cabeza. Era de idiotas pensar tanto en un simple beso. No había dejado de pensar en ella desde que la besó en el pasillo de los servicios y tampoco había dejado de mirarla, pero esto último era porque a pesar que Jenna estaba toda sonriente y algo borracha, Samuel podía ver que estaba fingiendo.Sus sonrisas no eran auténticas y tenía la corazonada que algo pasaba. Claro, hace unos días, Jenna había declarado que tenía planes para su cumpleaños con su novio Charlie. Pensar el nombre de ese imbécil le daba ganas de vomitar. Era un imbécil. Y como seguía diciendo, hoy, de la nada, decía que sus planes con su novio estaban cancelados porque él tenía algo importante que hacer. ¿Qué