Los cazadores desatendieron las sabias palabras de la antigua bruja, quienes les había avisado que no eran suficientes veinte hombres para derrotar a las trece brujas. Con todo y que disponían de muchos amuletos anti-magia, Emma sabía que estaban subestimando el poder del aquelarre.

No obstante, los cazadores se prepararon con decisión, cogiendo cada uno sus armas, mientras que los inexpertos cazadores novatos estaban emocionados con lo que sería su primera matanza. El líder de los cazadores, Salvatore, se puso al frente al tiempo que Emma les mostraba un mapa. Este mapa, trazado cuidadosamente a partir de las impresiones mentales de la misteriosa bruja, indicaba el camino preciso hacia la casa de las brujas.

Con gran nerviosismo, Emma contempló cómo los cazadores se alejaban bajo la cubierta del bosque, protegidos por los amuletos ya mentados. Estos amuletos servían para que las brujas no pudieran lanzar hechizos de control sobre los cazadores, e impedir que se mataran entre ellos m