Los vampiros, las brujas, y los hombres lobos, estaban reunidos en la mansión de los FitzGerald. La alianza había sido todo un éxito. Ya todos estaban preparados para la guerra. Lo primero que harían, sería declarar la guerra a los humanos. Los niños, mujeres y bebés se quedarían en la mansión. Lykos ya no tenía una mirada angelical, todo lo contrario, en su mirada se notaba una profunda sed de sangre, por alguna razón aquel lugar se le hacía familiar, una sensación cómo si fuera su hogar. La verdad es que nunca preguntó más de lo necesario con respecto a su existencia. La apariencia de Lykos era como la de un Dios, era hermoso, era de gran estatura, su rostro tenía facciones afiladas y delicadas. Su cuerpo se veía fuerte, su piel tan suave y blanca cómo porcelana. El líder de los hombres lobos Harold Fitzgerald, se levantó y comenzó a hablar con una fuerza que resonó en toda la mansión — Ha llegado el momento de que los hombres sepan que no somos criaturas para ser temidas o igno
— Nathan, no se trata solo de una pesadilla, la bruja… Ella me llevó al pasado, me mostró lo que sucedió el día que asesinaron a mis padres y todo lo que creí que era verdad, resultó ser una mentira. No puedo decirle esto a los demás, nos pondría en una situación muy peligrosa, pero, puedo decírtelo a ti, eres la persona en la que más confío en este mundo — La chica pelirroja tomó el rostro del hombre lobo — Quisiera no llorar, pero esta noticia es desgarradora para mí —Sus lágrimas seguían derramándose por su rostro — Perdóname por desconfiar de ti, porque un tiempo te odié, y porque quise asesinarte. Perdóname, mi amor — Emma lloraba desconsolada y Nathan aún no podía comprender qué era lo que estaba sucediendo en ese momento. — Emma ¿Qué ocurre? ¿De qué verdad me hablas? ¿Qué te mostró la bruja? Quiero entenderlo, quiero saber por qué lloras de esta manera, todo estará bien mi niña, ya pasó — Nathan la abrazaba fuertemente, tratando de que se sintiera segura — Sé que mis padres
Los cazadores se prepararon para la batalla con determinación, listos para embarcarse en el gran desafío que les esperaba en la ciudad. Con sus armas en mano, se dirigieron con velocidad hacia el borde del bosque para encontrarse con los vehículos y poder transportarse rápidamente a la ciudad.Comenzó la carrera por las carreteras oscuras y silenciosas, la luna llena iluminando tenues destellos a través de las nubes mientras se adentraban en la ciudad. Una vez allí, su adrenalina aumentó a medida que se percataron del caos que había estallado en cada rincón de la ciudad.Los automóviles avanzaban a toda velocidad, haciendo zigzag entre las calles y la marea de zombis que los rodeaban. Los cazadores se encontraban empleando su agilidad y habilidades para evitar a los muertos ambulantes que les caían encima, sintiendo en su corazón la emoción de estar viviendo en un apocalipsis zombi. Después de tanto tiempo sin haber hecho nada, de alguna manera les emocionaba la idea de poder ejercer
Los cazadores lucharon contra la horda de zombis con todas sus fuerzas, esperando la llegada del amanecer. Después de horas de batalla intensa, finalmente hubo una pausa en la lucha. Los cazadores se encontraban cansados, heridos y con sus armas casi sin munición.Mientras esperaban a que amaneciera, se dieron cuenta de que no habían eliminado a todos los zombis. Empezaron a oír gritos y gemidos en la distancia, y se dieron cuenta de que algunos de los zombis que habían matado habían vuelto a la vida.Lo que parecía un ejército interminable de zombis se acercaba a ellos, y los cazadores se dieron cuenta de que habían subestimado el poder detrás de la horda. Algo siniestro estaba controlando a los zombis, y no sabían qué hacer para derrotarlo.Mientras los cazadores trataban de recuperar el aliento, un rayo de luz apareció en el horizonte, anunciando la llegada del amanecer. Los zombis parecían debilitarse a medida que los primeros rayos de sol iluminaban el bosque.Sin embargo, ningun
— Fue todo un éxito la declaración de guerra hacía los humanos. Todos temblaban de miedo, y con mi parálisis no pudieron al principio hacer nada contra los muertos vivientes. Se están propagando como plagas — La bruja reía maléficamente — Ahora saben quiénes somos, hermanos, ya no tendremos que ocultarnos más. Podremos observar un poco más entre las sombras cómo lidian contra ellos mismos, la muerte se irá esparciendo y mi magia en ellos. Luego, nos podemos deshacer de los cadáveres. Pero mientras tanto podemos esperar a que se destruyan entre ellos mismos. Ningún armamento, podrá contra mi magia.Los vampiros, brujas y hombres lobos, estaban celebrando esto. Ellos realmente creían que el mundo debía pertenecerles, que los humanos eran una raza inferior. Desconocían que había cazadores al acecho, pero no por mucho.Las brujas aparecieron en la mansión, todas con sus túnicas — Tenemos algo que decirle… A todos. Nos enfrentamos a unos intrusos en el bosque, eran cazadores, pudimos matar
Todos los miembros del Crew quedaron en silencio, mientras escuchaban detenidamente a la bruja. Sabían que tenía completamente la razón. Debían contactar a las cazadoras antes de que fuera demasiado tarde. Tenían que hacerlo cuanto antes. Pero la única manera de dar con las cazadoras, era que algunos miembros viajaran a Husffen. Sin embargo, no querían ser ellos los que fueran a buscar a las cazadoras.— Emma… Eres una cazadora, necesitamos que vuelvas a Husffen, te daremos la ubicación detallada de en dónde se encuentran, puedes ir con el hombre lobo si quieres, pero, tiene que ser ahora, tendrán que buscar la manera de llegar al aeropuerto, toda la ciudad debe estar en cuarentena. Somos muy orgullosos para pedirles ayuda a ellas, pero tú eres mujer, podrán entenderse. Ellas son un poco rudas, pero te daremos algo que demuestre que vas de parte de nosotros — Salvatore eligió a Emma para que fuera a Husffen.Emma fue rápidamente a su habitación, a buscar las cosas que podrían servirle
El sol brillaba en lo alto, bañando el campo de tiro con una luz dorada. Las cazadoras se encontraban vestidas con cuero negro entallado que acentuaba sus curvas femeninas y sus facciones fuertes.Tenían flecos y cintas adornando sus cuerpos, y portaban armas de plata, pulidas hasta brillar con la luz del sol. La líder del Crew, Athenea, destacaba por encima de las demás, siendo una mujer corpulenta y de gran estatura. Su cabello largo estaba trenzado y se ataba en la nuca, lo que le daba un aire de autoridad y disciplina.El campo de entrenamiento estaba lleno de objetivos de tiro y barricadas, diseñado para imitar una situación de combate real. Las cazadoras se movían con destreza y rapidez, disparando sus armas con precisión y gracia. En el horizonte se podían ver las colinas que rodeaban el área de entrenamiento. Husffen se veía cómo un lugar mágico.Las cazadoras se encontraban entrenando cuerpo a cuerpo en el centro del campo de entrenamiento. Las mujeres estaban vestidas con r
Mientras las cazadoras avanzaban con paso firme y resuelto a través del bosque, la atmósfera a su alrededor se volvía cada vez más opresiva y oscurecida. Era de día, sin embargo el bosque no permitía que llegaran los rayos del sol, estaba en completa oscuridad.De repente, como salido de la nada, una bandada de murciélagos emergió, volando en círculos a su alrededor. Las cazadoras se prepararon para el ataque, desenvainando sus armas y conjurando hechizos defensivos a su alrededor. Sabían que en medio de esta guerra, las brujas habían preparado el bosque para enfrentar a cualquier intruso. Y que los murciélagos darían aviso de su llegada. Así que con un hechizo, los hicieron desaparecer.De entre la espesura, empezaron a emerger criaturas extrañas y monstruosas. Parecían ser algunos de los demonios invocados por las brujas del aquelarre, y se abalanzaron feroces sobre las cazadoras.Los demonios y criaturas que emergieron del bosque eran aterradores y grotescos, su apariencia era prop