No dejaré que nadie te humille 😍AitianaLas manos me sudaban por los nervios. Sentía cómo la ansiedad trepaba por mi pecho, oprimiéndolo, haciéndome consciente de cada latido acelerado. Sabía que debía mantenerme alerta. Después de lo que había sucedido, esos dos no tardarían en ir tras de mí. Xavier había prometido protegerme, pero la duda seguía presente.Sacudí la cabeza, espantando aquellos pensamientos. No importaba cómo, debía librarme de quienes intentaban interponerse en mi camino.Pero, cuando más vulnerable me sentía, cuando el miedo me envolvía como un manto pesado, él apareció. Como un ángel protector, aunque, irónicamente, al principio su rabia lo llevó a querer verme mal. El dolor de la traición lo cegó, lo convirtió en un hombre frío y calculador. El habia amado y confiado en alguien que terminó siendo su peor enemigo. Sin embargo, entre el caos y el resentimiento, nació un sentimiento intenso, profundo, casi obsesivo. Algo que, aunque me aterraba, terminé disfrutando
Todo esta más que claro. 👍 Xavier.La felicidad me embargaba por completo. Estaba más que feliz con la mujer que amaba y con la que pronto me casare, ella llevara mi apellido, y nada ni nadie podría opacar este momento. Sentí las miradas de todos sobre Aitiana, pero no me importó. Ella era mi futuro, y lo único que importaba era que estaba a mi lado.Eros, en cambio, permanecía apartado, inmóvil, sin atreverse a acercarse. Josean se había esfumado, lo cual era lo mejor. No quería su presencia contaminando este día. Mientras los concejales se acercaban a felicitarme, extendiendo sus saludos también hacia Aitiana, algunas mujeres de la junta se aproximaron a ella con entusiasmo. Parecía haber caído bien entre ellas, lo que era un alivio.Me acerqué a Demián y le di instrucciones en voz baja.—Ya sabes, entrégale este mensaje a Josean. Seguramente está en el vestíbulo, a punto de arrancarse los cabellos. Y a mi hermano… dile que después de la fiesta me reuniré con ellos. Necesito habl
Venganza😒Josean—¡Púdrete, maldita humillación! —grité, arrojando todo lo que tenía a mi alcance en la habitación. La rabia se acumulaba en mi pecho como un veneno ardiendo, consumiéndome por dentro. Mis manos temblaban de pura furia mientras respiraba entrecortadamente.Todo esto era culpa de esa desgraciada. No iba a permitirlo, no iba a dejar que su vida siguiera adelante como si nada... Oh, no, ella lo pagaría caro. Haría que ese hijo que llevaba en su vientre muriera antes de nacer. Antes muerta que permitir que la burla de todos cayera sobre mí.Seguramente ella fue corriendo a contarle todo. Por eso él se engatusó con ella. Se enamoró. Descubrió nuestra traición. Y ahora, la humillada soy yo. No se quedará así.Caminé de un lado a otro, aferrando mi propio cabello como si así pudiera calmar el torbellino de pensamientos en mi mente. Todo pudo haber sido perfecto. Si Eros no hubiera cometido esta estupidez, yo estaría embarazada y casada con Xavier, disfrutando de la vida que
DESILUSIONADA 🤦♂️ Aitiana. —¡Eres una aburrida, ya me hartaste! — Gritó Marcos a un metro de mi rostro. Esta mañana había venido muy contento, quería lo atendiera y sobre todo acostarse conmigo, sin embargo yo no está lista aún. —¡¿Estás loco que te sucede?!— Replique cansada, él me sujetó del brazo con fuerzas, luego me empujó contra la pared. Apreté los puños intentando contener el torbellino de emociones que Marcos acababa de desatar en mí. ¿Cómo era posible que tuviera la desfachatez de pararse frente a mí y decirme esas cosas? Un años de relación, un años de intentarlo todo para complacerlo, y ahora me venía con esto. —Estoy harto, Aitiana —vociferó él, cruzándose de brazos como si tuviera algún derecho a estar molesto—. Siempre con lo mismo: "Soy virgen, no puedo perder mi virginidad". ¿Para qué iba a seguir esperando? Llevo más del año siendo tu novio, solo de besitos y abrazos. Ni siquiera me dejas tocarte. ¡Estás loca si crees que te seguiré esperando! Sus palabr
CÁNCER DE HÍGADO 😔Aitiana.Salí del elevador y no pude evitar soltar una exhalación larga y cargada. Hoy no tenía idea de qué me esperaba, pero estaba segura de que nada bueno. Caminé hasta el escritorio de la secretaria, intentando parecer tranquila, aunque mi interior era un desastre.—¿Puedo pasar al despacho del señor Eros? —pregunté, con la voz más firme que pude reunir. Ella levantó la mirada, arqueó las cejas, y con un gesto rápido me indicó que sí. Claro que podía pasar, después de todo, era su asistente personal, ¿no? —Gracias—, murmuré antes de empujar la puerta. Apenas crucé el umbral, lo vi. Estaba molesto, más que molesto, furioso. Golpeaba el escritorio con un lapicero, y su ceño fruncido dejaba claro que ese no era un buen día para errores. Tragué saliva y saludé.—Buenos días, señor Eros. —Buenos días, señorita. Por favor, empiece a hablar, desembuche ya. —Su tono era seco, cortante.—Sí, señor. Por favor, discúlpeme. Lo que pasa es que… —tragué saliva— tuve un p
COMETI EL PEOR ERROR.😑Aitiana.Mi corazón parecía estar a punto de estallar dentro de mi pecho mientras releía aquel papel en mis manos, intentando procesar lo que significaba. Las palabras eran claras, pero mi mente se negaba a aceptarlas: debía acostarme con el hermano del Señor Eros, actuar como su prometida después que la noche de compromiso se acabara. Y para eso debía usar una mascara. ¿Cómo era esto posible? ¿Cómo se suponía que debía llevar una máscara, que estafa tan vil? Mi dignidad estaba siendo pisoteada y mi vida se reducía a cumplir un papel en un plan que ni siquiera entendía.—Si cumples, tendrás un mejor salario—, había dicho mi jefe con una frialdad que me heló los huesos.—Y sobre todo, podrás contratar un buen médico para tu hermana. ¿No te parece justo?Solté el papel y levanté la vista hacia él. Su voz, cargada de autoridad y amenaza, resonaba en mi cabeza. Todo se sentía como un mal sueño. —Esto es muy delicado, Señor Eros. No puedo hacerlo... no puedo...— mur
FIESTA DE COMPROMISO 🥳Xavier El salón estaba impecable. Cada detalle de la decoración era exactamente como lo había ordenado. El aroma a flores frescas impregnaba el aire, y las luces cuidadosamente instaladas creaban una atmósfera cálida y elegante. Era el día de mi compromiso con Josean, la mujer que, aunque no había logrado despertar en mí un amor profundo, me había cautivado con su delicadeza, su inteligencia y su impecable gusto. Todo en ella era distinto, y por eso quería hacerla sentir especial, única. Quería que este día quedara grabado en su memoria como uno de los más hermosos de su vida.Me detuve un momento frente al enorme pastel que estaban decorando. Margarita, una de las empleadas más dedicadas, se esmeraba en colocar cada flor de azúcar con precisión. —¿Todo va según lo que pedí, Margarita? —pregunté. —Sí, señor Xavier. Todo estará listo tal como lo pidió. —Perfecto, muchas gracias. —Le dediqué una sonrisa y me dirigí hacia el jardín. Afuera, los jardineros
SERA UNA NOCHE INOLVIDABLE 🥰 Xavier.Josean finalmente había llegado, y mi corazón dio un vuelco al verla entrar. Vestía un deslumbrante vestido plateado que parecía capturar la luz y devolverla en forma de destellos. Pero lo que realmente captó mi atención fue la máscara que llevaba puesta: un complemento inesperado, misterioso y cautivador. Caminó hacia mí con una sonrisa que dejaba entrever su diversión. Se detuvo a mi lado y, con un gesto teatral, se quitó la máscara. —Quería verme radiante para ti. Es solo un jueguito… ¿Qué te parece?— Comentó sonriente. —Estás hermosa, mi amor. Impecable— le respondí sinceramente. Ella se inclinó para besarme, y al instante sentí como un torbellino de emociones me envolvía. No cabía duda de que estaba perdidamente enamorado Josean. Aunque nuestra relación apenas comenzaba a tomar forma, sentía que había encontrado a la persona con quien deseaba compartirlo todo. El salón comenzó a llenarse con los invitados. Pronto el murmullo de las c